El VCore o voltaje del núcleo es el voltaje que se le suministra al procesador para que pueda funcionar. Te habrás fijado que cuando se trata de hacer overclock a la CPU, el voltaje es siempre un parámetro a tener en cuenta, y es que de la cantidad de energía que utiliza el procesador y la cantidad de calor generado dependen en gran medida de éste.
Son varios los factores que limitan el overclock -y, de hecho, el funcionamiento general- de un procesador: por un lado tenemos el consumo de energía ya que sus circuitos tienen un máximo, por otro tenemos el calor generado ya que hay ciertos límites que no se pueden propasar para no dañar el dispositivo, y el tercer factor es la estabilidad, ya que la CPU necesita cierta cantidad de voltaje para mantener la estabilidad en las velocidades de funcionamiento configuradas.
Estos tres factores dependen de una u otra manera del voltaje, motivo por el que es tan importante a la hora de hacer overclock, y a continuación vamos a ver por qué.
El voltaje, el factor más importante para el overclock en la CPU
Todos los procesadores tienen una definición de identificación de voltaje o VID, que determina la cantidad de voltaje que el procesador necesita para mantener las velocidades de reloj predeterminadas por el fabricante.
Este voltaje puede ser diferente para cada procesador, pero en todos es la base que establece el fabricante para que el procesador pueda funcionar a la velocidad para la que ha sido diseñado. Al hacer overclock estamos elevando esa velocidad de funcionamiento, así que si no aumentamos el voltaje que le suministramos al procesador podríamos crear inestabilidad al no tener suficiente energía.
Imaginad que el procesador es un coche y que el voltaje es la gasolina, mientras que la velocidad de funcionamiento es la distancia que queremos recorrer. Si con 5 litros de gasolina el coche es capaz de recorrer 100 Km, todo irá bien; sin embargo, si queremos recorrer 150 Km sin suministrarle más gasolina al coche, seguramente nos quedaremos tirados sin poder llegar al destino. Con los procesadores pasa lo mismo: si elevas la velocidad sin suministrar más «gasolina» (voltaje), el procesador no podrá funcionar correctamente.
El problema viene por los otros factores limitantes, comenzando por el calor: si le suministramos más voltaje al procesador para que sea capaz de funcionar a una mayor velocidad, el procesador generará más calor y a la vez tendrá un mayor consumo. Tenemos soluciones térmicas de todo tipo para paliar esta subida de temperatura, siempre que nos mantengamos dentro de los márgenes, pero el consumo máximo está limitado y no podremos pasar de ahí en ningún caso. Este límite no es que lo imponga el fabricante, lo impone la sección y el amperaje que soportan los circuitos internos del dispositivo.
Por este mismo motivo también existe la técnica contraria al overclock: el underclocking, que consiste en bajar la velocidad de funcionamiento del procesador precisamente para hacer undervolting. En otras palabras, podemos reducir la velocidad del procesador y a su vez bajar el voltaje que le suministramos, reduciendo el consumo y el calor generado (y por supuesto el rendimiento).
Volviendo al ejemplo del coche que hemos puesto antes, si solo queremos recorrer 50 Km con el coche entonces podríamos suministrarle una menor cantidad de gasolina y conseguiríamos llegar igualmente al destino sin problemas, manteniendo la estabilidad.
Así pues y en resumen, el voltaje es tan sumamente importante a la hora de hacerle overclock a la CPU porque de éste dependen los tres factores limitantes de su funcionamiento: el calor, el consumo y la estabilidad.