A diferencia de los tóner de las impresoras láser, los cartuchos de tinta de las impresoras de inyección tienen fecha de caducidad, y si no les hacemos un mantenimiento adecuado se terminan por secar y quedar inservibles. ¿Por qué se secan y cuánto tiempo duran?
Cuando compras un cartucho de tinta para tu impresora, podrás fijarte en dos datos: por un lado, o bien vienen envasados al vacío, o bien vienen con la pipeta precintada para preservar la tinta. Por otro lado, tienen fecha de caducidad, como los alimentos. ¿Sabes por qué esto es así?
La caducidad de los cartuchos de tinta
La tinta de las impresoras de inyección está en estado líquido, y como tal es propensa a secarse con el tiempo. Este es el motivo por el que los cartuchos tienen fecha de caducidad, y esta fecha se verá, además, reducida en el momento en el que sacamos los cartuchos de su envase o los instalamos en la impresora. Esto sucede porque una vez eliminado el precinto entrará aire en contacto con la tinta, acelerando el proceso de secado.
Hay que tener en cuenta, por lo tanto, que la fecha de caducidad es una estimación del fabricante de lo que tardará la tinta en secarse si no le quitamos el precinto, pues como os hemos explicado una vez quitado el precinto, el proceso se acelera y esta fecha se reduce. Por este motivo, es recomendable hacer mantenimiento a las impresoras de inyección cada cierto tiempo, entre lo que se incluye imprimir de vez en cuando para que la tinta no se solidifique justo en la pipeta de salida.
¿Pasa algo por utilizar la impresora con los cartuchos caducados?
Si has hecho un mantenimiento adecuado a la impresora y los cartuchos han estado almacenados en un lugar fresco y seco, sin mucha variación de temperatura, es probable que sigan funcionando adecuadamente incluso una vez cumplida su fecha de caducidad.
Eso sí, al utilizar cartuchos de tinta caducados en la impresora corremos el riesgo de que salgan «pegotes» de tinta seca que obstruyan los cabezales de impresión, dejando inutilizada la impresora en el caso de que los cabezales estén instalados en ésta (en algunos fabricantes como HP, el cabezal va incorporado en el cartucho y en ese caso no se estropearía nada de la impresora). Por este motivo también es recomendable hacer limpieza de cabezales entre las tareas de mantenimiento para la impresora.
Si tienes una impresora de tinta y no la utilizas frecuentemente, debes ser consciente del hecho de que la tinta de los cartuchos podría secarse si no tienes cuidado, así que debes estar atento para realizar a tiempo las tareas de mantenimiento, y debes también tener en cuenta la fecha de caducidad de los cartuchos, especialmente al comprarlos porque generalmente solo duran dos años desde la fecha de fabricación.
La solución es una impresora láser
Si eres de esos usuarios que tienen una impresora pero que, como la utilizan muy poco, decidieron comprar una de inyección de tinta, podrías verte en esta tesitura de la que te hablamos hoy. Y es que aunque una impresora de inyección salga más barata a corto plazo, cuando tienes que comprar consumibles (que son mucho más caros que los tóner) o cuando te das cuenta de que los cartuchos se han secado, es cuando te arrepientes.
Y es que aunque parezca paradójico, para personas que utilizan poco la impresora sale más rentable invertir un poco más de dinero en una láser que en una de inyección ya que a largo plazo ahorrarás evitando mantenimientos y en los consumibles.