Desde hace ya unas cuantas semanas, la RTX 3050 de NVIDIA está siendo protagonista de muchas de las noticias y los rumores. A partir de mañana, esta nueva tarjeta gráfica de arquitectura Ampere estará disponible en tiendas a un precio más que atractivo teniendo en cuenta las circunstancias, y promete según NVIDIA un rendimiento óptimo para juegos a resolución 1080p. En este artículo os presentamos nuestro análisis de esta NVIDIA RTX 3050, en el que os vamos a mostrar de primera mano su rendimiento real y nuestras impresiones al respecto.
Equipada con núcleos RT de segunda generación para el trazado de rayos y con núcleos Tensor para DLSS e IA de tercera generación, la RTX 3050 no solo ofrece un excelente rendimiento en juegos sino que también incluye todas las últimas tecnologías de la marca, incluyendo NVIDIA Reflex, Image Scaling, Encoder y la aplicación NVIDIA Broadcast. La RTX 3050 es la primera GPU de escritorio de su clase (o al menos así la promociona la marca), por lo que Ray Tracing y DLSS están ahora más accesibles que nunca.
Índice
- Características
- Unboxing y primeras impresiones
- Configuración y equipo pruebas
- Consumo y temperatura
- Pruebas sintéticas
- La RTX 3050 en juegos
- Opinión personal
NVIDIA GeForce RTX 3050: especificaciones técnicas
NVIDIA GeForce RTX 3050 | |
---|---|
Arquitectura | Ampere |
Proceso litográfico | 8 nm FFN |
GPU | GA106-150-A1 |
Tamaño del die | 276 mm² |
Transistores | 13,250 millones |
SM / CU | 20 |
Shaders | 2560 |
TMUs | 80 |
ROPs | 48 |
RT Cores | 20 |
Tensor Cores | 80 |
Caché L2 | 1536 K |
Reloj Base | 1552 MHz |
Reloj Boost | 1777 MHz |
Tipo de VRAM | GDDR6 |
Reloj VRAM | 1750 MHz |
Bus | 128 bit |
Ancho de banda VRAM | 224 GB/s |
Rendimiento FP32 | 9,098 TFLOPS |
Versión PCIe | 4.0 |
TDP | 130W |
Alimentación | 1x8 pin |
Temperatura máxima | 93ºC |
Salidas de vídeo | 1x HDMI 3x DisplayPort |
Precio de lanzamiento | 279€ |
Fecha de lanzamiento | 27 enero 2022 |
Como se puede ver, la GeForce RTX 3050 cuenta con nada menos que 2.560 núcleos CUDA, más del doble de lo que tiene la GTX 1650 que, según NVIDIA, es la gráfica a la que sustituye. También según datos de NVIDIA, esta GPU es capaz de ofrecer hasta 9 TFLOPS en operaciones de precisión simple, hasta 18 RT-TFLOPS y hasta 73 Tensor-TFLOPS para trazado de rayos y procesos de IA, por lo que NVIDIA la «viste» como una gráfica ideal para poder disfrutar de Ray Tracing y DLSS sin complicaciones.
Parece claro que NVIDIA está «estirando» la arquitectura Ampere hasta la saciedad, pero dado como está el mercado de tarjetas gráficas en la actualidad parece algo normal su estrategia: hay escasez de componentes, las nuevas GPUs llegan a cuentagotas a las tiendas y lo hacen a precios muy por encima de los establecidos por el fabricante, precisamente a causa de esta escasez.
Lanzar ahora una nueva tarjeta gráfica de gama media pero que propone un notable incremento de rendimiento en comparación con la generación anterior y que añade Ray Tracing y DLSS parece, por lo tanto, una excelente idea, máxime cuando lo hace a un precio de venta recomendado bastante asequible si tenemos en cuenta cómo están las cosas: 279 euros.
Hace ya una década, NVIDIA presentó su primera GPU «clase 50», que ofrecía a los jugadores un gran rendimiento con su última arquitectura disponible y a un precio asequible. Fue el primer paso hacia la «era GTX» de la marca, y en la actualidad tres de las 5 GPUs más utilizadas en Steam son GTX 50, con la GTX 1050 siendo la más exitosa de ellas. Cuando esta gráfica se lanzó al mercado en 2016, permitía impulsar los mejores juegos del momento a más de 60 FPS, pero dado que los requisitos técnicos de los juegos han aumentado con el tiempo, esta gráfica ya no puede seguir el ritmo, y de hecho incluso las GTX 1050 Ti o las más modernas GTX 1650 son incapaces de mantener 60 FPS en los juegos actuales.
Por este motivo, NVIDIA ha lanzado ahora la RTX 3050, que sustituye a las GTX anteriores. Con esta gráfica, por primera vez los jugadores podrán ver el trazado de rayos en todo su esplendor a más de 60 FPS, y eso con una GPU «clase 50». Además, la RTX 3050 es más accesible que nunca, ya que como hemos comentado tiene un precio de venta recomendado bastante comedido (aunque luego ya veremos a qué precio llega a las tiendas).
La arquitectura de GPU NVIDIA Ampere ha supuesto uno de los mayores saltos generacionales para la marca, y eso es indudable. El fabricante era consciente de que era necesario un gran salto de rendimiento con respecto a su anterior arquitectura Turing para poder inspirar a los creadores de contenido a crear el siguiente nivel y actualizar la base en la que basaban sus creaciones hasta ahora.
Unboxing y análisis externo
NVIDIA no ha lanzado (ni va a lanzar) ningún modelo propio (Founders Edition) de la RTX 3050, así que nos han enviado un modelo personalizado de ensamblador, en este caso de Gigabyte. Concretamente, estamos ante la Gigabyte GeForce RTX 3050 Gaming OC 8G, una gráfica que viene equipada con su habitual disipador WINDFORCE 3X de triple ventilador que tan buenos resultados suele dar.
En la parte frontal del embalaje el fabricante no nos cuenta nada, salvo que la gráfica tiene RGB Fusion 2.0, su disipador WINDFORCE y que cuenta con overclock de fábrica; es en la parte posterior en la que sí que nos da algo más de información, pero se centra esencialmente en las tecnologías de su disipador WINDFORCE 3X. Curiosamente no tenemos especificadas velocidades de reloj ni ningún dato técnico del producto.
Aparte de un escueto folleto de inicio rápido, Gigabyte no incluye ningún otro accesorio con esta tarjeta gráfica, así que vamos a verla ya por fin.
Estamos como podéis apreciar ante una RTX 3050 sobredimensionada en tamaño para poder integrar el disipador de triple ventilador de Gigabyte. Los tres ventiladores, de 92 mm de diámetro, están estriados y con 11 aspas bastante finas pero muy inclinadas para favorecer una mejor presión estática. Si os fijáis, a simple vista ya se puede ver que el ventilador central girará en sentido opuesto a los dos exteriores, generando turbulencias y mejorando así el flujo de aire en el disipador interior.
En la parte trasera, el fabricante ha integrado un enorme backplate metálico para darle una mayor rigidez al conjunto. Podemos apreciar que cuenta con una gran «ventana» en la parte trasera, donde no hay PCB, y dado que tiene uno de los ventiladores justo ahí eso favorecerá la salida del aire caliente sin impedimentos.
El disipador interno está dividido en dos bloques de láminas de aluminio, cada uno de ellos atravesado por un único heat pipe de cobre de 8 mm de diámetro. En esta zona superior de la gráfica podemos ver que necesitaremos conectar un conector PCIe de 8 pines de la fuente de alimentación.
En la zona inferior no vemos ningún detalle remarcable, pues ahí es donde está el zócalo PCIe 4.0 de la gráfica para conectarla a la placa base. Sí que volvemos a ver una gran perforación que nos permite ver las láminas de aluminio y ese disipador interno dividido en dos bloques.
Resulta curioso que, si bien la RTX 3050 es una gráfica con un PCB bastante corto y que permitiría a los ensambladores crear gráficas bastante compactas, Gigabyte ha decidido aumentar su longitud bastante solo para poder incorporar este enorme disipador WINDFORCE 3X. Ya veremos luego si esto da buen resultado o no, porque al fin y al cabo hemos de recordar que la GPU tiene un TDP de 130W y, por consiguiente, no debería calentarse demasiado y en teoría con un disipador bastante más pequeño deberíamos tener suficiente.
En la parte trasera de la gráfica tenemos la habitual rejilla que ocupa el slot de arriba (estamos ante una gráfica estándar de 2 slots) y las salidas de vídeo en la zona inferior. Esta RTX 3050 de Gigabyte incorpora dos HDMI y dos DisplayPort, en lugar de un HDMI y 3 DisplayPort que es lo que definió NVIDIA en primera instancia.
Finalmente, en la parte posterior no hay ningún detalle significativo.
Vista la gráfica por fuera, vamos a proceder a conectarla a nuestro banco de pruebas para comprobar qué tal se comporta a la hora de la verdad.
Equipo de pruebas y configuración
Para probar esta RTX 3050 hemos utilizado nuestro bando de pruebas Intel Alder Lake-S, consistente en el siguiente hardware:
- Intel Core i9-12900K
- ASUS ROG MAXIMUS Z690 Hero
- 2 x 16 GB TeamGroup Delta RGB DDR5 6200 MHz
- TeamGroup A440 Pro 2 TB
- CORSAIR RM1000i
El sistema operativo utilizado ha sido Windows 11 con todas las últimas actualizaciones instaladas, mientras que los controladores gráficos que hemos empleado han sido los NVIDIA GeForce 511.32 Game Ready (BETA), proporcionados por NVIDIA para este análisis (en el momento de redactar estas líneas los últimos disponibles son los 511.23, pero esta versión que añade compatibilidad con la RTX 3050 se lanzarán precisamente en el lanzamiento de la gráfica y además WHQL y no BETA).
Lo primero de todo, como siempre, es comprobar qué información nos arroja GPU-Z sobre la tarjeta gráfica, ya que este modelo custom de Gigabyte no tiene, como decíamos, especificadas sus frecuencias de reloj en el embalaje y, en teoría, tiene overclock de fábrica.
Como podemos apreciar, este modelo custom de Gigabyte sí que eleva la frecuencia Boost un poco con respecto a la referencia definida por NVIDIA, pues sube la frecuencia desde los 1.777 MHz que decía NVIDIA hasta los 1.822 MHz, un incremento de 45 MHz en la frecuencia Boost en total.
Consumo y temperatura
En principio, esta es una tarjeta gráfica con apenas 130W de TDP, que no es mucho ni poco pero que en principio no debería elevar demasiado ni el consumo global del sistema, ni la temperatura de funcionamiento (máxime con el inmenso disipador que Gigabyte le ha instalado a este modelo personalizado).
Para medir la temperatura hemos utilizado el software CORSAIR iCUE, y la hemos medido tanto en reposo (Idle) como sometida a carga utilizando FurMark durante 10 minutos (Load). Hay que tener en cuenta una cosa, y es que esta gráfica en particular tiene funcionamiento híbrido en sus ventiladores, lo que significa que cuando la GPU está en reposo y la temperatura baja de cierto punto, los ventiladores están completamente parados para que quede completamente en silencio.
Este ha sido el resultado (mostramos el Delta de temperatura, es decir, la temperatura medida menos la temperatura ambiente, de manera que si varía esta última, el resultado sigue siendo apto para comparar).
Como podemos ver, la temperatura de funcionamiento en reposo es, quizá, ligeramente alta, pero esto es porque como os hemos comentado los ventiladores están parados cuando la gráfica está en reposo para reducir el ruido emitido. La temperatura de funcionamiento cuando sometemos la GPU a máxima carga sube bastante más de lo esperado, si bien es cierto que a pesar de ello sigue estando dentro del rango bajo de temperaturas soportables para esta GPU (soporta hasta 93ºC y, con 24ºC de temperatura ambiente, llegó a 71,5º C como máximo).
Eso sí, aquí debemos de comentar un punto negativo pero más que de la GPU, del modelo personalizado por Gigabyte: a máxima carga, los ventiladores se convierten en rumorosos, y eso que no estaban al 100% todavía.
En cuanto al consumo, lo que hemos hecho ha sido medir el consumo del equipo utilizando la gráfica integrada y luego hacer lo propio con esta RTX 3050 instalada: la diferencia de ambos consumos es lo que suma la GPU, y por lo tanto su consumo medido real. Esto lo hemos hecho con un medidor de enchufe Efergy eSocket, y hemos tomado el dato máximo medido.
No os resultará complicado apreciar que el consumo de esta GPU es más que aceptable, especialmente en reposo puesto que apenas está incrementando en 12 vatios el consumo general del sistema. A máxima carga, la resta nos ha dado 118,9 vatios de consumo de la GPU, y al final, tras ver su rendimiento, determinaremos si esto es mucho o poco.
Pruebas sintéticas
Vamos a comenzar viendo el rendimiento sintético de esta gráfica en algunos de los benchmarks más conocidos, como 3DMark. A continuación podéis ver los resultados que nos ha dado en Fire Strike, Fire Strike Extreme y Fire Strike Ultra.
Los resultados obtenidos son bastante interesantes, ya que esta RTX 3050 se muestra muy solvente, especialmente en la prueba Fire Strike que emula juegos a resolución 1080p. De hecho, según este mismo benchmark podríamos jugar a Battlefield V a 1440p y con los ajustes gráficos al máximo (Ultra) a más de 55 FPS (ya veremos luego si eso es verdad o no).
Uno de los puntos que NVIDIA destaca en la RTX 3050 es el hecho de que le da acceso a las tecnologías del trazado de rayos y DLSS a un abanico más amplio de usuarios (debido a su bajo precio), así que aprovechamos que 3DMark también cuenta con una prueba de rendimiento utilizando DLSS para ver qué tal se comporta esta GPU.
Podemos ver la evidente diferencia de rendimiento que encontramos en esta prueba: con DLSS desactivado, la RTX 3050 ha sido capaz de generar apenas 16,64 FPS en la prueba, pero activando DLSS esta cifra se ha visto incrementada hasta los 41,58 FPS, multiplicando casi por 2,5 el rendimiento y convirtiendo algo casi in jugable, a jugable.
Rendimiento de la NVIDIA RTX 3050 en juegos
Antes de pasar a ver el rendimiento en juegos, queremos enseñaros una prueba adicional a tenor del DLSS que hemos realizado utilizando el benchmark integrado en el juego Shadow of the Tomb Raider, ya que de esta manera tendremos un dato empírico real del rendimiento que podemos esperar con esta GPU.
Estamos ante una gráfica diseñada para ofrecer un gran rendimiento a resolución 1080p, si bien es cierto que muchos títulos son también jugables con mayores resoluciones y sin demasiados inconvenientes, pero cuando lo que buscas es jugar en Full HD a altas frecuencias de refresco (recordemos además que esta gráfica es compatible con la tecnología G-SYNC de frecuencia adaptativa).
Así, en Shadow of the Tomb Raider con DLSS activado, a resolución 1080p y con los ajustes gráficos al máximo, hemos obtenido una media de 125 FPS, pero incluso más interesante que esto es que los FPS nunca han caído por debajo de 98, dándonos una experiencia de juego óptima.
Este ha sido el resultado que hemos obtenido midiendo el rendimiento de esta RTX 3050 de NVIDIA en otros títulos, siempre a resolución 1920 x 1080 y con los ajustes gráficos al máximo. Hemos medido, además, dos veces en cada juego: una sin Ray Tracing ni DLSS y otra con estas dos tecnologías habilitadas, de manera que podamos ver la diferencia.
Salvo en Shadow of the Tomb Raider y en Control, en el resto de juegos en los que hemos probado esta tarjeta gráfica el rendimiento se ve reducido al habilitar el trazado de rayos, pero no en exceso gracias a haber habilitado al mismo tiempo DLSS. El resultado es que tenemos una notable mejoría gráfica a cambio de unos pocos FPS, pero con todo, seguimos hablando de que estamos jugando con todo al máximo e incluyendo trazado de rayos y con un rendimiento más que aceptable, pues en ningún momento ha bajado de 60 FPS en ninguno de los juegos.
En Shadow of the Tomb Raider y Control, de hecho, el rendimiento se ha visto incrementado; parece ser que la mejoría de FPS que nos da habilitar DLSS es mayor a los FPS que perdemos al habilitar el trazado de rayos, lo cual es una excelente noticia puesto que además de tener una mejor calidad gráfica, tenemos un rendimiento mejor al mismo tiempo.
Conclusión sobre la NVIDIA RTX 3050
Con la inclusión de esta GeForce RTX 3050 a su catálogo, NVIDIA pone al alcance de un mayor número de usuarios sus últimas tecnologías de trazado de rayos y DLSS 2.0, puesto que a pesar de que en el momento de escribir esto todavía no se conoce el precio al que veremos esta gráfica en las tiendas, el PVP recomendado por NVIDIA es de 279 euros, un precio bastante competitivo teniendo en cuenta cómo está el mercado de tarjetas gráficas pero, sobre todo, teniendo en cuenta el rendimiento que ofrece.
Con un rendimiento más que sobrado para poder disfrutar de todos los últimos juegos con los ajustes gráficos al máximo y a altas tasas de FPS a resolución Full HD, la RTX 3050 deja en la estacada a las gráficas top ventas de NVIDIA hasta la fecha (las GTX 1660 y GTX 1660 Ti, que están en el top 5 de Steam sin ir más lejos), añadiendo además DLSS y Ray Tracing a la ecuación, todo ello con un consumo bastante contenido teniendo en cuenta su rendimiento.
La lástima de todo esto es que, dado que NVIDIA no lanzará modelos Founders Edition propios de esta tarjeta gráfica, el tema del precio y la personalización queda exclusivamente en manos de los ensambladores; en este análisis hemos visto el modelo de Gigabyte, con un ligero overclock en la frecuencia Boost y con un disipador sobre dimensionado para garantizar una buena temperatura (a expensas de ruido, todo sea dicho), pero todas las marcas con las que trabaja NVIDIA lanzarán sus modelos propios y lo harán a los precios que les parezca oportuno.
Por ello, y por cómo está el mercado, vemos complicado ver RTX 3050 a 279 euros en las tiendas, aunque este es nuestro punto de vista. El 27 de enero de 2022 es la fecha de disponibilidad marcada por NVIDIA, y será cuando salgamos de dudas.
Con todo, creemos que esta tarjeta gráfica es merecedora de nuestro galardón de Oro, así como nuestra recomendación por su excelente relación prestaciones / precio.