Hay un componente que de un año a esta parte se va poniendo cada vez más de moda y son los nuevos SSD (Solid State Drives, Disco Duro de Estado Sólido). Velocidades de transferencia muy superiores a los discos mecánicos, latencias en el acceso a datos practicamente inexistentes, incremento notable en la velocidad de carga de programas, ausencia de ruido,menor consumo energético… Son muchas las supuestas virtudes que adornan el pecho de este nuevo tipo de dispositivos, así como también tienen la parte negativa del elevado precio que tienen, los problemas de rendimiento que presentan algunas de las controladoras de memoria que emplean, la limitada vida de las celdas de memoria y la pequeña capacidad de los mismos. Pero qué es un disco duro de estado sólido.
CONOCIENDO LOS SSDs.
Un SSD consiste en un circuito impreso sobre los que se montan chips de memoria NAND flash y una controladora de memoria multicanal. Si habéis visto alguna vez el interior de un pen drive, éso es básicamente un SSD. Sin embargo, hay bastante más que comentar sobre estos nuevos dispositivos.
Lo primero a tener en cuenta es que hay dos tipos de memoria flash empleada en la fabricación de los SSD:
–SLC: Single Layer Cell, son más rápidas y cuentan con un mayor número posible de escrituras (desde 100.000 a 1 millón) pero son caras de fabricar y ocupan más espacio físico sobre el PCB del SSD.
–MLC: Multiple Layer Cell, son más lentas, tienen un número bastante reducido de escrituras por celda (unas 10.000) pero son más baratas de fabricar y de menor tamaño.
Y es aquí donde encontramos el que quizás sea el mayor inconveniente de este tipo de dispositivos: el número limitado de escrituras por celda de memoria. Los fabricantes intentan paliar este defecto en sus firmaware distribuyendo la información de manera más extensa por toda las celdas del SSD usando un sistema denominado wear levelling que no borra la información contenida en una celda cuando ésta deja de ser necesitada por el usuario hasta que no quedan más celdas disponibles en el SSD, dado que en un SSD es necesario que la información de la celda sea completamente borrada antes de poder volverse a escribir en ella. De esta manera se prolonga muchísimo más la vida de las celdas y, por ende, del dispositivo.
Es aquí donde entra en acción el famoso comando TRIM que no soportaban este tipo de discos de manera inicial. El comando TRIM manda una orden al controlador de memoria indicando cuándo una celda no se está usando y está lista para ser borrada y re escrita, de manera que el rendimiento del disco no se deteriore con el uso. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este comando solo está soportado por Windows 7 y el controlador Matrix Storage Manager de Intel no lo reconoce (aunque esto se ha solucionado con el nuevo Intel Radip Storage Technology). También hay que tener en cuenta que los controladores RAID actuales tampoco son capaces de ejecutar el TRIM en el disco duro.
De todos modos, si una celda resultase dañada el controlador la marcaría como inutilizable y dejaría de usarla.
Hablando del controlador de memoria del SSD, éste no funciona como los que estamos acostumbrados en nuestros ordenadores que emplean uno, dos o tres canales. No, en el caso de los SSD, se emplean muchos canales diferentes de manera que se elimina la latencia en el acceso a los datos. Por poner un ejemplo, imagináos que estáis sentados en el centro de una mesa circular, rodeados de objetos y vuestros brazos son con los que podemos cojer dichos objetos. Si tenemos un único brazo la velocidad de acceso siempre será muy inferior a si tenemos dos o tres pero… Qué ocurre si en lugar de 3 tenemos 8 brazos?? Que el acceso a los objetos es rapidísimo (a parte de parecer un pulpo jeje). Básicamente, el controlador de memoria de un SSD no escribe los datos de manera secuencial en un único chip de memoria, sino que lo distribuye entre varios, algo similar a lo que haría un RAID 0 pero compuesto por muchas unidades.
Este comportamiento también viene definido por la propia estructura interna de lo que es un SSD. En los discos duros tradicionales mecánicos, la información la escribe uno o varios cabezales (denominados «peines») de manera secuencial sobre una superficie circular que gira a determinada velocidad. Es por ello que, aunque inicialmente el acceso a la información es relativamente rápido, a medida que se borran y añaden cosas la información se fragmenta y el rendimiento general del disco se degrada, y es por ésto por lo que es aconsejable defragmentar los discos duros de manera más o menos habitual. En el caso de los SSD, dado que no hay pérdida de rendimiento alguno por tener la información fragmentada pero sí pérdida de vida útil del mismo por cada borrado y re escritura de las células de los chips de memoria, la defragmentación del SSD está precisamente contra indicada.
Más adelante os diré cómo se debe de hacer correctamente el set up de un SSD.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Sacadas de la web de Kingston.
Antes que nada quiero precisar que esta unidad pertenece a la gama V+, no a la V normal de Kingston. La gama V, aunque emplea el mismo controlador de Toshiba, tiene tan solo 4 canales de memoria en lugar de los 8 de la V+, lo cual merma bastante su rendimiento.
Como podemos ver, las velocidades de lectura y escritura son bastante altas. No tan altas como otros modelos del mercado pero, aún así, bastante superiores a un disco duro mecánico de los que estamos acostumbrados a usar de manera normal. No se indican las latencias internas.
Veamos cómo es este SSD.
ANÁLISIS EXTERNO.
La versión que hemos recibido de este SSD es la versión que incluye todo lo necesario para instalar el SSD en un sistema. Sin embargo, hay también otra versión a la venta que incluye tan solo el SSD y que es algo más barata.
El SSD viene embalado en una caja de cartón de tamaño modesto en cuyo frontal se ha impreso una gran imagen del anagrama de Kingston, quedando la parte tasera para publicitar las principales características de este modelo.
En el interior, todos los componentes vienen metidos en un blister de plástico de buen tamaño, que va dividido por capas.
Dentro del blister encontramos:
-Adaptadores laterales para poder instalar el SSD en una bahía de 3½».
-Cable de datos SATA.
-Adaptador de alimentación de SATA a molex grande.
-Cable USB.
-CD de instalación.
-Carcasa externa con conexión USB.
Es un detalle curioso y de agradecer que Kingston incluya una carcasa externa para esta unidad de SSD. Detengámonos un momento en ella.
La carcasa es un modelo muy sencillo. Está realizada en plástico negro y consta de dos partes que se separan dejando a la vista un interior espartano pero suficiente para introducir la unidad SSD. Algo interesante es que la carcasa no incorpora niguna abertura de ventilación dado que los SSD son notorios por calentarse muy poco.
La tapa se asegura mediante una presilla situada en un lateral, mientras que en lateral opuesto hay un LED de indicación de actividad del disco duro.
Precisamente al lado de este LED encontramos la toma de datos de la carcasa que, por dessgracia, es una mini USB. Es una pena que, dadas las posibles capacidades de este tipo de unidad; en mi opinión una toma eSATA hubiera estado más de acuerdo y nos hubiera resultado bastante más útil a la larga.
Acostumbrado al tamaño y peso de los discos duros mecánicos tradicionales, la primera vez que cojes un SSD te sorprende el reducido tamaño y peso de este tipo de unidades.
La carcasa de este tipo de unidades está realizada en una mezcla entre aluminio y plástico ABS, asegurado por 4 tornillos con cabeza Allen por su parte inferior.
Para finalizar esta sección os dejo unas fotos comparativas entre un disco duro mecánico de Seagate y la unidad de Kingston.
CONFIGURACIÓN Y TESTEO.
Los pasos que aquí se describen son todos los realizables para una instalación de Windows Vista/Windows 7.
Una vez tengamos instalada la unidad en nuestra caja, algo a tener muy presente es que para poder sacar el máximo rendimiento a nuestro nuevo SSD, éste debe de estar funcionando en modo AHCI en lugar del tradicional IDE. Esta operación se ha de realizar en la Bios de vuestra placa base. Quitando ese detalle la instalación del S.O. se realiza de manera absolutamente normal y ya empezaremos a notar una buena diferencia de velocidad en la propia instalación de Windows.
Una vez ya tengamos el S.O. instalado hay que realizar una serie de acciones para asegurarnos una vida prolongada de nuestro nuevo SSD. Lo primero que haremos es desactivar la defragmentación automática de unidades que viene activada por defecto tanto en Windows Vista como en 7. Para ello emplearemos el comando «dfrgui» en el menú Inicio y marcaremos la opción correspondiente:
A continuación abriremos el visor de servicios de Windows y nos aseguraremos que esté correctamente desactivada esta opción.
Lo siguiente será desactivar el indexado de Windows 7 en la unidad. Para ello simplemente abriremos las propiedades del disco duro y lo desactivaremos.
El último paso es desactivar el Superfetch de Windows 7. Ésto lo haremos desde el menú de «Servicios» que hemos empleado previamente al desactivar la defragmentación automática.
Ahora ya podemos empezar a disfrutar del SSD. Lo primero que váis a notar es un descenso salvaje del tiempo de carga de Windows. En mi sistema, la difrencia entre usar un HDD mecánico y el SSD hace que Windows 7 cargue en unos impresionantes 20 segundos frente a los 55 segundos del primero.
Dado que este es el primer análisis de un SSD que hacemos, la batería de tests es algo escasa pero muy representativa del incremento prestacional que podemos esperar de este tipo de discos duros. Para tener un punto fiable de comparación, la unidad de Kingston se ha comprado con un Seagate Barracuda 7200.11 de 640 GB. Veamos algunos resultados en el HD Tune. Este programa se centra sobre todo en la velocidad de lectura y escritura secuencial:
Ha primer a vista se puede ver el más que notable incremneto en prestaciones tanto en operaciones de lectura como de escritura, así como el casi nulo tiempo de acceso a los datos. Algo también a destacar son los 6 ºC de diferencia entre el SSD y el Seagate.
El número de opraciones de acceso aleatorio también favorece muchísimo a los 8 canales de memoria del SSD de Kingston frente al controlador tradicional del Seagate. Mejor dicho, lo aplasta completamente.
Veamos ahora una serie de tests basados más en actividades del mundo real. En este caso usamos la última versión del PCMark Vantage.
La tendencia que habíamos visto en el HD Tune se ve perfectamente reflejada en el PCMark.
Por desgracia, dado que tengo que devolver esta unidad, en su momento no se me ocurrieron más tests pero en breve me llegará un Mushkin Callisto Deluxe y con ese SSD sí que tendré más tests listos con los que probarlo. Aún así se puede ver muy claramente el dominio de la unidad de Kingston.
CONCLUSIONES.
No es de extrañar, a la vista de los datos obtenidos en los tests, que los SSD estén siendo uno de los componentes más ansiados por los entusiastas del hardware. Hacía muchísimo tiempo (desde la introducción del estándar SATA y su NCQ) que una nueva tecnología de almacenamiento no despertaba tantísimo revuelo como los nuevos SSD. En un año más o menos han salido un montón de nuevas unidades con nuevos tipos de controladores de memoria, algunos mejores, otros peores, pero lo que sigue evitando a fecha de hoy una implantación más extensa es el elevado precio del GB por unidad (debido en gran medida al elevado precio de fabricación de la memoria NAND). La unidad de Kingston que hemos analizado cuesta en el mercado unos 183 € que, por tan solo 64 GB, no es precisamente asumible para la gran mayoría de bolsillos. Sin embargo, los SSD han llegado para quedarse y poco a poco irán sustituyendo a los actuales discos duros mecánicos.
Pros:
-Elevadas velocidades de lectura y escritura.
-Tiempos de acceso casi nulos.
-Practicamente no se calienta.
-Mejora general del rendimiento del sistema.
-Consumo energético muy reducido.
Contras:
-Precio muy elevado.
-Número limitado de escrituras.
-Lo tengo que devolver.
Es por eso que el Kingston SSDNow V+ 64 GB se hace acreedor de:
LA BENDICIÓN DEL GURÚ, CATEGORÍA DE ORO.
Desde Hard Zone queremos dar las gracias encarecidamente a Kingston por la posibilidad que nos ha brindado de poder testear esta unidad.