Oops, parece que los problemas con el Snapdragon 810 le están pasando factura de verdad a la compañía americana. Qualcomm es posiblemente la marca más conocida en el campo de los integrados para el sector móvil, y parece que el gigante se tambalea por momentos.
Qualcomm se encuentra detrás de multitud de dispositivos distintos de muchas marcas, pero ahora mismo no está pasando por el mejor de sus momentos, tras el aumento de la competencia por parte de Samsung con sus Exynos y de MediaTek y su ristra de SoCs, además de otros fabricantes chinos que se están expandiendo como la espuma.
Esta competencia, aunque siempre buena para los consumidores (y los propios fabricantes en cierta medida) no parece sentarle bien a Qualcomm, pues ha sufrido una previsible caída en ganancias, lo que le obligaría a despedir a miles de empleados, cosa que se prevé que ocurra mañana miércoles durante la reunión económica de este trimestre. Este movimiento le permitiría reducir costes y volver a incrementar las ganancias.
Por el momento no se conocen las cifras exactas, ni las lleguemos a conocer seguramente, pero se estima y se rumorea que estarán en torno a los 4.000. Un número considerablemente más alto que cuando hicieron el último recorte, hace poco más de medio año, en Diciembre, en el que decidieron prescindir de 600 trabajadores, momento en el que contaban con 31.300.
Sin embargo, el reducir costes y aumentar las ganancias no es la única preocupación de Qualcomm, pues parece ser que la compañía americana va a ser investigada por la unión europea debido a ciertas prácticas monopolísticas y sobre cómo lleva los negocios, cosa que seguro no va a ayudar a su imagen pública.
Todo esto además sumado al tema del fiasco de su procesador Snapdragon 810, debido a sus problemas de sobrecalentamiento. Samsung, que en su momento era cliente de Qualcomm por sus procesadores que usaba en los smartphones de alta gama, decidió pasar de este último y no adoptar el 810, sino fabricar el suyo propio (Exynos 7420), que es el que montan el Galaxy S6 y el S6 Edge. Este movimiento, en retrospectiva le salió muy bien a Samsung, pero ha dejado a Qualcomm sin uno de sus mayores clientes OEM.
En fin, que Qualcomm ha mezclado ácido clorhídrico con sulfato de sodio y la ha liado parda… Aunque su posición en el mercado por el momento no peligra (pues cuenta con alrededor de 32.000 millones de dólares en el bolsillo), parece que les esperan tiempos duros, sobre todo por el tema de las marcas que apuntan a los clientes que compran smartphones de gama media y baja.
Vía: PhoneArena, AndroidHeadlines