Ya han comenzado a publicarse los primeros análisis del nuevo procesador HEDT de Intel, el Core i9 7900X. Y, aunque los resultados son francamente buenos, no son realmente TAN buenos como cabrá de esperar de un procesador que va a costar 1.000 €. Y es que mucho rendimiento hay que ofrecer para justificar un precio tan elevado.
Todos sabemos bien que el lanzamiento de los nuevos Core i9 son una respuesta directa por parte de Intel al respectivo lanzamiento de los AMD Ryzen. Y es que uno no desarrolla un nuevo procesador en tan solo un par de meses. Ni siquiera cuando eres la todopoderosa Intel. Lo cual me lleva a pensar que este fabricante ya lo tenía listo desde hace meses, a la espera de cómo se desarrollaban los acontecimientos.
Antes que nada, os voy a poner enlaces a varias webs que han analizado este procesador:
Casi la totalidad de los análisis disponibles en estos momentos son positivos. Algo lógico, dado que hablamos de un procesador de 10 núcleos que, con su nueva iteración del TurboBoost, es capaz de subir dos de ellos hasta los 4,3 GHz.. Si a esto le sumamos un IPC bastante mejorado frente a la actual generación que va a sustituir, tenemos un procesador que se queda muy cerca del rendimiento de un solo núcleo del rey, el i7 7700K.
El Core i9 7900K es una bestia, sí, pero ¿a qué precio?
Donde brilla especialmente este nuevo procesador de Intel es en actividades multi núcleo. Es ahí donde los diez núcleos y sus 20 hilos, junto con el mayor IPC, es capaz de marcar una gran diferencia frente a su competencia más inmediata: los procesadores Ryzen de AMD. Pero quizás esta comparación no sea del todo justa dado que ambos procesadores pertenecen a categorías bastante diferentes. La comparación lógica serían los próximos Threadripper de AMD, pero éstos todavía no han salido al mercado.
Por otro lado, los resultados de las pruebas que han realizado las diferentes webs dejan muy a las claras algo: Ryzen no está TAN lejos de los Core i9 7900X en la mayoría de tests. No podemos hablar de una diferencia de rendimiento apabullante a favor del procesador de Intel que pueda justificar que cueste cerca del doble de precio que un Ryzen 1800X.
También es verdad que estos procesadores son capaces de lograr unos overclocks bastante elevados si se conectan a una refrigeración líquida de tipo AIO. Frecuencias de 4,7 GHz no son algo infrecuentes. Aunque por aire, lo máximo a lo que se llega es a 4,5 GHz, de nuevo por el empecinamiento de la marca por emplear masilla térmica en lugar de soldadura.
También es digno de mención que el consumo de este procesador no se corresponde en absoluto con los 140 W de TDP de proclamaba Intel. No, el consumo es mayor. MUCHO mayor. Más bien del orden de los 300 W a plena carga. Me recuerdo a mi mismo comentando cuando se lanzó Bulldozer que necesitaba su propia central nuclear para funcionar. Me temo que estos Core i9 necesitan la potencia que genera el Sol para poderse mover.
¿Merece la pena este procesador?
Eso va a depender de para qué lo vayáis a emplear, obviamente. Para trabajar con programas que son capaces de paralelizar todas sus cargas de trabajo, desde luego es el mejor procesador que hay a fecha de hoy. Eso es indiscutible. También se defiende correctamente a la hora de jugar.
El único problema que ahora mismo tiene Intel es el Ryzen R7 1800X. Quien por la mitad de precio no queda tan descolgado del pelotón de cabeza a la hora de atacar. Y, claro, tampoco podemos olvidar que todavía AMD tiene una carta bien guardada en su manga con Threadripper. Dado que Intel ha sido el primero que ha movido ficha, AMD lo tiene ahora más fácil al saber a lo qeu se va a enfrentar y podrá optimizar esos procesadores para que realmente le planten batalla a los nuevos modelos de Intel.
De todas formas, y dado que Intel ha accedido a prestarnos uno de estos procesadores para análisis, pronto podréis leer nuestra opinión al respecto.
¡Madre mía que increíble año 2017 estamos teniendo la suerte de vivir!