Afrontar un análisis de algo el Samsung QLED Gaming Monitor C49HG90 es apasionante… porque pocas veces hay la posibilidad de probar un producto tan peculiar. Estamos hablando de un monitor gaming que tiene nada menos que 49 pulgadas de diagonal pero con una relación de aspecto 32:9, o lo que es lo mismo, como tener dos pantallas en una.
Cabe destacar que lo he utilizado como mi pantalla personal durante más de un mes y ya puedo adelantar que lo voy a echar mucho de menos. Pero antes de llegar a esa conclusión, vamos a hacer un repaso a las especificaciones técnicas del Samsung QLED Gaming C49HG90.
Características del Samsung QLED Gaming Monitor C49HG90
- Pantalla: 49″
- Resolución: 3840×1080
- Relación de aspecto: 32:9
- Relación de contraste estático: 3000:1(Typ),2400:1(Min)
- Curvatura: 1800R
- Brillo: 350cd/m2 (Typ.), 250cd/m2 (Min.)
- Dimensiones: 1203.0 x 525.5 x 381.6 mm (con peana) 1203.0 x 369.4 x 194.4 mm (sin peana)
- Peso: 15 kg
- Longitud cable alimentación: 1,5 m
- Incluido Cable HDMI, Cable DP
- HDR, Quantum dot color, ecualizador de negros, optimizador de refrescto, Freesync
- Ángulo de visión: 178°(H)/178°(V)
- Soporte de Color: 1.07
- Clase de Eficiencia Energética: B
- Fuente de Alimentación: AC 100~240V
- Consumo de Energía: (Máx.) 113 W
- Consumo típico: 71 W
- Consumo (DPMS): <0.5 W
- Consumo (Apagado): <0.3 W
- Consumo anual: 104 kWh/year
- Giro e inclinación de peana:
- Inclinación -2.0° (±2.0°) ~ +15.0° (±2.0°)
- Giro -15.0° (±2.0°) ~ +15.0° (±2.0°)
- Altura de peana: 120.0 ± 5.0 mm
- Precio establecido por fabricante: 1499 euros
Unboxing y montaje de un monitor de… 1,2 metros de ancho
Es quizás lo primero que sorprende cuando llega a tu puerta el Samsung C49HG90, la caja tiene unas dimensiones demenciales para un monitor pero es que pensad que tiene casi 1,2 metros de largo. Pese al peso de la caja (20 kg) más o menos 15 Kg son solo de la pantalla ya con todos sus componentes montados.
Pese a todo, es un equipo manejable para su montaje que sólo necesita de seis tornillos, dos que vienen preparados con palometas en la base de la peana para ajustar el brazo y otros cuatro para sujetar la articulación de este a la pantalla. Cómo dicen los ingleses «easy peasy», en unos 10 minutos tenemos el equipo montado y funcionando sin necesidad de ser un manitas.
Hablamos, por tanto de un monitor grande… muy grande y pesado. Ahora bien, el diseño de la peana así como sus materiales y la estabilidad del brazo articulado lo hacen tremendamente estable. Incluso en mesas no tan robustas como pueden ser las de contrachapado, no se notaba ningún tipo de vibración en la pantalla al teclear, mover el ratón en la mesa, apoyarse, etc.
Por otra parte, pese a su aparatosidad, los 15 kilos de peso y su estabilidad, no es un equipo excesivamente complicado de mover y colocar. Tiene cerca de 15 cm de recorrido en altura y da igual si lo tenemos subido hasta arriba o en su punto más bajo. Un 10 en este sentido dado que el reto era importante.
Configuración y uso del Samsung QLED Gaming Monitor
Un formato como el 32:9 es tan inusual que la primera vez que te sientas estás algo abrumado. Es como «pegar» dos pantallas de 23 o 24 pulgadas que, por otra parte, si fuera un panel recto sería mucho más incómodo de ver. La curvatura 1800R es la clave y lo que nos hace adaptarnos rápidamente a un formato tan grande de panel dado que corresponde con la curvatura del globo ocular y eso crea una mayor sensación de inmersión.
El Panel es LED-VA de 1ms y 144 Hz, especialmente pensado para gaming. Además es compatible con AMD FreeSync 2 junto a HDR y combinado con Quantum Dot Color, una terna ganadora y que completa su equipamiento como monitor gaming de primera línea.





Un panel tan grande, además, cuenta con diferentes medios protección ocular como son los sistemas Flicker Free, que reducen el parpadeo de la pantalla y Low Blue Light, para eliminar el efecto de la luz azul. Esto como se aprecia mejor es desde la experiencia de trabajar 8 horas diarias con el equipo y, por propia experiencia, os puedo decir que no cansa la vista más de lo que lo hacen otras pantallas «normales» en el mercado pese a que en un primer momento abruma por su tamaño.
El equipo cuenta no sólo con soporte para las últimas tecnologías como HDR y QLED, integra 2 conectores HDMI, Display Port, entrada y salida de audio – ya que no incorpora altavoces ni sintonizador de TV, y un puerto USB que puede ser de carga además de para conectar diferentes accesorios.
Un detalle que nos hemos quedado con las ganas de probar, ya que la unidad de prueba que teníamos por alguna causa no funcionaba, era el LED circular que se ilumina en la peana. Se trata del Arena Lightning y se sincroniza con los colores de la pantalla para ofrecer una experiencia más inmersiva.
En cuanto a la calidad que se aprecia de la imagen, tenemos unos 85 puntos por pulgada, algo similar a lo que ofrecería una pantalla 1080p de unas 24 pulgadas con formato 16:9 (como hemos dicho, el monitor de Samsung, por así decirlo aunque no es del todo exacto, equivale a dos de estas «fusionadas» una al lado de la otra).
Cuenta, como no, con un refresco de hasta 144 Hz (si tu gráfica lo permite) para la pantalla y por si aún no ha quedado claro, es 1080p. Muchos dirán que un monitor de 1500 euros que no suba de esa calidad puede ser un error, pero hay que pensar que con este producto hablamos más de funcionalidad y formato que de ese elemento. Y además, es probable que se quedara como algo anecdótico por la potencia del PC que haría falta para moverlo si subiera de resolución o el coste que tendría el propio monitor.
En cuanto a sus materiales, evidentemente, estamos ante un equipo muy premium. Un soporte con elementos metálicos y plásticos de alta calidad para la carcasa de la pantalla confieren a todo el equipo una tremenda apariencia de durabilidad y resistencia.
¿Es útil un monitor 32:9? ¿Se puede aprovechar este formato?
A partir de este punto voy a dar también muchas apreciaciones personales. Es cierto que el equipo tiene «gaming» en su nombre, pero os puedo asegurar que es un producto tremendamente versátil más allá de lo que pueda parecer. Es decir, aunque no seáis un jugón, y probablemente precisamente porque no lo seáis, vais a ver muchas bondades a un equipo de estas dimensiones – si es que vuestro bolsillo lo permite.
Volviendo a ese primer momento en el que te sientas ante el Samsung C49HG90, para empezar hay que contar que si no lo vas a colgar de la pared, necesitas una mesa con un buen fondo, al menos que tenga 90 centímetros para que os quede espacio suficiente para trabajar o colocar ratón y teclado, al menos, con comodidad.
Por otra parte, aunque estemos todo el rato hablando de que es como tener «dos pantallas», en la práctica hay que acostumbrarse a utilizarlo de forma totalmente diferente. Y es probable que en los primeros minutos de uso nos demos cuenta que poner las cosas con las que estamos trabajando en los laterales es un error. A modo de consejo personal, lo mejor es tener en el centro los elementos con los que estás trabajando y en los laterales los secundarios. Esto es algo que no se puede hacer con dos pantallas… justamente porque están «partidas» por la mitad.
La pantalla cuenta con la posibilidad de ecualizar los negros (Black Equalizer) – y por cierto, negros en las matrices VA son bastante mejores que los de las otras, algo que se nota en este monitor -, algo clave para optimizar esta pantalla según el uso que le vamos a dar, y calibrar la nitidez de la imagen y la saturación. El resultado, de nuevo es notable, de gran calidad, pero no llega a ser sobresaliente.
Los más «pro» quizás le puedan poner algún «pero, aunque la mayoría encontrará que la imagen que representa el C49HG90 es más que satisfactoria. En este punto, lo que si se echa de menos es que con el precio que tiene el equipo no cuente con un sensor de luz para adaptar el brillo y el contraste de forma automática a la iluminación presente en el ambiente.
Además, la pantalla permite el ajuste de tres perfiles por defecto que se pueden dejar listos para si vamos a jugar, ver una película o trabajar. Y tiene dos HDMI… y es por algo. Cuenta con un modo que se llama Picture by Picture, que nos permite mostrar en pantalla dos fuentes de vídeo diferentes. Una especie de «pantallas virtuales» en las que podemos dividir este monitor y que, además, pueden tener su propio formato (16:9, 11:9, 21:9 etc). Quizás no todo el mundo lo necesite, pero es un añadido curioso y potencialmente interesante – como más abajo os contamos -.
Juegos vs trabajo ¿qué aplicaciones aprovechan mejor una pantalla como la del Samsung C49HG90?
Lo volvemos a repetir, tiene en el nombre el adjetivo «gaming»… pero creemos que Samsung se ha centrado en un nicho cuando es un equipo que podría valer para mucho más. Es cierto que los 1080p hacen que algunos profesionales como los diseñadores gráficos vean la calidad de la imagen algo mermada, pero volvemos a insistir, la versatilidad y la fluidez con la que se mueve todo, incluso con máquinas de gama media, es un punto muy a su favor.
Por ejemplo, no sólo podemos trabajar en multitarea como podría ser nuestro caso a la hora de escribir un artículo, con diferentes ventanas abiertas al mismo tiempo. La posibilidad de abrir innumerables columnas de Excel, o una línea de tiempo casi infinita para editar un vídeo o un audio son posibilidades reales con este equipo. Ni que decir tiene que alguien que se dedique a cosas como el trading en bolsa puede sacar aún más partido a este tipo de pantallas si su software lo permite.
Pero la clave es que el software o la aplicación sepa aprovechar todo este espacio extra que ofrece la C49HG90. Un ejemplo claro es YouTube vs Netflix. Mientras que la red social de vídeos se queda desaprovechando todo el espacio que tenemos, en Netflix se adapta todo a la perfección a los 32:9 cuando visitamos su servicio online.
Eso sí, cualquier vídeo «normal», que no suelen superar los 16:9, se verá en pantalla completa con las consabidas barras negras a los lados... o bien puedes poner dos a la vez ya que precisamente ese es el espacio que tienes, para dos vídeos o imágenes en formato 16:9 a pantalla completa.
No, no nos hemos olvidado de los juegos, que son para lo que está hecho este C49HG90, o al menos es lo que Samsung nos dice. Evidentemente, hablamos de juegos de PC porque son los únicos que pueden aprovechar un formato como el 32:9. Quizás una combinación multipantalla tiene un efecto parecido, pero el no tener división en medio de las dos… es realmente interesante y poder jugar hasta 144 Hz, se nota cuando vuelves a pantallas y plataformas menos potentes.
Por otra parte, a no ser que utilicéis la función Picture by Picture y le deis una pantalla virtual con su correspondiente formato 16:9 a vuestra consola, no es recomendable ni agradable usar este monitor con una PS4 o Xbox One. La razón no es otra que estos equipos no saben utilizar los 32:9, por así decirlo, y lo único que tendremos es una imagen estirada y unos gráficos horribles.
A modo de nota curiosa, no pudimos comprobarlo pero… este monitor podría ser algo muy interesante para una partida multijugador, con dos consolas conectadas a 16:9 mediante esta función. Es cierto que gastarse 1.500 euros por eso no tiene mucho sentido pero… es una posibilidad que existe y ¿somos freaks de la tecnología o no?
Conclusión final ¿es útil y recomendable?
En la decisión final de decir «cómpratelo» pesan mucho los euros de la etiqueta de su precio. Es mucho dinero y probablemente – y sin «probablemente», una combinación de dos monitores, con mejor resolución, puede salirnos más barata. De hecho, hay cosas muy interesantes en formato 21:9… pero que no llega a ser tan espectacular y, sin ir más lejos, el coste de dos monitores Quantum Dot Full HD de 144 Hz con Freesync se quedan muy por debajo. Pero, claro, la experiencia no es la misma y eso también cuenta.
Ahora bien, si nos olvidamos del precio, sin duda un aficionado a los FPS, a los juegos de carreras o simulación (más incluso que los RTS), todos los géneros que impliquen primera persona van a quedarse boquiabiertos si prueban el C49HG90.
Por otra parte, no son pocos los que estas semanas han pasado por la oficina y se han quedado mirando la pantalla o han mirado por encima de mi hombro al trabajar con semejante equipo. Es un monitor realmente versátil, quizás no es el que puede ofrecer la calidad y nitidez de imagen más alta, pero lo compensa con una tremenda capacidad para adaptarse a muchos y muy variados contextos. Y, os puedo asegurar ya que se ha ido de la oficina, que ha sido terrible volver a trabajar con dos pantallas y voy a echar de menos durante mucho tiempo el Samsung QLED Gaming Monitor C49HG90.