Confeti, bombo y platillo, presentación por todo lo alto y como tal, Intel ha puesto toda la carne en el asador para mostrar lo último y más novedoso que ha lanzado al mercado. Tiger Lake va a ser el principio del cambio de la compañía y como tal debía ser un revulsivo que solo Intel podría conseguir a todos los niveles. Los datos aportados no dejan demasiado al optimismo de sus rivales, los cuales deben moverse rápido si no quieren ver como la cuota de mercado en CPU e iGPU desciende rápidamente. ¿Qué novedades incluye esta arquitectura Tiger Lake?
Si bien es cierto que Intel ha enfocado esta arquitectura en su inicio a la movilidad y la reducción del espacio de los equipos, los cambios en la compañía son muy generales, hasta tal punto de que incluso han renovado el logotipo tradicional.
Intel Tiger Lake, llegan los 10 nm ++ SuperFin y SuperMIM, nuevos cores y nueva iGPU
Mucho de lo comentado ya se había filtrado, así que partimos con ventaja cuando hablamos, por ejemplo, de los núcleos Willow Cove. Esta arquitectura de núcleo se basa a su vez en Sunny Cove y sus grandes mejoras, pero aporta otras incluso más interesantes, como un rediseño de las cachés (1,25 MB de L2 y 3 MB de L3 por core), las optimizaciones en los transistores SuperFin y mejoras por hardware para la seguridad ante los ataques de mayor escala.
Comenzando por los transistores SuperFin, Intel afirma que la mejora es similar en cuanto a rendimiento se refiere como si se hubiese dado una reducción del nodo (no confundir con las densidades).
Esta SuperFin basada una vez más en FinFET será la última en incluir esta forma de crear transistores, pero como era de esperar y tras lo visto con los 14 nm y sus diferentes variantes, Intel ha logrado mejorar el proceso de las Gates con un pitch adicional, mejorando el drenaje de la energía.
Para cerrar el círculo, SuperMIM hace referencia a los capacitadores, logrando un incremento de la capacitancia de hasta 5 veces y reduciendo la resistencia del mismo en hasta un 30%, números realmente sorprendentes vistos los problemas de Intel con los 10 nm de primera generación. Esto se traduce y resumiendo, en que Willow Cove es capaz de lograr una mayor frecuencia con un menor voltaje comparado con Sunny Cove, de ahí las cifras que manejan los nuevos procesadores.
Hasta tal punto confía Intel en sus 10 nm ++ que afirma haber conseguido un aumento del rendimiento del nodo del 17 o 18%, lo que podría dar cifras superiores a los 7 nm de TSMC que incluyen las CPUs y APU de AMD. En términos de IPC, Intel afirma que la ganancia es también de dos dígitos, pero no frente a Skylake como hasta ahora, sino frente a Sunny Cove.
Intel Xe hace su debut y logra sorprender
El punto más sonado y quizás más innovador por parte de Intel ha sido sin duda su nueva arquitectura Xe, ya que las promesas de la compañía eran nada más y nada menos que doblar el rendimiento de su generación anterior Gen 11.
Para ello y en su configuración más alta como iGPU, los chips contarán con 96 EUs con 768 Shaders y 3,8 MB de L3 dedicada. Aunque se dijo que las velocidades serían de al menos 1,35 GHz en Boost, los primeros datos y filtraciones ya han demostrado que podrían llegar hasta los 1,6 GHz, pero eso parece que podría ser bajo overclock, lo cual es igualmente impresionante tratándose de una iGPU.
Como buena tarjeta integrada, dependerá de la velocidad de la RAM del sistema y aquí Intel ha logrado un salto cualitativo de rendimiento, ya que no solamente garantiza DDR4 3200 MHz y LPDDR4-4667, sino que llegarán a soportar LPDDR5 a 5400 MHz y con hasta 32 GB.
Las demostraciones de Intel darán que hablar sin duda, porque en casi todos los juegos mostrados duplicaba el rendimiento de Vega 8 en el Ryzen 7 4800U, una iGPU que corre a 1750 MHz.
Cifras de rendimiento que son difíciles de creer
Como siempre ocurre, Intel ha ofrecido una serie de métricas de rendimiento y algunas muestras del potencial de esta serie U bajo Tiger Lake. Y aunque el rendimiento en los escenarios mostrados está fuera de toda duda, la compañía ha querido ir un poco más allá ofreciendo métricas más generalistas.
Tiger Lake sería por lo tanto un 35% más rápido en software de ofimática estándar, 4,4 veces más rápido en creación de contenido y un 76% más rápido en gaming frente a las APU Renoir Ryzen 4000 de la misma serie U.
Si nos centramos en gaming, la nueva Xe no solo puso en evidencia a la Vega 8 de AMD, sino que la MX350 de NVIDIA con el doble de TDP disponible para ella sola también palidece ante el empuje de los azules.
Para terminar con esta nueva arquitectura de GPU, Intel ha confirmado el soporte para 4K HDR10, Dolby Vision, AV1, 12 bits de profundidad, sino que además y como conexiones importantes para el futuro, es compatible con PCIe Gen 4.0 completo, Thunderbolt 4 y USB 4.
Sin duda un salto de rendimiento muy grande en todas las áreas posibles y que tiene como premio situarse de nuevo a la vanguardia de un sector que está en claro auge.