ASRock se ha adelantado al resto de fabricantes del mercado y ha lanzado las primeras placas base para el nuevo SoC de Intel, el Apollo Lake, el cual se presentó en sociedad a finales del pasado mes de Agosto. Las nuevas placas base van destinadas a usuarios que buscan montar sistemas embebidos de bajo precio pero con una fiabilidad elevada para evitar los reemplazos antes de tiempo por fallo de los componentes.
Aunque el SoC Intel Apollo Lake se presentó hace relativamente poco tiempo, lo hizo más bien sin pena ni gloria dado que lo hizo casi de pasada, hasta el punto que muchos de entre la prensa no se llegaron a enterar de dicho lanzamiento. Los nuevos procesadores no son más que los sucesores de los actuales procesadores de núcleo Braswell con el núcleo Goldmont. A diferencia de lo que había sucedido en las generaciones anteriores, Intel no ha fabricado una variante específica para móviles y tabletas y otra para netbooks, si no que en este caso va a haber un único procesador que lleve todo el peso de la gama Atom de Intel. Si tenemos en cuenta que los nuevos procesadores serán el primer cambio sustancia de arquitectura que se da desde el lanzamiento del núcleo Silvermont en 2013, no entiendo muy bien esta política de Intel, más si tenemos en cuenta el buen resultado que les está dando actualmente los procesadores Intel Cherry Trail en las tabletas de las que os solemos hablar con cierta frecuencia aquí.
Volviendo a las placas base, ASRock ha presentado tres modelos: el J3455-ITX y el J3455M están equipadas con la versión Celeron del nuevo procesador, mientras que la versión J4205-ITX viene equipada con la versión Pentium de este núcleo. Las tres placas emplean conectores de 24 pines ATX para alimentarse, aunque no requieren del uso del conector EPS de alimentación directa al procesador (no es de extrañar dado que hablamos de un procesador que consumen tan solo 10 W a plena carga), lo cual explica también que lleven incluido un disipador pasivo para el mismo. Los modelos ITX tan solo llevan una ranura de expansión para memoria RAM de tipo SO-DIMM, mientras que el modelo para micro ATX emplea dos ranuras DIMM tradicionales para memoria DDR3-1866. En el apartado de conectividad, las placas no se quedan muy atrás si tenemos en cuenta que incorporan conectores M.2, así como cuatro conectores SATA para cubrir todas las necesidades de almacenamiento que puedan surgirle a sus usuarios.