Como sabéis, las impresoras láser utilizan tóner en lugar de cartuchos de tinta. En el interior de estos compartimentos hay un polvo que muchas veces termina saliendo, bien por pequeños desperfectos o fallos en la impresora, bien porque se nos cae al suelo sin querer. ¿De qué está hecho este polvo de los tóneres? ¿Es tóxico y perjudicial para la salud? En este artículo vamos a contestar a estas dudas y a explicároslo en profundidad.
Si tienes una impresora láser y le has cambiado el tóner alguna vez, seguramente hayas visto que el tóner usado suele soltar un poco de polvo, tanto depositado como en el aire, ya que este polvo es tan fino que la más mínima corriente de aire hará que se «vuele» y desperdigue por todas partes. Además, es bastante normal que al hacer ese cambio de tóner a la impresora, al acabar, nos veamos con los dedos completamente negros e impregnados de este material que, muchos y como si fuera una especie de leyenda urbana, creen que puede ser tóxico. No en vano, usar una mascarilla para estas operativas nunca está de más, aunque el fabricante nos garantice que no corremos ningún peligro.
Así que lo que vaos a hacer en este artículo es explicarte de qué está hecho este polvo de los tóneres, por qué es un polvo y no otro material (¿tinta por ejemplo como la de los cartuchos?), y te vamos a contar si es tóxico y tiene algún riesgo para tu salud.
¿De qué está hecho el tóner de las impresoras y fotocopiadoras?
La composición del tóner es variable, dependiendo del fabricante, pero básicamente está formado por resinas termoplásticas como el poliestireno, butilo, acetato de polivinilo, acrilato de estireno y copolímero de estireno, junto con resina de poliéster y pigmentos que son los que lo dotan de ese característico color negro. Como el que podéis ver en la imagen que os dejamos aquí debajo.
El primer ingrediente es un plástico que se adhiere a la página cuando se funde con el fusor, mientras que el segundo es lo que se llama revelador y suele estar compuesto también por óxido de hierro, dado que el proceso de adhesión del polvo al papel de la impresora se realiza a través de cargas de electrones negativos y positivos; con el rodillo de la impresora cargado magnéticamente, el óxido de hierro es fundamental para su funcionamiento.
¿Es tóxico si lo tocas con las manos? ¿Y si lo inhalas?
Las partículas del polvo del tóner son muy, muy pequeñas en respuesta a lo que está legislado por la ley europea: 5,5 micras. Esto es así precisamente porque si fuera más pequeño, el polvo podría penetrar en la piel humana. Por lo tanto, la idea por ley es que no pase nada si lo tocas con las manos y no traspasará esa primera barrera de protección para colarse en nuestro cuerpo, algo que sería poco recomendable.
No obstante, esto no significa que no pueda irritar la piel, dado que son sustancias sintéticas y que pueden causar alergia a algunas personas. Especialmente hay que tener cuidado si te entra polvo en los ojos… no es que sea tóxico, pero puede causar irritación y si te sucede es recomendable que te laves inmediatamente (igual que si, por ejemplo, te entra maquillaje en los ojos) para limpiar la zona afectada. ¿Es tóxico? No, pero sí muy molesto.
En todo caso, en los tóneres nuevos siempre viene (por ley debe venir) una hoja indicando los posibles riesgos y cómo actuar ante derrames o contacto accidental. Lo primero que debes hacer es leerlo con atención para estar informado y saber qué hacer si algo pasa y, obviamente, utilizar medidas de proteccion si quieres evitarte un rato de estar frotándote los ojos. Gafas y mascarilla podrían ser un buen conjunto para realizar estas tareas de mantenimiento de la impresora.
Con respecto a la inhalación del polvo de los tóneres, hay que mencionar que se han hecho pruebas con ratas en laboratorio para determinar su toxicidad y los efectos que puede tener. El estudio más prominente encontró que las ratas expuestas a dosis bajas de polvo de tóner no tuvieron ningún efecto adverso, pero no así las que fueron expuestas a grandes cantidades, que sufrieron irritación pulmonar (y nada más).
Hay que decir que en el caso de las «grandes cantidades», éstas fueron muy superiores a lo que razonablemente cabría esperar que pudiera inhalar una persona con un tóner de impresora. En otras palabras, por inhalar un poco de polvo del tóner no debería pasar absolutamente nada, no es tóxico ni nocivo. Ahora bien, si por algún motivo has inhalado grandes cantidades de polvo de tóner entonces deberías ir inmediatamente al médico. En todo caso, esto también tiene que venir en la hoja de seguridad que se incluye con el tóner cuando lo compras.
Es importante saber que el polvo que se encuentra en el interior de los tóneres no siempre ha sido el mismo. En la actualidad, como hemos comentado más arriba, está formado principalmente por resinas termoplásticos y de poliéster que son las encargadas de dar el color a la tinta. Entre finales de los años 90 y principios de los 2000, se utilizaba polvo de carbón para el color negro, de ahí que el polvo de los tóneres siempre haya estado asociado a ser un producto peligroso para la salud.
Además, también podían contener sustancias tóxicas como el benceno, tolueno, butanol y etilbenceno, elementos considerados por el Departamento de Salud y Servicios Sociales de Estados Unidos como cancerígenos ya que una exposición prolongada podía producir casos de leucemia o cáncer de colon, especialmente debido a la presencia de benceno.
Conforme ha ido avanzando la tecnología, el polvo que se utiliza como tinta en las impresoras láser ha ido variando para convertirse en un producto fabricado a través de resinas y, a no ser que aspiremos o estemos en contacto con grandes cantidades de este polvo, las posibilidades de que sufrir algún tipo de cáncer son prácticamente nulas.
El único peligro que representa los tóneres para la salud es si estos no se reciclan correctamente ya que la mayor parte de su composición es plástico, un material que, desgraciadamente, tiene una vida muy larga en el medio ambiente. Si, optamos por cartuchos rellenables, mejor que mejor ya que, no solo contribuimos al medio ambiente, sino que, además, ahorraremos bastante dinero.
¿Puede provocar cáncer el tóner de la impresora?
Además de las preocupaciones inmediatas que puede causar el tener un accidente que implique inhalar o tener contacto con el polvo del tóner de la impresora, a mucha gente le puede preocupar si este componente provoca cáncer al ser un elemento sintético. Una leyenda urbana que suele escucharse en ocasiones y que, como muchos bulos de este tipo, no tienen fundamento alguno.
Por supuesto se han realizado en el pasado estudios al respecto de los componentes individuales que conforman el tóner, y afortunadamente el tóner de las impresoras no tiene ninguna sustancia que aparezca como cancerígena conocida o probable ni tan siquiera y, por lo tanto, la exposición al tóner no es un causante de cáncer. Podemos estar tranquilos.
Impresora de chorro de tinta, la mejor alternativa a una impresora láser
De todas formas, si eres muy excéntrico y no acaba de convencerte la explicación, siempre puedes volver a usar cartuchos de tinta, la cual, salvo que te la tragues, no tiene ningún peligro para tu salud, usan el mismo material que un simple boli Bic. Pero, si las necesidades de impresión que tienes son muy elevadas, con una impresora con cartuchos la inversión que debes realizar en cartuchos es gigantesca por lo que probable no te compense hacer el cambio.
La mejor alternativa a una impresora láser en cuanto al coste por hoja y rapidez a la hora de imprimir son las impresoras con depósito de tinta. Estas impresoras, el doble de caras que las impresoras de cartuchos tienen unos depósitos de tinta que podemos rellenar con botes de tinta y ofrecen, en la mayoría de los casos, el doble de impresiones que un tóner normal. Además, permiten imprimir tanto en color como en blanco y negro, por lo que la principal limitación de las impresoras láser desaparece con este modelo.
Al tratarse de tinta, está en forma líquida, por lo que el riesgo de inhalarla por accidente o que se esparza por el ambiente desaparece completamente. Si entra en contacto con la piel, el único peligro que corremos en tener una preciosa mancha en la piel durante unos días hasta que desparezca. Otra ventaja que tienen las impresoras con depósito de tinta frente a las que funcionan con un tóner es el coste de los recambios.
Los botes de tinta para recambios de una impresora con depósitos de tinta tienen un precio muy inferior al que podemos encontrar en cual tóner, por lo que, aunque el precio inicial es algo más caro en comparación con las impresoras que funcionan con cartuchos y las impresoras tipo láser monocromo (las de color son más caras), a la larga, realmente si merece la pena pasarse a una impresora de este tipo.