La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a las comodidades que nos proporciona la tecnología inalámbrica de la vida moderna: teléfonos móviles, WiFi, Bluetooth… En torno a éstos, y realmente en torno a cualquier aparato eléctrico como un PC o un monitor, un debate bastante polémico es si la radiación EMF que emiten son perjudiciales o no para la salud. En este artículo vamos a abordar este tema desde una perspectiva empírica para aclararlo.
Desde el comienzo de la existencia conocida, el sol emite ondas que crean campos eléctricos y magnéticos (EMF) y radiación, y la forma más evidente de ver esto es la luz visible que emite el astro. A principios del siglo XX las líneas eléctricas y la iluminación interior se extendieron por todo el mundo; los científicos se dieron cuenta de que estas líneas eléctricas también creaban campos electromagnéticos, igual que hace el sol de forma natural.
Dicho esto, ¿hasta qué punto son perjudiciales los aparatos eléctricos? Pero, como siempre, vamos a empezar por el principio.
¿Qué es la radiación EMF? ¿Es peligrosa para la salud?
EMF son las siglas de Electro Magnetic Field, o campo electro magnético. A lo largo de los años, los científicos se dieron cuenta de que prácticamente todos los aparatos eléctricos generan en mayor o menor medida campos electromagnéticos, igual que las líneas eléctricas de alta tensión. También se descubrió que, por ejemplo, los rayos X con los que nos hacen radiografías así como otros procedimientos de imágenes médicas como las resonancias magnéticas producen campos EMF.
Según el banco mundial, el 87% de la población mundial tiene acceso a la electricidad y utiliza aparatos eléctricos con asiduidad. Eso son muchos campos magnéticos creados a lo largo de todo el globo, así que podríamos decir que realmente toda la población mundial está afectada en mayor o menor medida por ellos. Aunque la mayoría no cree que esta radiación EMF sea perjudicial para la salud, no son pocos los científicos que lo cuestionan, así que vamos a explorar el tema un poco más a fondo para ver qué conclusión podemos sacar, al menos en lo relativo al PC que todos utilizamos en casa y/o el trabajo.
Tipos de exposición EMF
Principalmente podemos dividir la exposición a la radiación EMF en dos tipos: la de bajo nivel, también llamada no ionizante, que es leve y se asume que es inofensiva para los seres humanos, así como la radiación de alto nivel, llamada ionizante, cuya intensidad es como ya supondréis bastante mayor. Es de rigor mencionar que la intensidad y la exposición a la radiación EMF disminuye a medida que aumenta la distancia con el objeto que la genera, de manera que cuanto más lejos estemos de un emisor menor intensidad de radiación nos llegará.
La radiación de bajo nivel (no ionizante) es la que emiten por ejemplo los microondas, ordenadores, medidores de energía domésticos, routers WiFi, smartphones, tablets, cualquier dispositivo Bluetooth, líneas eléctricas, resonancias magnéticas e incluso esas altas torres de alta tensión que hay por todas partes para poder distribuir la energía eléctrica que tenemos en nuestros hogares. Aquí se incluyen también las antenas de radio y televisión, así como las famosas antenas 4G/5G que nos dan cobertura móvil a los smartphones.
Por otro lado, la radiación de alto nivel solo la emiten -que se sepa- los rayos X y la luz ultravioleta, por lo que obviamente no es algo que deba preocuparte cuando estamos hablando de un PC y su monitor (de hecho, este tipo de radiación suele estar únicamente en espacios muy controlados y donde te obligan a tener equipos de protección individual específicos, por lo que no debes temerla en ningún caso) ya que como es normal, este tipo de radiación no está presente de ninguna forma en los equipos electrónicos de consumo.
¿Cuánta radiación emiten los dispositivos? ¿Qué nivel es dañino?
Hay un desacuerdo bastante notorio en cuanto a la seguridad de los campos electromagnéticos porque no hay una investigación sólida al respecto. Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los campos electromagnéticos son «posiblemente cancerígenos para los seres humanos». La IARC cree que algunos estudios muestran un posible vínculo entre la radiación EMF y el cáncer en las personas, pero hablan de posibilidades y volvemos al hecho de que no hay un estudio sólido al respecto.
Existe una organización llamada ICNIRP (Comisión Internacional sobre Protección contra Radiación No Ionizante) que mantiene pautas aceptadas internacionalmente sobre la exposición a este tipo de radiación, pautas se basan en los hallazgos de muchos años de investigación científica.
Los campos electromagnéticos se miden en una unidad llamada voltios por metro (V/m), y obviamente cuanto mayor sea esta medición más fuerte será el EMF. La mayoría de aparatos eléctricos vendidos por marcas de renombre prueban sus productos para asegurarse de que los campos electromagnéticos estén dentro de las pautas del ICNIRP, mientras que los servicios públicos y los gobiernos son responsables de administrar los EMF de las líneas eléctricas, torres de telefonía móvil y otras fuentes.
Estas pautas establecen que por debajo de los siguientes niveles, no hay ningún efecto conocido sobre la salud:
- Campos magnéticos naturales (como el creado por el sol): 200 V/m.
- Red eléctrica (lejana): 100 V/m.
- Red eléctrica (doméstica): 10.000 V/m.
- Trenes y tranvías eléctricos: 300 V/m.
- Pantallas de TV, monitores y ordenadores: 10 V/m.
- Transmisores de TV y radio: 6 V/m.
- Estaciones base de telefonía móvil: 6 V/m.
- Radares: 9 V/m.
- Microondas y otros electrodomésticos: 14 V/m.
La parte mala de todo esto es que necesitarás un medidor de ondas electromagnéticas para medir la radiación EMF que emiten tus electrodomésticos, el PC o el monitor de tu ordenador. Si bien es cierto que cualquiera puede comprar uno de estos dispositivos (los puedes encontrar en Amazon sin ir más lejos) bajo el nombre de gausímetros, la mayoría no pueden medir campos de frecuencias muy altas y su fiabilidad y precisión es bastante baja.
No obstante, debes saber que tienes el derecho de llamar a tu compañía eléctrica para pedir que hagan una medición en tu domicilio, y en este caso utilizan dispositivos profesionales mucho más fiables y precisos.