Uno de los principales problemas que existen con las impresoras de chorro de tinta, es que la tinta se puede acabar secando si no se usan con una cierta asiduidad. Sin embargo, las impresoras láser no usan inyectores como las de chorro de tinta, una impresora láser utiliza un tóner para realizar la impresión. Aun así, todavía puede haber usuarios entre nosotros que se pregunten si este tipo de impresoras no estarán también sometidas a este mismo problema y si se puede secar el tóner que emplean.
Tanto la tinta para impresoras como el tóner son la principal fuente de ingresos de los fabricantes de impresoras. Esto es algo que podemos ver muy fácilmente, tan solo con comparar el precio que tiene el propio hardware que venden, con el precio de los cartuchos originales de tinta o de tóner. Porque, no es ya solo el precio de cada uno de éstos, también es importante el número de ellos que vamos a consumir durante la vida útil de la propia impresora que, si su calidad es buena, pueden ser varios años sin problemas.
Y echad cuentas si, además, vuestra impresora no se conforma con imprimir en blanco y negro sino que también lo hace en color, por lo que debéis añadir cartuchos de amarillo, cian y magenta. Aunque hoy nos vaos a centrar en los tóner, que son las recargas de tinta necesarias para imprimir en modelos láser.
¿Se puede secar un tóner?
La respuesta corta es que no, un tóner jamás podrá secarse porque ya está seco, dado que está simplemente compuesto por un polvo fino de color, que al calentarse mediante láser se queda pegado en el papel al imprimir. Lo que sí puede suceder, como os vamos a contar después, es precisamente lo contrario. Y es que son los cartuchos de inyección de tinta los que se terminan secando con el paso del tiempo. Lo que lleva a que estos tengan una obsolescencia programada que no tienen los toners.
Por ello es tan importante evitar que se seque la tinta de las impresoras. Y quien dice «secarse» con respecto a la tinta, también podría referirse al tóner de las impresoras láser. Pero, en este caso, estaría cometiendo un error, dado que el tóner que usan este tipo de impresoras no puede secarse, dado que este está compuesto por un polvo especialmente fino, simple y llanamente, que podríamos decir que ya está seco. No se encuentra en un estado líquido por una simple razón: no hace falta manejarlo en ese estado porque la impresora es la que se encarga de todo el proceso de impresión en la página.
Como mucho, el tóner de la impresora se puede compactar
En el interior de un cartucho de tóner de impresora láser, lo que hay es un polvo extremadamente fino, como ya hemos comentado, que es el que se adhiere a la superficie del papel cuando imprimimos un documento con la impresora. Este polvo generalmente es de color negro, aunque también puede tener diferentes colores, basándonos en si nuestra impresora láser es monocroma o color.
Cuando dejamos nuestra impresora láser sin usar durante bastante tiempo, lo máximo que nos puede suceder es que el tóner se acabe compactando en el interior del tambor donde se encuentra. Sin embargo, esto no es mayor problema para el usuario, dado que no nos va a requerir cambiar el tóner que teníamos por uno nuevo. Generalmente, no tendremos más que sacar el tambor del tóner de la impresora y agitarlo vigorosamente para que se vuelva a convertir en un polvo que pueda ser usado para imprimir con él.
Una superioridad más que clara
Esta es, desde luego, una importante ventaja de las impresoras láser frente a las de chorro de tinta y, probablemente, uno de los principales motivos por los que este tipo de impresoras llevan ya tiempo siendo más populares entre los usuarios que los antiguos modelos de inyección de tinta que cada vez se encuentran más en desuso. Ya que el tóner puede estar durante meses dentro del tambor sin que se degrade su rendimiento a la hora de imprimir, algo que es imposible que la tinta de los modelos que usan inyección, haga. Si dejamos un cartucho de tinta abierto sin usar durante meses, cuando queramos volver a utilizarlo va a estar completamente seco.
A día de hoy las impresoras de inyección de tinta casi han desaparecido de las tiendas y se han convertido en el equivalente a esas cámaras de carrete de usar y tirar con las que hacíamos fotos antaño. Es más, seamos el tipo de usuario que seamos a la hora de usar nuestra impresora, una impresora láser será siempre mejor opción y el tema del secado de la tinta no deja de ser el clavo en el ataúd de las de inyección.
¿Qué hacer si el tóner te da problemas?
Por norma general, no son muchos los problemas que te puede dar el tóner de la impresora, ya que como hemos explicado hasta ahora, no es sino un polvo muy fino que al calentarse mediante un láser se queda pegado al papel de la impresora. Por lo tanto, no puede secarse, pero una vez «abierto» sí que puede ser afectado por las condiciones ambientales, siendo la más perjudicial de todas la humedad.
¿Qué puedo hacer si se compacta el tóner de la impresora?
En este caso puede suceder que el tóner se compacte y apelmace, bloqueando su «salida» de manera que no caiga la cantidad de polvo necesaria (o que no caiga en absoluto) para que el láser de la impresora lo pueda calentar y hacer que se quede fijado al papel. En este caso, realmente la solución más sencilla a la que puedes recurrir es efectivamente cambiar el tóner por otro y la próxima vez guardarlo en un lugar fresco y seco para evitar que le entre humedad, aunque también hay algunas cosas que puedes hacer al respecto.
Estos son consejos generales que debes tener en cuenta para que en el futuro no te afecte ese efecto apelmazamiento del que os hablamos. Y los pasos a seguir son realmente sencillos:
- Saca el tóner de la impresora y sella su salida con cinta aislante para evitar que se salga y ensucie todo.
- Agita enérgicamente el tóner durante un buen rato para eliminar los «pegotes» y hacer que el polvo se distribuya de manera homogénea en el depósito.
- Realiza una limpieza al interior de la impresora, prestando especial atención a los cabezales, para asegurarse de que no queden restos del polvo apelmazado que impedía que la impresora imprimiera.
- Si los pasos anteriores no resuelven el problema, se puede optar por abrir y vaciar completamente el tóner para volver a recargarlo, aunque esta es una operación sucia y poco recomendable si no se tiene experiencia ya que puedes llenarlo todo del contenido del tóner y provocar un problema de limpieza mayor del que querías resolver. Salvo que tengas claro cómo hacerlo, no te recomendamos poner en práctica este paso.
- En última instancia, si ninguna de las soluciones anteriores funciona, se puede considerar la compra de un tóner nuevo y olvidarse del antiguo.
Esperemos que este tutorial os haya sido útil de cara a escoger el tipo de impresora más adecuado para vuestras necesidades.