Si buscamos un equipo económico de entrada, ya sea un Chromebook, un mini PC o incluso un portátil con Windows, es importante tener en cuenta el tipo de almacenamiento que ofrece. Muchos de estos modelos de entrada incluyen almacenamiento eMMC y no SSD y que afecta directamente a su rendimiento.
Y decimos que este tipo de almacenamiento se encuentra principalmente en dispositivos de gama baja porque su precio es mucho más bajo que el de cualquier unidad SSD.
La cuestión del precio afecta directamente al precio del producto principalmente pero no exclusivamente ya que el rendimiento, capacidad y posibilidades que nos ofrece también son muy diferentes en ambos tipos de almacenamiento.
Diferencias entre eMMC vs SSD
Las memorias eMMC son las precursoras de las tarjetas de memoria que utilizando en la actualidad. La e que se encuentra delante significa que la tarjeta se encuentra soldada al equipo, por lo que no hay ninguna posibilidad de reemplazarla por otra de mayor capacidad o reemplazar este tipo de unidad por otra.
Esto significa que nos vamos a tener que conformar con la unidad que con la que viene el dispositivo de forma predeterminada y utilizar unidades de almacenamiento externas o tarjetas SD si el equipo dispone de una ranura para ellas.
Las velocidades de lectura y escritura son muy dispares. Mientras que las unidades eMMC funcionan entre 100 y 200 MB/s en el mejor de los casos, las unidades SSD ofrece una velocidad máxima de transferencia de datos de hasta 600 MB/s.
Al igual que la velocidad de acceso es diferente, también lo es en cuanto a la capacidad de almacenamiento. Las unidades eMMC tienen una capacidad máxima de 256 GB, mientras que las unidades de estado sólido pueden llegar e incluso superar los 4 GB de almacenamiento.
En cuanto al consumo de energía, un aspecto muy importante especialmente en equipos portátiles, las unidades eMMC tiene un consumo ligeramente inferior a las unidades SSD, siendo en ambos casos, muy inferior al de cualquier HDD tradicional.
Semejanzas entre eMMC y SSD
Ambos modelos de almacenamiento utilizan memorias flash por lo que no generan ningún tipo de ruido en comparación con las unidades HDD y tienen un consumo de energía mucho más reducido que los discos duros mecánicos, aunque, como hemos comentado en el apartado anterior, las unidades eMMC consumen menos energía.
Además, debido a su funcionamiento al carecer de piezas móviles, ante cualquier caída, la unidad no dejará de funcionar y esta seguirá estando disponible.
Otra diferencia con los HDD es que la información no es necesario desfragmentarla, uno de los principales problemas de las unidades de almacenamiento mecánicas que obliga a los usuarios a realizar un mantenimiento periódico para que la información siempre esté ordenada.
¿Merece la pena un equipo con eMMC?
Después de analizar todas las ventajas y desventajas de las unidades eMMC y las unidades SSD, es fácil llegar a la conclusión de que las unidades SSD son siempre la opción más recomendable por los motivos que hemos expuestos.
Además, la diferencia de precio en ocasiones no es tan grande como para que tengamos que realizar una inversión tan grande que nos pueda romper la economía.
Si optamos por un SSD, siempre vamos a tener no solo un mejor rendimiento, sino que, además, también tenemos la posibilidad de reemplazar la unidad si esta se nos queda corta una opción que no vamos a tener con unidades eMMCs.