Las videoconsolas de actual generación son PCs de gama media-baja. Esto lo sabemos todos, y el motivo no es otro que el mercado de hardware avanza a pasos agigantados, dejando las anteriores generaciones obsoletas en cuestión de meses. Sin embargo, al principio de los tiempos no era así, y sin ir más lejos Microsoft creó una de las consolas más punteras de la época (la primera XBOX). Lo curioso de la historia es que ésta consola creada por Microsoft nació después de que tanto Sony como Nintendo rechazaran trabajar junto con los de Redmond.
Actualmente podemos decir que solo hay tres grandes fabricantes de videoconsolas: Microsoft, Sony y Nintendo. Sin embargo, cuando las consolas comenzaron a despuntar en el mercado, también eran tres los fabricantes más grandes pero con otros nombres, pues no estaba Microsoft y sí SEGA. De entre las consolas de éstos destacó por encima de todas la SEGA Dreamcast, curiosamente desarrollada en conjunto con Microsoft.
Desgraciadamente, en el momento en el que salió la Dreamcast, Sony ya tenía una elevadísima cuota de mercado con su PlayStation 2, motivo por el que no llegó a cuajar del todo y prácticamente hizo que SEGA desapareciera. Sin embargo en Microsoft no se rindieron y buscaron la ayuda de Sony primero y después Nintendo para intentar crear otra nueva consola. Ambas compañías rechazaron la oferta de los de Redmond.
No obstante en aquella época (y hablamos del año 2001, 15 años hace ya de eso) Microsoft ya era un gigante y decidió montárselo por su cuenta lanzando al mercado su XBOX a finales de 2001, una consola que contaba con el hardware más puntero de aquel entonces (que en esencia, igual que las consolas de actual generación, era un PC, pero a diferencia de éstas era de la más alta gama: Procesador Intel Pentium a 733 Mhz, 64 MB de memoria RAM y una tarjeta gráfica GeForce 3 personalizada). Para ésta XBOX vimos juegos míticos como el Halo 2, el DOOM III o Half-Life 2 entre otros.
A día de hoy y como bien sabréis, las cosas son bastante distintas que en esos tiempos. Las dos grandes compañías de consolas son Sony y Microsoft, con el permiso de Nintendo que desde hace tiempo está relegada a la tercera posición y que prácticamente sobrevive gracias a su consola portátil Nintendo DS (y variantes) y a la franquicia Pokémon. Resulta curioso cómo han cambiado las tornas después de que tanto Sony como Nintendo rechazaran trabajar con Microsoft, ¿verdad?