Como mejorar la temperatura de tu PC colocando los ventiladores en «efecto chimenea»
Con las temperaturas en ascenso muchos usuarios buscan maximizar su refrigeración con el menor coste. Ello implica una serie de mejoras que pueden marcar la diferencia a la hora de cómo el aire circula por el interior de nuestra torre y que pueden conseguir una mejor temperatura en nuestros componentes. Una de esas mejoras puede ser la llamada «efecto chimenea» quizás poco conocida por algunos usuarios pero que está volviendo a ser usada.
La torre y los ventiladores, clave a la hora de afrontar las temperaturas
Es totalmente cierto que a mejor caja y ventiladores mejores temperaturas tendremos en nuestro sistema, no importa si estamos con refrigeración por aire o por agua, unos buenos componentes marcan la diferencia. Esa diferencia se puede extrapolar a los distintos modelos de chasis y distintos modelos de ventiladores, donde según su diseño y características mejorarán o empeorarán las temperaturas del resto de componentes.
Pero como en toda ley física, siempre habrá sistemas más óptimos para ejecutar una tarea, donde en este caso y aplicado a la informática en general hay un hecho que es innegable: el aire caliente siempre tiende a subir.
Por ello, la mayoría de chasis actuales intentan evacuar la mayor cantidad de aire por la parte superior, es decir, por el techo o en el peor de los casos por su parte trasera.
En este punto y retomando viejas técnicas de optimización del aire y flujo existe lo que llamamos el «efecto chimenea«, técnica que ahora se ha vuelto a poner de moda en chasis como el Cooler Master Master Case SL600M.
Esta técnica se basa, como su propio nombre indica, en crear dentro de la torre el mismo efecto que produce una chimenea, es decir, un ascenso vertical del flujo del aire para lograr que sea expulsado del habitáculo lo más rápidamente posible.
El efecto chimenea rompe con la conductividad actual del flujo del aire
Como se espera, el efecto chimenea rompe totalmente con el flujo de aire actual que mantienen la mayoría de chasis de la actualidad, los cuales se basan en introducir aire «frío» dentro de la torre a través del frontal.
Por pura termodinámica el aire más frío siempre está más cerca del suelo. A menor distancia del mismo mejores temperaturas tendremos, pero también más riesgo a coger polvo o suciedad, así que es un arma de doble filo que tenemos que tener en cuenta.
El efecto chimenea aprovecha este hecho al máximo, ya que todo el aire se recoge de la parte inferior del chasis, es decir, del suelo y lo introduce totalmente vertical en dirección a la GPU, que es la primera beneficiada, pero al mismo tiempo obliga al aire saliente y caliente de esta a subir rápidamente hasta llegar al disipador o bloque de AIO, donde a este llegará un aire algo más caliente.
Mayor flujo interno es igual a menor temperatura en los componentes
Por ello, es importante en este sistema de efecto chimenea que los ventiladores que están en el suelo puedan manejar la mayor cantidad de aire posible. Actualmente se están usando ventiladores de 20 cm para estas tareas debido precisamente a su mayor capacidad de mover aire con menos esfuerzo, menos RPM y con ello un menor ruido.
De esta forma el aire que llegue a la parte superior será más frío que si usamos ventiladores con menor flujo.
En el caso de los disipadores de aire, al usar este sistema es importante que el disipador y ventilador estén en su configuración push mirando hacia el techo del chasis, con el objetivo de que los ventiladores superiores saquen todo el aire caliente lo más rápidamente posible.
En el caso de tener un sistema AIO o RL custom con un solo radiador, tendríamos que barajar la opción de implementarlo, si se pudiese, en el frontal de la torre y en push en presión negativa, ya que así nos beneficiaremos de las mejores temperaturas posibles.