En los últimos dos meses hemos analizado una gran variedad de productos de Raijintek, marca que nació en 2013 y que diseña sus productos en Alemania. Este de hoy es el último de esta amplia tanda de grandes productos que la compañía ha lanzado recientemente al mercado. Entre ellos encontramos la refrigeración líquida Raijintek Orcus 240, la caja Raijintek Coeus Evo TC y los ventiladores Raijintek IRIS 12 RGB, con unos resultados que nos han dejado muy satisfechos. Hoy le toca el turno al Raijintek Leto Pro RGB, un disipador por aire para procesador con doble ventilador.
Especificaciones del Raijintek Leto Pro RGB
El Raijintek Leto Pro RGB es un disipador ligero y con doble ventilador que busca poder sacar el máximo rendimiento ocupando el menor volumen posible. Los ventiladores son de 120 mm, con la particularidad de que cuentan con iluminación RGB con doble anillo para cada ventilador, aunque el número de colores está bastante limitado como veremos más adelante. Estos ventiladores (modelo Macula), al igual que otros de la marca, cuentan con contactos de goma para eliminar posibles vibraciones. Sus enganches son muy fáciles de quitar y poner.
En cuanto al propio disipador, la compañía ha intentado evitar las soldaduras en las pletinas para mejorar la disipación. Para transferir el calor del procesador cuenta con cuatro tubos de 6 mm de espesor a cada lado . Es de destacar su compatibilidad con todos los sockets del mercado, incluyendo el reciente AM4.
De este disipador hay dos modelos: el Raijintek Leto Pro RGB y el Leto RGB, que se diferencian en que uno lleva dos ventiladores (el que hemos analizado), mientras que el otro modelo sólo tiene uno. El Pro pesa 925 gramos, mientras que el Leto normal pesa 765 gramos. El resto de especificaciones son las siguientes:
Análisis externo
La caja en la que viene es bastante compacta, y encontramos el disipador con los dos ventiladores ya montados y una pequeña caja que incluye todos los brackets, tornillos y pasta térmica que vamos a necesitar. La caja cuenta con el mismo diseño tanto del modelo black como del modelo RGB, ya que la compañía usa la misma caja para los modelos con LED blanco y LED RGB. En la parte trasera hay un tick que nos ayuda a saber ante qué modelo estamos.
En la caja encontramos el siguiente contenido:
- Disipador
- 2 ventiladores
- 4 clips de montaje para los ventiladores
- 1 backplate para Intel y AMD
- 1 barra transversal
- 4 tornillos roscados estriados
- 4 tornillos M3
- 4 tornillos para LGA201x/2066
- 4 tuercas de metal
- 4 tuerca de metal más finas
- 2 distanciadores
- 4 arandelas
- Pasta térmica
- 1 cable Y para alimentación de los dos ventiladores con un sol ocabezal
- 1 cable Y para la LUZ RGB de los ventiladores y poder controlarla desde el mismo cabezal de la placa
- Clip de montaje para Intel.
Los ventiladores, de 120 mm, vienen de serie colocados en push-push, algo poco útil; aunque de todas formas tendremos que desmontarlos para poder colocar el disipador. Estos ventiladores están mucho más limitados en iluminación que otros de la marca, y también son un poco más ruidosos por usar rodamientos de cilindros (sleeve bearing) en lugar de hidráulicos como los de los productos que mencionábamos antes. No hemos de olvidar que estamos ante un disipador que vale unos 36 euros, por lo que la compañía tiene que recortar en algún lado. Tenerlos lado a lado nos permite ver la diferencia en calidad entre unos y otros, además de tener una iluminación más parca.
Cada uno de los ventiladores viene con dos cables. Uno de ellos es un conector de 4 pines con PWM para alimentarlo, mientras que por otro lado tenemos otro de 4 pines pequeños para la iluminación RGB, el cual podemos conectar a la placa base o al controlador que incluye la refrigeración líquida Orcus 240.
Para facilitar la conexión de estos cables, Raijintek ha incluido dos utilísimos splitters para poder conectar, por ejemplo, los dos conectores de 4 pines de ambos ventiladores en un único cabezal de la placa base. También se incluye otro splitter para poder conectar la iluminación RGB a sólo un cabezal de nuestra placa base.
Las dimensiones del disipador son de 127 x 101 x 155 mm, con un peso de 925 gramos. El recubrimiento del disipador es en negro mate, y con una construcción muy sólida que se nota nada más sacarlo de la caja. Las aletas (43 en total), sin embargo, están demasiado juntas entre sí, lo cual afecta negativamente a la sonoridad como veremos en la parte de testeo. Además, en la parte inferior tenemos 11 aletas que son más cortas.
Montaje
El proceso de montaje ha sido bastante más tedioso de lo que esperaba. El backplate se instala fácilmente, y la compañía ha incluido espuma en la parte que hace contacto con la placa. Este backplate es compatible con todos los procesadores, teniendo los huecos necesarios tanto para los últimos Coffee Lake o para los Ryzen de AMD.
Para agarrar el backplate tenemos que pasar primero los cuatro tornillos más largos, y en el otro lado colocaremos las arandelas rojas. Después, enrocamos los tornillos con apertura hembra en ambas partes a mano para que el backplate quede firme. Posteriormente introducimos la parte frontal a la que irá atornillada el disipador. Da igual la orientación que le demos, ya que es cuadrado y tiene las mismas dimensiones. Una vez esté colocado, tenemos que colocar los dos pequeños distanciadores en los que irá enganchada la barra transversal, así como los otros cuatro tornillos para afianzar la placa frontal a la estructura.
Aquí es donde empecé a tener problemas para montarlo. El siguiente paso es poner la pasta térmica, dejar caer el disipador con la barra transversal colocada encima, y atornillarlo. El primer problema es que la barra transversal tiene un enganche paupérrimo, por lo que a poco que dejas caer el disipador se mueve de sitio y cuesta atornillarla.
En segundo lugar, la barra transversal dichosa chocaba con la pieza de plástico de la izquierda de la placa, por lo que no podía atornillar el disipador. Por ello, me vi obligado a limarla hasta que había suficiente hueco para colocarla. Esta pieza también podría recibir un rediseño que le aporte una mayor curvatura y se adapte mejor a la forma del disipador para no tener que hacer malabares para encajarla.
Después de colocar el disipador tenemos que colocar los ventiladores con sus respectivos clips. Al contrario que la barra transversal, el sistema de enganche de los ventiladores está muy bien diseñado, y además de ser fácil de quitar y poner, asegura en buena posición los ventiladores. Para conectar los cables usé los splitters incluidos, y es bastante cómodo porque te quitas de la vista al menos un cable, además de dejar el cabezal libre para poner otro ventilador.
Aunque en algunas fotos veáis quitado un módulo de RAM, el espacio que deja es más que suficiente. Lo quité para que me fuera más cómodo poner la barra transversal. Debajo para los slots PCI también queda bastante hueco, al igual que para los conectores de ventilador que hay debajo de mi placa. La altura es también bastante contenida.
Testeo
Los componentes utilizados son los siguientes, con el procesador sin OC:
- Raijintek Coeus Evo TC
- AsRock Fatal1ty Z87 Killer
- Intel Core i7-4770K
- Themalright Macho Rev.A
- 4 x 4 GB RAM DDR3 G.Skill TridentX 2400 MHz
- MSI NVIDIA GeForce GTX 970
- Corsair RM750
- Samsung 840 EVO 120 GB
- SanDisk Ultra II SSD 480 GB
- Seagate Barracuda 3 TB
- Samsung 500 GB
- Western Digital 1 TB Green
Nada más encender el ordenador podemos notar que el disipador no destaca por su silencio. Yo soy fan de los disipadores de aire bien grandes que puedan funcionar incluso en modo pasivo, con el mínimo ruido y la mejor temperatura posible. Este disipador tiene las pletinas demasiado juntas, lo que hace que el aire que pasa por ellas va a hacerlo haciendo ruido. Incluso bajando las revoluciones el sonido era bastante molesto.
En cuanto a la temperatura, la refrigeración era similar a la Orcus 240 o el Thermalright Macho Rev.A que equipo normalmente como daily driver. En reposo el delta de temperatura era de 12 grados, mientras que en carga con Prime95 subía hasta los 57 tras 5 minutos. Si vas a hacer overclock, probablemente este disipador no está hecho para ti.
La temperatura, además de ser más elevada con respecto a sus competidores, se conseguía haciendo más ruido. Es importante reseñar que el Thermalright Macho, además de ser mucho más silencioso, cuesta apenas 9 euros más que el Raijintek Leto Pro RGB.
Cuanto más sube la carga de la CPU y la temperatura, mayor es el ruido que hacen los ventiladores. Al máximo, el ruido era ensordecedor. Para ver si se reducía el ruido, decidí desactivar uno de los ventiladores. El sonido se reducía, y la temperatura sólo subió 2 grados en reposo y 3 en carga. Por ello, si queréis que el disipador haga menos ruido podéis probar a tener sólo uno.
La iluminación RGB es bastante sencilla, pudiendo elegir entre varios colores fijos como azul, blanco, rojo, amarillo, verde o rosa. Sin embargo, la iluminación de otros ventiladores de la compañía es mucho más bonita, con recubrimiento de plástico que homogeiniza más el color. Esto lo podéis ver en la última foto de la siguiente galería, donde equipé dos ventiladores Raijintek IRIS 12 que encajan como un guante.
Conclusión
Este es el cuarto producto de Raijintek que pruebo, y probablemente es el que peor sabor de boca me ha dejado de todos, en una compañía que busca ofrecer el mejor rendimiento y calidad al menor precio posible. Este disipador, por su precio, tiene algunos alicientes interesantes como el doble ventilador o iluminación RGB; pero en su rango de precios encontramos otros disipadores que rinden igual haciendo menos ruido.
El acabado negro mate y su diseño compacto van acompañados de un rendimiento bastante aceptable, pero con una sonoridad que no lo es. Si buscas un disipador que no haga ruido, este probablemente no es el que estás buscando. Sin embargo, si te da igual el ruido, su rendimiento en este rango de precios es bastante bueno, además de tener iluminación RGB compatible con software como AURA. Si vas a hacer overclock, quizá se te quede corto.
Pros
- Rendimiento a la par de productos competidores
- Iluminación RGB
- Dos ventiladores incluidos
- Splitters para los ventiladores y otro para la iluminación RGB incluidos
Contras
- Muy ruidoso
- Ventiladores mejorables
- No recomendable para OC
Por ello, el Raijintek Leto Pro RGB recibe la medalla de plata. Se puede comprar a un precio de 36,95 euros en España.