Un equipo de investigadores japoneses han logrado desarrollar una nueva tecnología que incrementa drásticamente la velocidad de escritura, eficiencia energética y vida útil de los actuales SSDs. El equipo, liderado por el profesor del departamento de ingeniería eléctricade la universidad Chuo, Ken Takeuchi, ha llamado a su investigación «NAND Flash Aware Data Management System for High-Speed SSDs by Garbage Collection Overhead Supression«, nada más y nada menos. No os asustéis por el nombre, que ahora os explicamos en qué consiste.
Muchos ya sabréis cómo funcionan los SSDs internamente (y si no, os recomendamos leeros este artículo que publicamos hace unas semanas) pero por si acaso os resumimos lo que ahora nos atañe: la memoria NAND Flash es incapaz de sobreescribir los datos que contiene en la misma zona de la memoria, por lo que es necesario escribir los nuevos datos en zonas de memoria diferentes cada vez y, entonces, invalidar el área «vieja». Como resultado, los datos de fragmentan e incrementan las zonas inválidas para escribir de los SSDs, disminuyendo a su vez la capacidad de almacenamiento.
Teniendo lo anterior en cuenta, la memoria NAND Flash tiene lo que se llama «Garbage collection», cuya función es recopilar los datos fragmentados y volver a escribirlos de manera continua en una misma zona de memoria y borra los datos de las zonas inválidas, volviendo a hacerlas válidas para escribir en ellas. Este proceso lleva aproximadamente 100 ms de tiempo, lo que reduce drásticamente la velocidad de escritura de los SSDs.
A continuación os mostramos el concepto que han creado y ahora lo explicamos.
Este equipo de investigadores japoneses, como decíamos al principio, ha desarrollado una nueva tecnología «middleware» para prevenir este problema, básicamente previniendo que los datos se tengan que fragmentar y de esta manera evitando que se tenga que realizar el «Garbage collection». Este middleware crea una nueva capa de proceso llamada LBA (logical block address) situada entre el sistema operativo y la FTL (flash translation layer), que convierte las direcciones de memoria lógicas de los datos que se están escribiendo en el SSD en cada momento, reduciendo drásticamente la fragmentación.
En el siguiente gráfico podéis ver el resultado de las pruebas preliminares de esta nueva tecnología.
En sus simulaciones, el equipo de investigación ha confirmado que esta nueva tecnología incrementa la velocidad de escritura de los SSD probados en un 300%, y reduce el consumo de energía en un 60%. A su vez, al evitar el «Garbage collection», se incrementan los ciclos de escritura en un 55%, lo que se traduce proporcionalmente en un 55% más de vida útil del dispositivo.
Gracias a que esta nueva tecnología es un middleware, no es necesario aplicar ninguna modificación a los SSDs existentes (salvo quizás en firmware), por lo que debería de ser posible aplicarlo a los SSDs que ya están en el mercado sin ningún tipo de inconveniente, es decir, que no es algo que vayan a llevar los SSDs nuevos sino que se podrá añadir a los existentes.