El mercado de los ordenadores portátiles está copado por una ingente cantidad de modelos diferentes, con diferentes especificaciones técnicas. Por este motivo, son los portátiles de uso específico los que se están llevando el gato al agua a la hora de suplir con las necesidades de los usuarios, y un ejemplo perfecto es el equipo que analizamos en este artículo, el nuevo ASUS ProArt PX13, un portátil convertible diseñado específicamente para diseñadores, artistas y creadores de contenido que necesitan combinar potencia y calidad para poder usar en allá donde estén.
La familia de productos ProArt de ASUS está enfocada precisamente a usuarios creativos que necesitan poder trabajar en su portátil allá donde estén, con todas las garantías tanto de tener un equipo fácil de llevar de un sitio a otro, como de rendimiento y características centradas en el trabajo que tienen que desempeñar. Y por supuesto, este ASUS ProArt PX13 no es una excepción.
ASUS ProArt PX13, especificaciones técnicas
ASUS ProArt PX13 | |
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Procesador | AMD Ryzen AI 9 HX 370 (12 núcleos, 24 hilos hasta 5.1 GHz) |
Procesador IA | XDNA hasta 50 TOPs |
Memoria RAM | 32 GB LPDDR5X soldados en placa |
Tarjeta gráfica | AMD Radeon 890M integrada NVIDIA RTX 4060 Laptop 8 GB |
Almacenamiento | 1 TB PCIe 4.0 NVMe SSD |
Pantalla | 13,3 pulgadas OLED 2880 x 1800 píxeles 0,2 ms y 60 Hz 400 nits (500 nits pico) VESA HDR True Black 500 Táctil |
Teclado y touchpad | Teclado tipo chiclet retroiluminado Touchpad de precisión con DialPad |
Sonido | Tecnología de amplificación inteligente Altavoz incorporado Matriz de micrófonos incorporada harman/kardon (prémium) |
Comunicaciones | Cámara HD con función IR compatible con Windows Hello Wi-Fi 7(802.11be) (Triple banda) 2*2 Bluetooth 5.4 |
Conectividad | 1 x USB 3.2 de 2.ª generación tipo A 2x USB 4.0 Gen 3 Tipo-C con soporte para pantalla/entrega de energía (velocidad de datos de hasta 40 Gbps) 1x HDMI 2.1 FRL 1 x Conector de audio combinado de 3,5 mm 1 x Entrada de CC Lector de tarjetas micro-SD 4.0 |
Batería | 73 Wh |
Alimentación | Adaptador de CA de 200W |
Dimensiones | 29.82 x 20.99 x 1.58 ~ 1.77 cm |
Peso | 1,38 Kg |
Precio | Desde 2.299€ |
La primera característica llamativa de este portátil es la incorporación de uno de los últimos procesadores de AMD, el Ryzen AI 9 HX 370 de 12 núcleos y 24 hilos de proceso a una velocidad máxima de 5.1 GHz, con una NPU integrada capaz de dar 50 TOPs para IA. A esto hay que sumarle que incorpora una gráfica integrada Radeon 890M que ya de por sí es excelente, especialmente por su consumo, pero este equipo está pensado para usuarios que necesitan más, y por ello lleva una RTX 4060 8 GB dedicada, algo que hace a este portátil apto incluso para juegos.
Junto con este procesador y gráfica encontramos 32 GB de memoria RAM LPDDR5X soldados en placa, más que de sobra para la inmensa mayoría de usuarios, así como el ya habitual SSD PCIe 4.0 de 1 TB de capacidad.
Pero si duda una de las cosas más interesantes de este equipo para personas creativas es su pantalla, de 13,3 pulgadas y matriz OLED que porta una resolución de 2880 x 1800 píxeles y apenas 0,2 ms de tiempo de respuesta, aunque eso sí, los 60 Hz de frecuencia de refresco nos parecen bastante poco para una pantalla OLED, y lo aleja un poquito de los estándares gaming actuales.
Sin embargo, este no es un portátil gaming en absoluto a pesar de que por sus especificaciones de hardware sirva perfectamente para ello, por lo que otra de sus características llamativas es su portabilidad: con solo 1.77 cm de grosor en su parte más gruesa y apenas 1.38 Kg de peso, es un portátil manejable y cómo de llevar de un sitio para otro, y a pesar de su tamaño y peso está equipado con la última tecnología de refrigeración de ASUS que garantiza un funcionamiento a buena temperatura, y con una conectividad excelente que incluye WiFi 7.
En líneas generales, y ciñéndonos a su hoja de especificaciones, este ASUS ProArt PX13 se postula como una elección excelente para trabajar en cualquier parte, con potencia de sobra y con una envidiable portabilidad. Vamos a ponerlo a prueba a ver si en un escenario real se comporta tan bien como parece.
Unboxing y análisis externo
El ASUS ProArt PX13 viene embalado en una caja de cartón negro en cuyo exterior tan solo encontramos que pertenece a la familia ProArt, salvo por la habitual pegatina en la parte trasera que enumera algunos de sus componentes de hardware.
En el interior encontramos dos cajas, una con el portátil y otra con la fuente de alimentación y accesorios.
Entre los accesorios, tenemos la fuente de alimentación externa de 200W de potencia, el cable de corriente, un adaptador para tener puerto RJ-45 a través de USB, y el ASUS Pen 2.0 que ya conocemos.
Una de las cosas malas, y que no entendemos muy bien, es que ASUS ha optado por utilizar un conector de alimentación estándar en lugar de ceñirse al USB-C tan habitual ya hoy en día, que como bien sabéis puede suministrar hasta 240W de potencia, sobrado para este equipo.
El ASUS Pen 2.0 es un accesorio muy interesante porque como hemos visto en las especificaciones, la pantalla es táctil y como este equipo está orientado a creativos, viene perfecto para poder dibujar.
Finalmente, como el ASUS ProArt PX13 es bastante delgado, no lleva conector RJ-45 en el propio portátil, pero por suerte ASUS ha tenido a bien incluir entre los accesorios un adaptador para poder conectar el equipo a la red cableada utilizando un USB.
Vamos ahora con la otra caja, la que contiene el portátil. Bajo él encontramos los habituales panfletos informativos.
Y aquí tenéis el ASUS ProArt PX13, de color negro y un aspecto casi minimalista, al menos por la parte superior. Solo destaca el logo y el nombre de ASUS ProArt.
Si volteamos el portátil para ver la parte inferior nos topamos con dos enormes bandas de goma que no solo sirven para evitar que el equipo se mueva de su sitio mientras lo utilizamos, sino también para elevarlo un poquito de la superficie para que pueda respirar, ya que como podéis observar también aquí hay dos rejillas de ventilación.
En la cara frontal solo encontramos una hendidura para poder abrir más cómodamente la tapa de la pantalla.
En el lado izquierdo tenemos una rejilla de salida de aire, el conector de alimentación, la salida de vídeo HDMI, un USB-C, el conector minijack combo y un LED indicador de estado de la batería.
En el lateral derecho lo que tenemos es el botón de encendido, un lector de tarjetas microSD, un solitario USB-A y otro USB-C, aparte de otra salida de aire caliente.
Finalmente, en la parte posterior tenemos una enorme rejilla de salida de aire, así como las dos bisagras.
Las bisagras ocupan todo el grosor del portátil porque son de 360 grados, es decir, podremos abrir completamente la pantalla hasta darla la vuelta del todo, algo que es ideal para quienes quieran usar el equipo para dibujar, por ejemplo.
Desplegamos la pantalla y lo primero que nos llama la atención es que tiene acabado brillante. Es una desventaja de las pantallas OLED que usa ASUS, pero ya hemos visto muchas veces antes que luego con la pantalla encendida no molesta prácticamente nada salvo que tengas una fuente de luz justo detrás.
Como decíamos hace un momento, las bisagras son de 360 grados y eso nos permite girar la pantalla tanto como queramos, incluso poniéndola al revés para usar el portátil en modo tableta.
El teclado es de formato compacto, de tipo chiclet y por supuesto retroiluminado en color blanco. Las letras son bastante grandes y están centradas, y se ven bastante bien incluso sin la retroiluminación encendida.
Aquí podéis ver las teclas más de cerca.
El touchpad tiene un tamaño bastante generoso, y en la esquina superior izquierda cuenta con el ASUS DialPad para configurar acciones avanzadas en muchos de los programas de diseño, como ya hemos visto muchas otras veces antes. También en la esquina superior derecha tiene otro pulsador especial para acciones como hacer zoom o subir y bajar el brillo.
La pantalla no difiere en demasía de otros portátiles de la serie ProArt de ASUS, con bordes muy finos y con los sensores y webcam en la parte superior.
Visto cómo es por fuera, ha llegado la hora de ponerlo en funcionamiento para ver qué tal se comporta.
Probando el ASUS ProArt PX13
Como siempre, nada más encender el equipo nos recibe el logo de la familia ProArt, y tendremos que esperar unos segundos hasta que salte el asistente de configuración de Windows 11, que viene instalado de fábrica.
Por supuesto, al encenderlo también se ilumina el teclado.
Con mucha luz ambiental se ve bien, pero es que incluso estando totalmente a oscuras se ve perfectamente.
Pasados unos segundos, tendremos que pasar por el trámite de configurar Windows 11 y dejar que se actualice. Esto no es cosa de ASUS, es de Microsoft, y aunque sea tedioso es algo que hay que hacer para poder usar el equipo la primera vez.
Una vez pasado el trámite, ya tenemos el ASUS ProArt PX13 listo para utilizar.
Así que como siempre, antes de pasar a las pruebas sintéticas de rendimiento y demás, os vamos a dar nuestra valoración subjetiva. Para empezar, el ASUS ProArt PX13 es un equipo muy cómodo de llevar de un sitio para otro, y es que el tamaño de 13,3 pulgadas nos parece el ideal para esto porque los equipos de 15,4 pulgadas o más, a pesar de ser más cómodos a la hora de utilizarlos, se hacen un poco «trasto» a la hora de transportarlos, mientras que pantallas más pequeñas que estas 13,3 pulgadas ya nos parece demasiado poco para usar cómodamente un ordenador de trabajo.
La pantalla OLED se muestra como siempre excelente, con unos colores muy vivos y un brillo muy notorio. Es una pena eso sí que la pantalla tenga solo 60 Hz de frecuencia de refresco, porque incluso aunque no vayamos a usar el equipo para juegos es algo que se nota mucho hasta en el escritorio, con transiciones y movimientos de ventanas más fluidos.
En general, el equipo se siente bastante ágil a la hora de moverse y abrir aplicaciones, y aunque vamos a analizar ahora un poco más en profundidad el tema del ruido y la temperatura, desde ya podemos deciros que el equipo es muy silencioso en reposo, apenas se percibe que está en funcionamiento, y el calor generado permite utilizarlo sobre las piernas sin demasiado problema, más todavía si quieres usarlo por ejemplo para dibujar con la pantalla totalmente doblada, ya que en este caso tendrías el teclado sobre las piernas (que, por cierto, se desactiva solo para evitar pulsaciones accidentales cuando está en esta posición).
Finalmente, tenemos que hablar de su autonomía. Los 73 Wh no son gran cosa en comparación con otros equipos pero en el caso de este ASUS ProArt PX13 nos parece más que suficiente; en nuestras pruebas, con una utilización liviana la batería nos ha durado algo más de 6 horas hasta que saltó el aviso de que estaba al 10%. Con una utilización fuerte, dándole mucha caña al equipo casi sin parar, nos ha durado 2 horas y 15 minutos, que no está nada mal. Estimamos que con un uso normal debería de durar aproximadamente unas 4 horas, pero esto como siempre depende del uso.
Ruido y temperatura
Como hemos mencionado hace un momento, el ASUS ProArt PX13 es un equipo bastante silencioso cuando está en reposo; sus ventiladores están en funcionamiento siempre, no funciona nunca de forma pasiva, pero tendrías que estar en absoluto silencio y acercarte bastante para percibirlos. Sometido a máxima carga la cosa cambia y sí que se le escucha, pero tampoco tanto como para que sea molesto… no hace más ruido que el típico ventilador de mesa.
Estamos ante un portátil equipado con hardware bastante potente, y eso es sinónimo de altas temperaturas. Sin embargo, el sistema de refrigeración de ASUS se muestra no solo muy eficiente sino también efectivo, de manera que el equipo en reposo ronda los 50-55ºC para que los ventiladores no hagan nada de ruido, pero sometido a máxima carga aunque los ventiladores aceleran la temperatura se mantiene en unos más que dignos 84ºC con unos 24ºC de temperatura ambiente, un valor más que adecuado especialmente teniendo en cuenta su pequeño tamaño.
Y por cierto, tal y como también dijimos antes, este es un portátil con el que no hay problema para utilizarlo sobre las rodillas; muchos portátiles, especialmente los diseñados para portabilidad como es este modelo, suelen pecar de calentarse hasta el punto de que se hace incómodo utilizarlos en ciertas situaciones, como sobre las rodillas, y no es el caso del ProArt PX13. Sí se nota caliente, por supuesto, pero ni quema ni es molesto.
Benchmarks sintéticos
Comencemos como siempre mostrando las capturas de rigor para ver el hardware del equipo, comenzando con CPU-Z.
Como suele pasar con la memoria LPDDR5X soldada, el software no detecta correctamente su velocidad de funcionamiento, sin novedad en el frente. La RAM del ASUS ProArt PX13 funciona a 7.500 MHz efectivos realmente.
En cuanto a la gráfica, como hemos mencionado tenemos entre manos una de las nuevas Radeon 890M integrada, así como la RTX 4060 Laptop dedicada. Podemos verlo con GPU-Z, aunque en el caso de la nueva integrada esta versión todavía no detecta correctamente su velocidad de funcionamiento.
Ahora sí, vamos a comenzar viendo el rendimiento del SSD con CrystalDisk Mark.
El equipo monta el ya casi tradicional SSD PCIe 4.0 de 1 TB de capacidad, con un rendimiento que ronda los 5 GB/s tanto de lectura como de escritura, así que nada nuevo bajo el sol pero tampoco nada que objetar. No debe faltar mucho, no obstante, para que comencemos a ver SSD PCIe 5.0 también en portátiles.
Pasemos a ver qué tal se comporta la RAM, uno de los aspectos que siempre preocupa más cuando tratamos con procesadores de AMD porque llevan arrastrando problemas en su controladora desde la era Bulldozer. Este procesador que monta el ASUS ProArt PX13 es de nueva generación, así que veamos si hay sorpresa, y para ello vamos a utilizar inicialmente Aida64.
Pues oye, los datos de rendimiento que arroja este benchmark no están nada pero que nada mal. Esta misma memoria en equipos con procesador AMD de anterior generación nos daba unos 65 GB/s de lectura y 75 GB/s de copia, y ahora los datos son bastante mejores (el rendimiento de escritura permanece igual).
Al menos en este benchmark se coloca a la altura de los portátiles con procesador Intel, así que vamos a someter al equipo a una prueba de SuperPi para ver el rendimiento en una situación más realista. Este benchmark obligará al procesador a calcular 32 millones de decimales del número Pi en una tarea que es exigente tanto para el procesador como para la RAM.
Pues sí, esta es la prueba de que, al menos en este portátil de ASUS, parece que AMD se ha puesto las pilas en cuanto a rendimiento de la memoria. Vale que esos casi 7 minutos siguen por debajo de los 5 o incluso menos que logramos en plataformas Intel, pero ya no son los más de 11 minutos que se tardaba con esta misma memoria en plataformas AMD de generación pasada.
Vamos a pasar ahora a una prueba de render para el procesador, utilizando Cinebench 2024.
Pues los datos son bastante buenos, aunque tampoco vemos un incremento demasiado grande con respecto a la generación pasada. Lo que sí es cierto es que para renderizado de escenas en 3D el ASUS ProArt PX13 nos va a dar un rendimiento excelente.
Como estamos ante un portátil diseñado casi casi para profesionales, vamos a ver qué rendimiento ofrece en otro tipo de herramientas de renderizado, empezando por Blender.
Bueno, el rendimiento que entrega el portátil no llega obviamente a lo que conseguiremos con un PC de sobremesa de alta gama, pero sin duda no se queda demasiado lejos, especialmente si tenemos en cuenta que tenemos entre manos un portátil de poco más de un kilo de peso. El resultado es excelente.
Veamos ahora qué resultados obtenemos con Octane Bench.
Las cifras que nos arroja este benchmark son más o menos las esperadas, aunque sí es cierto que en las pruebas con path tracing flojea bastante en comparación con Intel.
Vamos ahora a pasar a unas pruebas más generales del rendimiento global del equipo, y empezamos con Geekbench tanto para CPU como para GPU.
Nuevamente, el resultado es más o menos el esperado para un procesador de portátil de alta gama de AMD, nada sobresaliente pero sí bastante notable. EL rendimiento de la RTX 4060 se desenvuelve como siempre, es una gráfica idónea para un equipo de estas características y propósito.
Continuamos con PCMark 10, un benchmark que mide desde el rendimiento a la hora de navegar por Internet hasta de ofimática, pasando por videoconferencia y un largo etcétera de cosas.
De nuevo el resultado es el esperado, y nos viene a decir que este ASUS ProArt PX13 se desenvuelve de maravilla en cualquier tipo de tarea que necesites realizar con él.
Para ir terminando con las pruebas sintéticas, nos queda ver el rendimiento 3D del equipo, aunque repetimos que no es un portátil gaming. Sin embargo, tanto la Radeon 890M integrada como la RTX 4060 se prestan para ello, así que veamos qué nos dice 3DMark. Comenzamos con la prueba Fire Strike que usa la API gráfica DirectX 11.
Pues más o menos lo que era de esperar para un equipo con CPU de alta gama y una RTX 4060: unos 80 FPS o más en títulos como Battlefield V en calidad Ultra y a 1440p. Pero vamos a ver qué pasa con Time Spy, que usa DirectX 12.
Pues mejor todavía, algo normal ya que la RTX 4060 es una gráfica moderna y la API DirectX 11 ya está un poco anticuada, todo sea dicho. Para terminar, nos queda ver el rendimiento en trazado de rayos en tiempo real con Speed Way.
De nuevo lo esperable, ya que con Ray Tracing el rendimiento baja bastante. Sin embargo, 70 FPS de media esperable en los juegos está muy pero que muy bien.
Conclusión y veredicto
La serie ProArt de ASUS es mucho más que portátiles de altas prestaciones, son un sello de garantía de que estamos comprando un portátil robusto, portable, de máxima calidad y con un gran rendimiento, y este ProArt PX13 es un ejemplo claro de ello. El equipo no solo nos ha mostrado un muy buen rendimiento en todas las pruebas, (incluso en las de memoria RAM), sino que además nos proporciona una ingente batería de características diseñadas para creadores de contenido y artistas.
Por ejemplo, tenemos la pantalla OLED táctil que se puede colocar en modo tableta, el ASUS Pen 2.0 incluido entre los accesorios o el ASUS DialPad para que el uso de cualquier software de edición sea mucho más cómodo, por no hablar de que todo esto va embutido en un equipo ligero y fácil de transportar a cualquier parte que además tiene grandes opciones de conectividad. ¿Qué más se le podría pedir?
Bueno, pues como casi siempre podríamos pedirle que fuera algo más barato, puesto que el equipo analizado tiene un precio que parte de los 2.299 euros, así que aunque a nosotros nos parece que lo vale, realmente es bastante dinero. Con todo, creemos que es merecedor de nuestro galardón de Oro, así como nuestra recomendación por su diseño.