Los benchmarks publicados por Intel del Core i9-9900K no son reales
Los benchmarks que realizó la empresa Principled Technologies, comparando el Intel Core i9-9900K con procesadores de AMD, se ha descubierto que estaban mal realizados, perjudicando sus resultados a la compañía roja. Esto, por asociación, no deja con muy buena luz las prácticas de Intel, que ya en el pasado ha recibido bastantes críticas por ese aspecto.
La presentación hace un par de días, de los nuevos procesadores Intel Core de la 9ª Generación no trajo consigo ninguna sorpresa para todos los que habíamos leído todos los rumores que habían ido apareciendo en las últimas semanas. Por desgracia, también se confirmaron los rumores sobre los altos precios que tendrían cuando llegaran al mercado (aunque dado el precio que tienen ahora mismo los procesadores de la 8ª Generación de Intel, tampoco es algo que nos extrañe demasiado).
Junto con la presentación se hicieron públicos una serie de benchmarks que, para variar un poco la tónica habitual de lanzamientos de la empresa, habían sido encargados por Intel a la empresa Principled Technologies. Todos sabemos que los benchmarks que proporcionan los fabricantes, hay que tomarlos con una pizca de sal, ya que suelen barrer bastante hacia casa. Pero en el caso de Principled Technologies, directamente los han hecho mal, perjudicando a los procesadores de AMD.
El Core i9-9900K llegaba a rendir hasta un 50% más que el AMD Ryzen 7 2700X
AMD tiene una tecnología denominada «Game Mode» destinada a los procesadores AMD Threadripper. Esta tecnología permite deshabilitar la mitad de sus núcleos, en un esfuerzo por eliminar las latencias que se generan en el interior del procesador cuando la información debe de saltar de un CCX al otro. Dicha tecnología solo se puede activar empleando la utilidad Ryzen Master.
El problema aquí reside con que, si esta utilidad también se activa con los procesadores AMD Ryzen de 2ª Generación, reduce la cantidad de núcleos del procesador a la mitad. Es decir, un procesador AMD Ryzen 2700X vería reducido su número de núcleos, de los 8 originales a solamente a 4 núcleos con SMT, transformándolo en un procesador mucho menos potente. En juegos que no emplean muchos hilos, la diferencia no es muy grande, pero en juegos como Forza Motosport 7, Ashes of the Singularity o Assassin’s Creed Origins, que sabemos que hacen un uso intensivo de muchos núcleos, las diferencias de rendimiento entre un AMD Ryzen 7 2700X y un Intel Core i9-9900K pueden llegar a ser del 50%. A favor del procesador de Intel, obviamente.
Queremos suponer que Principled Technologies cometió este fallo a la hora de realizar sus tests por desconocer cómo afectaba el Game Mode a los procesadores Ryzen de 2ª Generación, motivo por el que lo dejaron activado en todos los tests con procesadores de AMD. Sin embargo, Intel ha salido al paso de las acusaciones hacia la compañía diciendo que esos resultados son similares a los que ellos habían obtenido en sus pruebas, antes de presentar el nuevo procesador.