¿Cuánto dinero merece la pena gastarse en un disipador para el procesador?

Gastar el dinero en un disipador para el procesador es apostar para el futuro, asegurando la longevidad del procesador en el tiempo. La cuestión es ¿cuánto dinero merece la pena invertir en este componente? En realidad, esta cantidad va a depender mucho de lo que queráis hacer con el procesador. Vamos ahora a verlo en este tutorial.
Hay muchísimas marcas que se dedican a diseñar y producir disipadores para procesadores. De la misma manera, modelos de disipadores hay para todos los tamaños y todo tipo de usos. La causa de toda esta (magnífica) diversidad estriba en que los disipadores OEM que suelen acompañar a los procesadores (en el caso de acompañarlos, cosa que no en todos los modelos sucede) suelen ser tirando a bastante malos.
Especialmente sangrante es el caso de los disipadores OEM de Intel, que llevan sin evolucionar casi una década. Estos disipadores nunca se han caracterizado especialmente por ser unos modelos silenciosos y que cumplieran bien su trabajo. Especialmente, en el caso de los núcleos Kaby Lake y Coffee Lake, que emplean una pasta térmica realmente mala entre la die del procesador y el IHS y tienen una tendencia importante a sobrecalentarse.
Por contra, los nuevos disipadores OEM de AMD han dejado de ser tan malos como eran hasta hace poco. Con la presentación del AMD Wraith, AMD dio un salto sustancial en la calidad y el rendimiento térmico de sus disipadores OEM. Salto que se ha mantenido con los disipadores que se están empleando con los procesadores AMD Ryzen. De hecho, tenemos pensado escribir un artículo analizando todos estos disipadores de AMD.
El disipador para el procesador debe de ir en consonancia a lo que queráis hacer con él
No es lo mismo invertir dinero en un disipador para el procesador que se va a destinar a hacer overclock a mansalva, a invertirlo en un disipador del que se espere que sea lo más silencioso posible.
En ambos casos, el modelo de disipador que acabaremos eligiendo es muy diferente, al igual que sus prestaciones. De la misma manera, no es lo mismo tener un límite muy bajo de dinero para invertir en el disipador, porque se nos haya estropeado el modelo de stock y haya que salir del mal trago como sea y con urgencia, o no tener ningún límite de precio y poder comprar aquello que se nos antoje.
Como norma, si queréis un buen disipador que os permita alcanzar overclocks altos, deberéis de ir pensando en tener un presupuesto bastante holgado, sin descartar el tener que emplear una refrigeración líquida de tipo AIO de 360 mm. Y este tipo de AIO suelen costar, las más baratas, cerca de los 150 euros.
Si, por el contrario, estáis buscando un disipador que sea lo más silencioso posible, deberíais de gastaros unos 60 o 70 euros para conseguir un disipador que reúna estas características. Y si no tenéis un límite de precio para gastaros, podéis comprar el Noctua NH-D15 que, no solo es silencioso, sino también uno de los mejores disipadores del mercado desde hace años, en realidad, siendo también perfectamente válido para overclock.