El precio de las placas base podría caer por las bajas ventas de procesadores Intel
Los fabricantes de placas base de Taiwán, han comenzado a ponerse nerviosos ante el constante descenso de la producción de procesadores por parte de Intel. Y es que este descenso afectará, casi con toda probabilidad, muy negativamente a estos fabricantes de placas, que podrían ver como sus envíos de nuevas unidades se acaban estancando o, incluso, disminuyendo de manera apreciable. Lo cual, obviamente, afectará a sus cuentas de beneficios al finalizar el año si deciden bajar los precios para no perder ventas.
En este momento, Intel tiene dos frentes abiertos que le impide producir todo lo que el mercado está demandando del fabricante:
- Por un lado, están los sempiternos problemas con la producción del nodo de 10 nm, el cual lleva años sin querer funcionar correctamente. Esto hace que Intel haya tenido que retrasar la llegada a gran escala de estos procesadores, para mediados del próximo año 2019.
- Por otra parte, están los más modernos problemas de insuficiente producción del nodo de 14 nm, que están llevando a que los precios de los procesadores de Intel lleven una escalada imparable en los últimos meses. Por no contar que el precio de los procesadores de la 9ª Generación Core tampoco son especialmente baratos.
Los fabricantes de placas base cada vez están más nerviosos
Todo esto está haciendo que los fabricantes de placas base estén cada vez más nerviosos dado que, a pesar de las promesas que ya hizo Intel en su momento de invertir 1.000 millones de dólares para incrementar la producción de sus fábricas, así como los rumores de que parte de la producción de procesadores y de chipsets ahora sería llevado por otra fábrica como es TSMC (con quieren el gigante azul ya ha trabajado en el pasado), todavía no se están viendo ningún tipo de efecto de estas medidas.
El hecho es que, algunos de los fabricantes de placas base ya han comenzado a afirmar que el suministro de procesadores de Intel no volverá a tener su cuota normal hasta mediados del próximo año 2019, lo que seguramente podría ser verdad, dado que Intel actualmente está produciendo dos generaciones de procesadores Core a la vez: la 8ª y la recientemente lanzada 9ª, al menos para el segmento de escritorio. Luego están todos los Skylake-X como gama HEDT, que también se comen una parte de su producción para este nodo. Por no contar los procesadores Xeon que comparten el nodo de fabricación con el resto.
Los fabricantes de placas hacen bien en estar nerviosos, dado que la baja producción de Intel les impide crecer a ellos también, ya que, a menos procesadores vendidos, menos placas base vendidas para esos procesadores si se mantienen los precios actuales. Y las unidades de procesadores que se han enviado a los distribuidores han descendido en dos millones, que es una cifra más que respetable en ese sentido. Ante esta perspectiva, no sería raro de ver que los fabricantes de placas base se vieran obligados a bajar el precio de sus modelos de Intel, para contrarrestar el efecto negativo de las bajas ventas de Intel. Dado que, de mantener los precios actuales, se verían abocados a un estancamiento en las ventas.