A la hora de montar un nuevo PC desde cero, y aunque parezca una tontería, el montar los componentes de hardware en cierto orden te facilitará mucho la tarea y hará que tu montaje sea más fácil, rápido y limpio en todos los sentidos. ¿Quieres saber en qué orden deberías montar tu hardware? A continuación te lo contamos y te explicamos los porqués de cada cosa.
Puede parecer algo que no tiene mucho sentido, pero si por ejemplo montaras la tarjeta gráfica antes que el disipador del procesador, ésta te estorbaría en el montaje, haciendo que tardes más, que no puedas ajustar perfectamente la tornillería, e incluso que te apoyes en la GPU y la rompas. Lo mismo sucede con muchos otros componentes, y por este motivo vamos a explicarte cuál es el orden que deberías seguir a la hora de montar tu nuevo PC por piezas de manera que consigas ya no solo un montaje más limpio y ordenado, sino que tardes menos porque como te vamos a explicar, mantener cierto orden es la clave.
Montar un PC por piezas: el orden es fundamental
Inicialmente, te recomendamos que saques todas las piezas de hardware de su embalaje y que prepares su correspondiente tornillería, de manera que ya desde el principio lo tengas todo organizado y listo para montar en cuanto necesites echar mano de ello. De esta manera, cuando terminas de montar un componente y quieras pasar al siguiente te evitarás «parar» para sacarlo de su embalaje.
El primer componente con el que deberías empezar a trabajar es con la caja:
- Retira ambas tapas laterales.
- Prepara los tornillos de latón a los que se anclará la placa base con su formato específico (una placa ATX no tiene los mismos anclajes que una mATX, por ejemplo).
- Instala de antemano los ventiladores adicionales (si los tienes).
- Prepara el cableado del frontal de la caja para canalizarlo por los agujeros correspondientes.
El siguiente componente con el que deberías trabajar es con la placa base. Quítale todos los precintos y fíjate dónde están sus conexiones para el cableado, ya que de esta manera luego sabrás por qué parte de la caja canalizar cada cable de conexión. Antes de montar la placa base en la caja, te recomendamos que el siguiente paso sea instalar el procesador, ya que correrás menos riesgos si lo haces con la placa fuera que ya montada en la caja. Recuerda que en el caso de sistemas Intel, deberás retirar previamente la pieza de plástico protector del socket.
Si tienes un disipador de aire también puedes montarlo antes de instalar la placa en la caja, ya que también te resultará mucho más sencillo hacerlo con la placa «al aire». Si has instalado el disipador, también puedes montar previamente la memoria RAM. En este punto también puedes instalar ya los SSDs en formato M.2 que vayas a conectar directamente a la placa base, y de hecho es el mejor momento para hacerlo.
El siguiente paso es montar en la caja el escudo I/O de la placa base, esa pieza alargada que muestra todos los puertos de conexión de la placa base. Es importante montar esta pieza previamente ya que si se te olvida y montas la placa sin él, tendrás que desmontarla para poder ponerlo dado que solo se puede instalar desde dentro, nunca desde fuera de la caja.
Si has seguido este orden a la hora de montar las piezas de tu nuevo PC, ahora es el momento de instalar la placa base. Sujétala con cuidado de su zona derecha e inferior, y haz coincidir primero los puertos de conexión con el escudo I/O que acabas de montar. Luego poco a poco baja la zona derecha de la placa hasta que sus agujeros de anclaje coincidan con los soportes de latón de la caja. Si todo coincide bien, es el momento de atornillar la placa base a la caja con los tornillos suministrados junto con tu caja.
Una vez que tengas instalada y atornillada la placa base, es el mejor momento para conectar los cables de la caja, tanto los de los botones como los USB y audio y los ventiladores que vayas a conectar directamente a la placa. Como no hay todavía muchos componentes instalados, es el mejor momento para hacerlo ya que te resultará muy fácil canalizar los cables para que queden bien conectados y escondidos de la vista.
Si no lo hiciste previamente, ahora es el momento de instalar el disipador del procesador, especialmente si es de refrigeración líquida, ya que son componentes bastante voluminosos e incómodos de manejar, así que mejor hacerlo cuando no hay todavía muchas cosas por medio.
El siguiente paso es montar la fuente de alimentación. Si es modular, instálala sin más y ve conectando y canalizando los cables uno por uno según necesite tu equipo, y te recomendamos que el primer cable sea el ATX de 24 pines ya que es el más grande y voluminoso, y por lo tanto el que más costará canalizar posteriormente. Tras éste, recomendamos conectar el EPS de 4+4 pines de la CPU y dejarlo ya conectado. En este punto todavía no hemos instalado ni almacenamiento ni la gráfica, pero ya puedes dejar los cables preparados y canalizados si quieres.
Si tienes dispositivos de almacenamiento que no sean en formato M.2 (es decir, que sean discos duros de 3,5″ o SSDs de 2,5″) ahora es el momento de instalarlos. Móntalos en sus huecos correspondientes (que dependen de la caja) y conéctales tanto la alimentación como los cables SATA de datos.
El último componente que deberías montar en orden para tu nuevo PC es la tarjeta gráfica, ya que es un componente muy voluminoso y que literalmente se instala en medio de la placa base, por lo que estorba bastante a la hora de montar el resto de componentes (y además con los vaivenes que le darás a la caja para ir montando y conectando todo, su zócalo PCIe podría sufrir y romperse). Instálala en el zócalo PCI-Express de la placa base, atorníllala a la caja y una vez hecho esto, conecta los cables PCIe de la fuente de alimentación. Si tienes alguna otra tarjeta de expansión PCI/PCIe ahora es el momento de instalarla de la misma manera.
Si a la hora de montar tu nuevo PC sigues este orden no solo conseguirás tardar menos y que el montaje te quede más limpio, sino que además te asegurarás de que todo ha quedado bien conectado y funcionando sin problemas. Verás que si lo haces así, montar un PC se convertirá en algo rutinario y sin apenas dificultad, y una vez que sepas hacerlo no deberías tardar más de 30 minutos en montar un PC normal.