Uno de los problemas más comunes para cualquier usuario es el hecho de tener que elegir un extensor adecuado para su fuente de alimentación, ya que a día de hoy los cables o set de cables son realmente caros y no tan largos. Por lo tanto, los cables extensores están cobrando protagonismo, pero hay que saber elegir precisamente el cable que será óptimo para nuestra fuente, ya que si no pueden aparecer problemas de toda índole. ¿Cómo acertar? ¿qué debemos saber sobre estos?
Hay todo un sector dentro de las fuentes de alimentación que está cada vez en más auge precisamente por otro mercado que está cambiando, el de las cajas de PC. Los fabricantes de fuentes de alimentación compiten duramente en todos los estratos, pero muy pocos son aquellos que aunque compitiendo por precio, ofrecen cables cada vez de mayor longitud. Por ello, al haber aumentado el tamaño medio de los chasis en algunos centímetros con respeto a hace unos años, los cables pueden quedarse cortos.
Los cables extensores para PC y PSU, una solución parcial al problema
Hay que enfocar esto de raíz antes de meternos en materia, ya que muchos pueden estar pensando en comprar un PC, en una fuente de alimentación y por ende a su montaje y sobre todo a su cableado también llamado cable management.
Este es otro de los factores clave si nuestro chasis es full tower, ya que los extensores se hacen imprescindibles. Y es que la altura y la canalización de los cables hacen que las fuentes se queden cortas en sus cables y su longitud. Los fabricantes se niegan a incrementar los precios añadiendo más longitud a los cables de serie porque aparte del coste tiene una implicaciones relativas a la impedancia y resistencia de los mismos al paso de corriente.
Esto sin duda es un problema, pero tampoco ponen soluciones por norma general, como incluir extensores de serie para los cables, o directamente incluirlos sleeved para poder aislarlos y lograr mayor longitud. Es un mercado aparte donde ganan mucho dinero, así que no va a cambiar desde luego.
Comprendido esto, ahora sí que podemos ver cuales son los factores que determinan la elección de un cable extensor para nuestra fuente y cómo no fallar en el intento.
AWG, el principal factor a tener en cuenta
AWG es el acrónimo de American Wire Gauge y como tal no es más que una forma de medir la calidad de los cables, es una manera de clasificar el grosor de los mismos en cuanto a los alambres y las láminas.
Por lo tanto, AWG irá acompañado de un número desde 0 hasta 1000, donde curiosamente la escala no empieza en el cero, sino que llega desde 1000 a cero y de ahí sube hasta 40. Normalmente, las fuentes de alimentación incluyen este dato de sus cables a poco que sea de calidad, pero por norma estamos hablando de que la industria trabaja desde AWG 20 hasta AWG 16, al menos por el momento y a tenor de ver si hay cambios por el conector de 12 pines de NVIDIA.
En cualquier caso, menor número en los cables indica mayor grosor y por ende mayor área disponible, menor resistencia al cobre y más corriente soportada total, por lo tanto, mayor calidad.
Conectores
Otro factor importante es los conectores de plástico. Hay que tener en cuenta que en ciertos escenarios más o menos extremos los cables cogen mucha temperatura, sobre todo si su AWG es alto y se les está pidiendo mucha energía.
Hay cables que literalmente están al límite de la temperatura, donde al tacto están muy calientes, así que los conectores y su material es algo a tener más que en cuenta, ya que tras largas horas de uso se pueden producir pequeñas deformaciones en los mismos, donde el punto más crítico está precisamente en donde los dos cables se unen.
Un mal conector terminará por ceder el anclaje del climpado y puede dejar algún cable suelto, sobre todo si la postura del cable o cables no es buena y están forzados. No hace falta pensar que tenemos que hacer overclock extremo ni mucho menos para llegar a esto, actualmente las CPU y GPU de gama alta consiguen consumir más de 200 vatios y 350 vatios sin demasiado problema, así que es un tema realmente serio y preocupante, sobre todo con fuentes de gama media y baja.
Climpado
Parece mentira, pero hay usuarios que fuerzan los cables en sus extremos hasta niveles insanos. Los cables de las PSU normalmente están climpados con una precisión muy alta y tienen que ser sometidos a unas posturas y tensión extremas para salirse, a menos que el fabricante y el modelo sean de dudosa calidad.
Por eso, los extensores tienen que ser realmente buenos en este aspecto, ya que un cable pelado o fuera de contacto, o simplemente con contacto parcial, es un peligro para los componentes. Todo aquel que haya montado cientos de PCs habrá visto este problema, que con el paso del tiempo en dichos PCs se va haciendo cada vez más común.
Longitud
No escatimemos a la hora de elegir longitud (si es posible) salvo si hablamos de una caja de dimensiones compactas, donde cualquier alargador común nos valdrá en este apartado. Como hemos dicho, por norma las cajas son cada vez más grandes debido a los sistemas AIO.
Esa altura o anchura de más, que normalmente son entre 3 y 5 cm hacen que los cables apenas lleguen para conectar por ejemplo los cables EPS, que son los más sacrificados por estar por norma en la parte superior de las placas base.
Como todo, los extensores tienen una longitud máxima para mantener la intensidad de la corriente y no crear más resistencia eléctrica, así que evidentemente es un factor limitante.
Mezclar diferentes AWG en los cables extensores
Es cierto que hay modelos de fuentes de alimentación que no especifican el AWG de sus modelos y cables, pero a poco que busquemos por Internet seguro encontramos dicha información. Es importante porque hay un error muy común en la mayoría de usuarios: mezclar cables y extensores con distinto AWG.
Aunque hablamos de apenas 30 cm de extensores en la mayoría de los casos, optar por distinto AWG produce caídas de tensión, mínimas sí, es cierto, pero esas caídas por las distintas resistencias tienen una influencia en el suministro eléctrico cuando hablamos de nanosegundos de variación como los que producen las GPU o las CPU actuales, donde todo el rango de consumo es dinámico y cada vez más rápido para ajustarse más y más a las necesidades de eficiencia energética.
Ya vimos los problemas con las RTX 3000 y los reinicios esporádicos, donde ni siquiera requerían carga gráfica alta. Así que lo ideal es usar cables extensores con el mismo AWG que los cables de nuestra fuente de alimentación para evitar sorpresas.