Hoy analizamos un periférico un tanto atípico: una mesa gaming. Hasta el pasado mes de junio, Drift estaba centrada en las sillas gaming, pero ahora han decidido dar un paso más y lanzar mesas gaming. En junio, la compañía anunció las DZ200 y DZ300, y hoy analizamos la Drift DZ200, un modelo asequible que ofrece mucho más que una mesa del mismo precio del IKEA.
Índice
El mercado de las mesas gaming ha empezado a despuntar en los últimos años, y actualmente encontramos mesas que se adaptan a todas nuestras necesidades con diversas mejoras orientadas al uso de una mesa dedicada para ordenador, como soporte para auriculares, para la bebida, o una zona en la que pasar y ocultar cables.
Drift DZ200, características técnicas
Dimensiones | 140 (Largo) x 65 (Ancho) x 75 cm (Alto) |
Peso | 23 kg |
Tablero | Madera, acabado en melanina imitando fibra de carbono |
Alfombrilla | Sí, cubre toda la mesa |
Organización | Compartimento de almacenaje y organización de cables |
Soportes | Auriculares y bebidas |
Precio | 179,99 euros |
La Drift DZ200 es una mesa gaming de madera con acabado de melamina de fibra de carbono. Cuenta con unas patas y una estructura de metal debajo del tablero que le otorgan robustez y estabilidad. La mesa soporta hasta 80 kg de peso, por lo que podemos poner múltiples pantallas e incluso un ordenador encima sin problemas.




Las medidas del tablero son de 140 x 65 cm, con 75 cm de altura, la cual es regulable unos 3 centímetros gracias a unas patas de goma que pueden ajustarse en altura mediante rotación. La Drift DZ200 incluye una alfombrilla de tamaño completo que cubre toda la mesa, por lo que no tendrás que preocuparte en comprar una alfombrilla para tu ratón. Las dimensiones varían a lo largo de la mesa ya que hay partes más cortas que otras, y que dependen también de las piezas que montemos. Así, con la pieza de fondo adicional montada, tenemos una profundidad de 62 cm (medido en el centro de la mesa), que serían 56 cm sin ella. En los laterales, tenemos una profundidad de 60 cm. La profundidad máxima es de 65 cm si incluímos todo el volumen de la mesa.
Unboxing
La caja sorprende por lo compacta que es, y es que el panel principal viene dividido en dos partes. Esto hace que el transporte de la Drift DZ200 sea muchísimo más cómodo, y puedes volver a empaquetarla para llevarla en cualquier coche sin tener que hacer maniobras extrañas, lo cual es un punto muy a favor si cambias de casa o te trasladas con frecuencia.


Al abrir la caja, encontramos todo el material muy compacto en el interior. Lo primero que sacamos son las dos patas de la mesa, seguidas de las demás piezas que ayudarán a formar el armazón de metal.



Dentro tenemos también dos cajas, donde una de ellas incluye la alfombrilla que cubre toda la mesa, con un acabado suave por la parte de arriba y adherente con goma en la de abajo y unos bordes en negro, y la de los tornillos, destornillador y demás elementos.



Sacando todo eso de en medio tenemos un doble fondo en el cual vienen los tableros de la mesa. La mesa de madera en sí está dividida en tres partes, con dos tableros de madera formando la mesa principal, y un tercer tablero de madera que le da los 6 centímetros de profundidad adicionales que nos vendrán genial para poder llevar el monitor algo más al fondo de la mesa. Los tableros son de madera y cuentan con un acabado con melamina que emula la fibra de carbono. Esta capa es bastante resistente a rayajos y mejorará considerablemente la durabilidad de la mesa.


También encontramos dos embellecedores divididos en cuatro piezas, las cuales se unen en las patas inferiores de la mesa. Encontramos también una guía de instalación muy resumida y que tendremos que mirar varias veces para saber dónde va cada tornillo con precisión. Encontramos también dos pegatinas de DRIFT cuya colocación ha de ser en el lateral de las patas.



Abriendo una de las cajas interiores encontramos el sujetador de cables, el posavasos, dos estructuras de metal que unirán el tablero con el armazón de metal, y otras dos piezas de metal para unir el sujetador de cables con el tablero.





Abriendo la bolsa de los tornillos encontramos 18 tornillos de rosca con llave de Allen que nos servirán para ensamblar la estructura de metal, mientras que los otros 26 son tornillos de madera que nos permitirán unir los tableros entre sí y a la estructura de metal. También encontramos otros cuatro tornillos que son para unir el sujetador de cables.




A su vez, encontramos las cuatro patas de goma con rosca, que nos dan un margen para ajustar la altura de la mesa unos 3 centímetros a nuestro gusto. También tenemos una pieza de metal para unir más fácilmente ambas partes del tablero y dos topes de goma para el sujetador de auriculares, siendo uno el que usaremos y el otro está de repuesto, al igual que también vienen cinco patas en lugar de cuatro por si alguna se nos pierde. En cuanto a los tornillos, también sobran dos de cada.
Montaje
En todo el proceso sólo necesitaremos usar el destornillador y una de las dos llaves de Allen incluidas. Lo primero que tenemos que hacer es montar la estructura que va justo debajo del tablón de madera. Para ello, tenemos que introducir las dos barras de metal más pequeñas en las dos más grandes, de manera que los agujeros queden hacia fuera. De los seis agujeros en total, sólo tenemos que introducir tornillos en los cuatro que quedan en las esquinas, ya que los otros dos del centro han de quedar libres para anclar la pieza que nos permitirá unir la estructura a la madera.


Una vez hemos unido las barras, tenemos que atornillarlas a los pies de la mesa. Para eso también necesitamos dos tornillos a cada lado. Una vez hayamos unido las dos patas con las dos barras, podemos pasar a poner otras dos piezas de metal que van a cada lado de la mesa. Estas partes son intercambiables, por lo que podremos ponerlas a un lado u otro de la mesa dependiendo de dónde queramos que quede el colgador de los auriculares. En este caso, nos viene mejor en el lado izquierdo.




Posteriormente, hemos de montar la pieza central en los dos agujeros que habíamos dejado libres, siendo esta una pieza clave para que los tableros queden estables. Una vez la hayamos introducido, ya tendremos la estructura principal montada.


El siguiente paso es darle la vuelta a la estructura, donde podemos aprovechar y colocarla ya encima del tablero, teniendo mucho cuidado de poner el tablero sobre alguno de los plásticos que vienen en la caja para evitar que se raye. Con la estructura dada la vuelta, lo primero que hemos de colocar son los embellecedores de las patas, y posteriormente enroscar las patas de goma dura, las cuales nos permiten ajustar varios centímetros la altura de la mesa, así como compensar cualquier desnivel que podamos tener en nuestro suelo para evitar que cojee. Estas patas adhieren bien la mesa en su posición, no llegando a echar de menos que estén hechas de otro material, como puede ser una tipo tela con pelo para que no raye el suelo.



Posteriormente, hemos de colocar la pieza de metal gris para unir ambas partes del tablero. De esta forma, podremos unirlo con mayor facilidad posteriormente, aunque por suerte las estructuras de metal dejan mucho margen lateral para introducir los tornillos de madera. En total, son 12 tornillos los que unen la estructura de metal a la mesa, quedando ésta muy robusta gracias a ello.
Después de la estructura principal, el siguiente paso es montar la tercera pieza de madera. Otras mesas similares no cuentan con esta pieza, pero este modelo sí, y eso diferencia positivamente a esta mesa de las demás. Gracias a esta pequeña adición, ganamos 6 centímetros de profundidad adicionales, los cuales vienen muy bien para poder el monitor al fondo y poder poner más cómodamente los brazos en la mesa.




Esta pieza de madera se coloca con ocho tornillos y dos piezas de metal que no sólo sirven para unir los dos trozos de madera, sino que también sirven para colocar el soporte de cables que va debajo de la mesa para esconderlos. Este soporte de plástico se une a las piezas de metal con cuatro tornillos. Aunque el soporte para cables es necesario, nos habría gustado ver otro sistema que quedase más a ras de la mesa, o al menos piezas de metal que permitan unir el tercer tablero de madera sin que tenga esas partes de metal que sobresalen en el caso de no querer ponerlo. Por último, nos queda montar el posavasos, en el cual cabe cómodamente una lata e incluso una botella, gracias a lo cual, si vivimos en una zona con alta humedad, no dañaremos la mesa o la alfombrilla con el exceso de humedad de bebidas frías. Podemos montarlo tanto a la derecha como la izquierda de la mesa, donde mejor nos venga.


Una vez tenemos ya la mesa montada, lo único que nos queda es poner la alfombrilla encima. La alfombrilla es lo que hace que esta sea una mesa gaming, y es realmente necesaria si no queremos ver la junta entre las tres piezas de madera que la forman. La mesa puede usarse perfectamente sin la alfombrilla, y gracias a la superficie lisa de madera podremos usarla para escribir en papel. Pero lo ideal es que esta mesa sea usada exclusivamente para gaming con la alfombrilla puesta.



Prueba
Con esto, ya tenemos la Drift DZ200 lista para poder usarla. La estructura es sorprendentemente sólida a pesar de tener sólo dos patas laterales. En el fondo de la mesa tenemos dos agujeros para poder pasar cables a la parte inferior y que no queden colgando por detrás de la mesa, ayudando a mejorar aún más su estética.




La profundidad de la mesa es bastante buena. Dependiendo del stand de monitor que uses, podrás empujarlo más hacia el fondo y tener espacio más que de sobra para el ordenador, un monitor, y el teclado. Incluso podemos colocar cómodamente dos monitores y la torre encima de la mesa y no tener problemas de espacio.
No obstante, quizás colocar tres monitores sí puede ser excesivo en esta mesa, además de vernos obligados a colocar el ordenador en el suelo o en otra mesa al lado. Al colocar tres monitores de 27 pulgadas, el stand de uno va a acabar sobresaliendo un poco, aunque por poder, pueden colocarse sin problema. Lo ideal en esta mesa es usar uno o dos monitores, donde tenemos espacio incluso para colocar la torre.


En el uso diario, la mesa es muy rígida, e incluso tecleando fuerte o jugando no vamos a notar apenas ni un solo movimiento jugando. Y el hecho de no tener que depender de una alfombrilla para el ratón te da mucha más comodidad y flexibilidad para colocarte en la mesa.
La alfombrilla cube toda la mesa y es un acolchado ideal para nuestros brazos. La alfombra sobresale unos milímetros para darnos margen y poder apoyar los brazos en los bordes y no hacer contacto con la madera. Además, la parte inferior está hecha de goma adherente. Si le unimos que vamos a poner bastante peso en ella, no se nos va a mover nunca ni un ápice. Todo está pensado al milímetro en esta mesa.


Sin embargo, si te gusta poner los pies en alto en algo al fondo de la mesa, es posible que el soporte de moleste en ocasiones, pero éste no sobresale demasiado y está al fondo de la mesa, por lo que, si apoyamos los pies un poco en dirección hacia el suelo, no nos molestará en absoluto. En la pieza de plástico podemos pasar todo tipo de cables, teniendo el tamaño ideal para pasar cables de corriente de manera que queden bien agarrados. De hecho, tenemos tamaño incluso para poner una regleta de 8 tomas (divididas en 4 y 4) para que no esté colgando o en el suelo.
El soporte para los auriculares es también comodísimo, y te ayuda a no tener los auriculares tirados por la mesa, siendo aún más ideal si éstos son inalámbricos, ya que quedan ahí colgados limpios sin ningún tipo de molestia.
Conclusión
Con esta mesa dices adiós a todas esas pequeñas cosas que sueles echar de menos en mesas no pensadas para jugar, como el portatazas o el gancho para colocar los auriculares sin que éstos ocupen un espacio adicional en la mesa. La mesa es muy estable y amplia para poner uno o dos monitores, aunque puedes poner un tercero si prescindes de poner el ordenador encima de la mesa.
El tamaño de la mesa es bastante ajustado, ideal para pisos no muy grandes en los que tengas un espacio limitado. Además, es muy fácil de transportar en cualquier coche, ya que se puede transportar ocupando poquísimo espacio. Sin embargo, el proceso de montaje es algo largo, y el desmontaje es bastante complejo. Además, el diseño de tablones divididos te obliga a utilizar la alfombrilla si no quieres tener el corte en medio del tablero, pero eso no suele molestar ni para jugar ni tampoco para escribir en la mesa, ya que siempre te puedes echar un poco para el lado para que no te moleste si quieres utilizar directamente la madera sin la alfombrilla. Eso sí, si la vas a usar para jugar, nunca vas a querer quitar la alfombrilla por lo extremadamente cómoda que es. Es cierto que no cuenta con accesorios especiales como RGB o un hub USB, pero eso ayuda a contener el precio y dejarlo en los 179,99 euros oficiales que cuesta.
En definitiva, tenemos una mesa robusta, compacta e ideal para utilizar en tu día a día con tu ordenador gaming. Su precio es bastante ajustado para lo que suelen costar las mesas gaming. Hay modelos con estructura y diseño similares, como la Aerocool ACD2, que no tienen la ventaja de tener la alfombrilla o el tercer panel de madera para ganar espacio en profundidad. Además, es bastante más barata que la Aerocool, por lo que no hay duda de que la Drift DZ200 es una de las mejores mesas en relación calidad/precio actualmente en España.
Por ello, la Drift DZ recibe nuestra medalla de platino, y nuestra recomendación por su diseño y comodidad.



Podéis comprar la Drift DZ200 en Amazon en el siguiente enlace.