Arctic Liquid Freezer lll, probamos la nueva generación de refrigeraciones líquidas

La nueva Arctic Liquid Freezer III es una refrigeración líquida AIO (es decir, todo en uno) diseñada para brindarnos la mejor refrigeración posible al PC, pero como siempre en este fabricante, a un precio contenido. El modelo que vamos a analizar es el Liquid Freezer III 280, que como su nombre sugiere cuenta con un radiador de 280 mm (donde se instalan dos ventiladores de 140 mm), además de la pasta térmica de nueva generación del fabricante, la MX-6.

Arctic Liquid Freezer III, especificaciones técnicas

La refrigeración líquida Arctic Liquid Freezer III llega como una evolución de las actuales Liquid Freezer II que llevaban acompañando al fabricante desde hace ya cuatro años. Esta nueva AIO renueva por completo la apariencia externa, añade una iluminación RGB individual y personalizable, y amplía también la superficie del radiador para conseguir una refrigeración mucho más eficiente.

El modelo que hemos analizado nosotros cuenta con un radiador de aluminio de 280 mm, un tamaño perfecto tanto en capacidad de disipación como para poder instalarse en la mayoría de las cajas de PC que nos podemos encontrar en el mercado. Este radiador tiene un tamaño de 317 mm de largo, 138 mm de alto y 38 mm de grosor, y para refrigerarlo el fabricante incluye dos ventiladores P14 de 140 mm controlados por PWM, los cuales tienen rodamientos Fluid Dynamic Bearing, iluminación A-RGB y pueden funcionar desde las 200 RPM hasta las 1900 RPM. El flujo de aire que consiguen es de 72.80 CFM (123.76 m³/h) y una presión estática de 2.40 mmH20.

El bloque de la CPU es de cobre, tiene iluminación A-RGB y lleva una bomba de 12 voltios y 0.35 amperios, la cual está unida a los tubos, de 450 mm de longitud, 12,4 mm de diámetro exterior y 6 mm de diámetro interior, los cuales comunican con el radiador.

En cuanto a la compatibilidad, podemos instalar esta refrigeración líquida tanto en Intel LGA1700 y LGA1851 como en AMD AM5 y AM4. Y, además, viene acompañada de la nueva pasta térmica Arctic MX-6, un nuevo componente de alto rendimiento que nos asegura una conductividad térmica excepcional entre la CPU y el bloque de refrigeración.

En cuanto a su precio, Arctic tiene ahora mismo una oferta de lanzamiento, que estará en vigor durante tres meses y que nos permitirá hacernos con estas unidades a un precio sin rival:

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Y sus versiones A-RGB:

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Unboxing y análisis externo

La Arctic Liquid Freezer III 280 A-RGB viene embalada como es habitual en una caja de cartón. Como nuestro modelo es el blanco (White), en la caja predomina este color, y las fotos que nos podemos encontrar en la propia caja es el blanco.

En los dos laterales nos podemos encontrar con algunas de las especificaciones de la RL, como los datos de la iluminación RGB y el contenido de la caja.

Y, por la parte trasera, podemos ver todas las especificaciones técnicas del producto en cuestión.

Al abrir la caja, lo primero que nos encontramos es el embellecedor de la bomba, el cual es extraíble. Este embellecedor no tiene gran cosa más allá de la iluminación LED RGB, unos contactos metálicos para recibir la energía y las instrucciones de la bomba, y dos imanes para mantenerse sujeta.

También, en una caja interior, nos encontramos con el marco de montaje para Intel. Gracias a este marco se ha conseguido mejorar la distribución de presión sobre todo el procesador, lo que se traduce a una transferencia de calor mucho más óptima de la CPU al bloque. Este marco es compatible con los sockets LGA1700 y 1851.

También nos encontramos con una bolsa de accesorios. Dentro de ella vamos a encontrarnos con el kit de montaje para AMD (viene montado el de Intel de serie), y también la tornillería por si queremos cambiar los ventiladores de lugar, una llave-destornillador para el montaje, los cables de alimentación y RGB, y una jeringa de la nueva pasta térmica que ya hemos mencionado.

La nueva pasta Arctic MX-6 que viene incluida nos debería dar para dos montajes (o tres, si exprimimos bien hasta la última gota y no somos derrochadores de pasta).

Por último, ya solo nos queda la refrigeración líquida como tal. Esta está formada por el radiador, los dos ventiladores, los dos tubos y un cable que sale de la bomba.

Todo el bloque del radiador es de color blanco, muy elegante para todos los que tengan una caja de color blanco y quieran que el montaje sea lo más homogéneo posible.

Los dos ventiladores vienen montados por defecto para que pase el aire a través del radiador hacia fuera de la torre. Ideal, por ejemplo, para colocarlo en la parte superior de la torre.

En el lateral del radiador nos encontramos con el logo de Arctic serigrafiado.

Y una de las cosas que más nos gusta de que vengan los ventiladores montados es que el cableado está colocado de manera perfecta para que no estorbe. Es más, si no te fijas casi ni siquiera lo puedes ver.

Los cables van colocados por el borde del ventilador hasta la zona de los tubos, por donde se mete dentro de uno para viajar hasta la bomba. Esta configuración nos ahorra mucho cableado dentro de la torre, algo que siempre es de agradecer.

Los tubos entran directamente al depósito, y en la parte del radiador no se puede regular el ángulo.

El radiador tiene un grosor de 38.5 mm, lo cual encaja con sus especificaciones. Si le sumamos el ventilador, en total tenemos un grosor de 64.5 mm.

De longitud, el radiador tiene 320 mm, y de alto 13.8 exactamente. Dentro de lo esperado según las especificaciones del fabricante.

Llegamos a los tubos, los cuales tienen un grosor de 13.2 mm, lo cual sí nos ha parecido superior a los 12.4 que se detallan en sus especificaciones.

Finalmente llegamos a la bomba. El tubo, en esta parte, sí que permite ajustar el ángulo para colocarlo de manera que nos se más cómodo.

En la parte inferior nos encontramos con el bloque de la CPU, que es de cobre, muy pulido.

Y también nos encontramos con el PCB de la bomba, el cual será el encargado de controlar el funcionamiento tanto de la propia bomba, como de los ventiladores y la iluminación RGB. Este PCB es de color blanco, pero, personalmente, no nos han gustado los acabados de las soldaduras, que han quedado como sucias.

También nos ha parecido confusa la conexión del cable, por lo que nos ha tocado tirar de manual. El manual, por cierto, no viene en papel, sino que tenemos que abrirlo desde el móvil escaneando un QR. Al ver el manual, hemos podido entender cómo funcionan los cables:

• El cable “all-in-one” nos permite tener un solo cable para controlar a la vez la bomba, VRM y los ventiladores.
• El cable individual nos permite controlar, de forma separada, la bomba, el ventilador VRM y los ventiladores del radiador.

Con todo ya visto, y el cable conectado, hemos colocado el embellecedor de la bomba, y ya la tenemos lista para montar.

Cómo montar la Arctic Liquid Freezer III

Para montar la refrigeración líquida solo hay que hacer una cosa: conectar el cable que queramos de los dos (nosotros hemos conectado el all-in-one). Como nosotros vamos a poner a prueba esta AIO en un equipo AMD, lo primero que haremos será quitar el soporte que viene de serie en la placa base. Colocamos los separadores en los cuatro orificios del socket, y colocamos el soporte de AMD.

Atornillamos, y listo.

Ya solo nos queda poner la pasta térmica, anclar el bloque de la bomba al anclaje que hemos instalado, y colocar, por último, el embellecedor.

Ya tenemos el bloque de CPU montado, así que ahora le toca el turno al radiador: colocamos las arandelas, los tornillos, y lo sujetamos correctamente, apretando bien todos los tornillos para evitar vibraciones. Colocamos el cable de la CPU a un puerto FAN de nuestra placa base (recomendamos, si tenemos, conectarlo al CPU_PUMP), y el cable A-RGB al puerto homónimo de nuestra placa.

Ya tenemos la nueva Arctic Liquid Freezer III montada y lista para funcionar.

Pruebas de rendimiento

Para poner a prueba esta AIO hemos utilizado el procesador más tope de gama (y el más caliente) de AMD, el Ryzen 9 7950X. Este procesador tiene un TDP de 170 W, por lo que nos va a permitir conocer perfectamente hasta dónde es capaz de llegar esta nueva AIO. El procesador no tiene ningún tipo de overclock más allá del perfil EXPO de las memorias RAM, unas Corsair DOMINATOR TITANIUM a 6000 MHz.

Hemos arrancado el ordenador, y hemos dejado que la refrigeración líquida funcione durante dos horas para que el líquido fluya para no tener burbujas en el líquido y que la pasta térmica asiente, luego hemos dejado el PC apagado una hora, y ya hemos empezado con las pruebas. Para ello, hemos utilizado el conocido programa AIDA64, concretamente en su tests de estabilidad que nos permite llevar el procesador al extremo para medir su temperatura y, también, si hay throttling o no.

Aunque al principio ha aguantado muy bien la temperatura, al cabo de un rato sí hemos visto que cada vez le costaba más mantenerla, subiendo grado a grado. Esto se debe a que el radiador, de 280 mm, no refrigera el líquido lo suficiente para este procesador tan exigente. El modelo de 360 mm, o de 420 mm, sería ideal para este procesador en concreto. A pesar de eso, no hemos tenido malas temperaturas en ningún momento, siendo los valores más que aceptables en todo momento.

En cuanto a la sonoridad, la verdad es que el ruido ha estado muy controlado en todo momento. Se ha escuchado lo que era de esperar en un montaje de doble ventilador. Incluso, al ser ventiladores de 140 mm, la sonoridad ha sido inferior a la de la mayoría de las AIO de 240 mm. Y la bomba tampoco se ha escuchado en exceso, ni cuando los ventiladores estaban a pleno rendimiento.

Sobre la iluminación RGB, sin más. Entra dentro de los estándares esperados en una refrigeración líquida de estas características.

Conclusión y veredicto

Después de dos años sacando provecho a la Arctic Liquid Freezer II, finalmente tenemos a su sucesora, la Liquid Freezer III. Y, desde nuestro punto de vista, ha sido un cambio a mejor. Nos ha dado la sensación de que tanto la bomba como el radiador hacen mucho mejor su trabajo, ya que, a pesar de no ser el modelo más grande (recordamos, hemos analizado el modelo del radiador de 280 mm), ha sido capaz de mantener a raya a una bestia como el AMD Ryzen 9 7950X.

El concepto de la bomba nos ha parecido algo extraño, aunque eso no es malo. Al poder desmontar la carcasa podemos montarla más fácilmente, sin ningún estorbo. Y poder elegir entre un cable modular, y uno todo-en-uno, nos ha parecido un acierto también. Lo que hemos echado de menos es que, al contrario de lo que nos ha parecido a simple vista, la “turbina” que vemos no se mueve, al contrario de lo que ocurría con la bomba de la Liquid Freezer II. Sin embargo, sí que lleva un pequeño ventilador en el interior, el cual se encarga perfectamente de disipar el calor residual de la bomba.

Finalmente, destacar que el montaje nos ha parecido muy sencillo, aunque han sacrificado la compatibilidad con los socket Intel más antiguos. Y, aunque tiene algunos detalles mejorables (como el acabado del PCB), el precio está más que ajustado, pudiendo decir incluso que es bastante más barata de lo que podríamos esperar para un sistema de refrigeración de estas características.

Por todo ello, hemos decidido darle a esta Arctic Liquid Freezer III nuestro galardón de oro, destacando especialmente su rendimiento pero muy especialmente su relación calidad-precio, porque es un excelente disipador AIO de refrigeración líquida con un precio muy contenido, bastante por debajo de la competencia.