Un día el disco Blu-ray llegó a nuestras vidas, lo que supuso un cambio increíble. Es un formato que Sony traía bajo el brazo y que se popularizó por el éxito de la PlayStation 3, como por la introducción del vídeo en alta definición (HD), por traernos fugazmente las 3D al televisor y para albergar juegos que cada vez eran más grandes cuyo peso se contaba por decenas de gigas y no por simples megas. Así que repasamos a fondo qué es el Blu-ray para enseñártelo a fondo.
Conforme la tecnología avanza, surgen nuevas necesidades a las que los fabricantes deben dar una respuesta. El Blu-Ray en origen no se pensó para la alta definición y tampoco como un formato comercial, sino como una forma de grabar contenido televisivo, profesional, pero con el tiempo, el Blu-Ray se convirtió en el formato óptico para dar respuesta a las necesidades de un vídeo de alta definición, que se caracterizaban por requerir más capacidad en medios de reproducción debido al aumento de calidad.
Entendiendo calidad con la resolución, es decir la cantidad de píxeles en pantalla en cada fotograma y audio con un mayor bitrate para un sonido mucho más nítido que su antecesor, el DVD-Video que tuvo su papel importante como transición entre un mundo del entretenimiento puramente analógico y otro completamente digital. Así que el Blu-ray llegaba a un panorama tecnológico en el que los formatos físicos seguían siendo los principales pero con las alternativas digitales acechando por el horizonte.
Precisamente en los últimos tiempos los ataques al formato físico han venido desde todas las partes imaginables, con empresas que han renunciado ya a fabricar sus novedades en discos y otras que, aunque siguen llevando a las tiendas sus cajas con el Blu-ray y todo, al final no meten el juego completo y nos piden que al meterlo en la consola esperemos una descarga. De todas formas, aunque el panorama esté bastante oscuro, pocos son los usuarios que renuncian a que su consola tenga un lector, aunque sea por simple emergencia y precticidad, por si algún día, aunque lo compremos todo en digital, alguien nos deje un disco con un juego al que le tenemos muchas ganas.
Así que os vamos a contar cuál ha sido ese camino que se ha labrado este formato de Sony, no solo para satisfacer las necesidades de una industria cambiante y más demandante cada vez, sino también cuál es su hueco actualmente en el que prácticamente nadie guarda su trabajo en formatos ópticos que necesiten de un lector especial en un ordenador. Porque, como bien sabéis, las consolas todavía confían en este Blu-ray de los japoneses.
El origen del disco Blu-ray
El disco Blu-ray es un disco óptico de alta densidad que fue inventado para almacenar muchos gigas de datos creados por un vídeo HD. Sin embargo, no es una tecnología que surgiese de la noche a la mañana, sino que tiene una gran historia detrás y que siempre se ha vinculado, dentro del mundo de las consolas, con Sony, que fue la primera marca que lo adoptó en su PS3. Luego lo añadiría también en PS4 e incluso hoy con PS5.
El Blu-ray surgió de la unión entre Sony y Pioneer, pero hay que dar crédito al creador de la tecnología de diodo láser azul: Shuji Nakamura, profesor de ingeniería de la University of California Santa Barbara. Sin dicha tecnología, el Blu-ray no habría surgido nunca, ni se habría desvelado por ambas marcas en la exhibición de CEATEC del año 2000.
En 2002, se fundó Blu-ray Disc Founders, que anunció el proyecto «Blu-ray». DVD Forum se negó a aceptar la propuesta (8 votos contra 6) del Blu-ray como el sucesor del DVD así que cuando tiempo después ambos estándares se encontraron compitiendo en el mercado –Blu-ray vs HD-DVD– quedó un único ganador. Seguramente hoy, aquellos mismos que votaron en contra lo mismo cambiarían su voto.
Tras este suceso, se fundó la Blu-ray Disc Association (BDA) por Hitachi, LG, Panasonic, Pioneer, Philips, Samsung, Sony, Sharp y Thomson. Más tarde, la BDA desvelaría todas las especificaciones físicas de los discos que formarían parte de este estándar.
Ya en 2006, los primeros discos Blu-ray llegan al mercado, pero se encuentran con dos problemas: por un lado su vida útil es baja y por otro no hay reproductores suficientes en el mercado como para creer que pueda producirse una invasión masiva en todos los hagores del mundo. Así que es lógico que muchos pensaran que algo tan disruptivo tendría que llegar de la mano de un producto de masas.
Por un lado, los DVD eran el estándar de la época, los cuales usaban un láser rojo que tenían una longitud de onda mucho más larga que la luz violeta. Esta es una de las diferencias clave para que un disco Blu-ray pueda almacenar 10 veces más datos que un DVD y está precisamente en la diferencia entre ambos haces lectores.
Los primeros discos Blu-ray venían con capacidades que oscilaban entre 25 y 50 GB, frente a los 4.7 GB que ofrecía un DVD normal. Esta «pequeña» diferencia supuso un salto de generación brutal, pero no fue una transición barata ni rápida, que solo pudo hacerse realidad gracias a la irruoción de una nueva consola. Mientras en el ámbito de las consolas rápidamente se abrió paso (obviamente por imposición de Sony a los desarrolladores de juegos), en los ordenadores domésticos y de trabajo la mayoría no optó por un recurso así, buscando alternativas en otros soportes y tecnologías.
La lucha por la estandarización
Como ocurre con todas las innovaciones, un disco Blu-ray era mucho más caro que un DVD. No obstante, el reproductor doméstico más versátil de todos era la PS3, ya que se podían reproducir películas en la consola, además de los propios juegos que también se distribuían en ese mismo formato.
Esto trajo como consecuencia el incremento de precios de películas grabadas en este formato, como la adquisición de videojuegos de PS3 (un juego nuevo pasaba a costar 70€). En cuanto a consolas, la llegada del Blu-ray marcaba una nueva era porque el cambio gráfico de un videojuego de nueva generación, respecto a otro de PS2 o Xbox, era brutal.
En cuanto a las películas, se empezaba a hablar de formatos HD y Full HD, resoluciones que eran toda una novedad por aquel entonces. El cambio de 480p a 720p fue brutal, lo que trajo un aumento en la demanda de televisores muy importante.
El paso a la relación de aspecto 16:9 se empezó a dar con los primeros televisores CRT de 32 pulgadas, pero terminó de calar con la llegada de los formatos 720p y 1080p.
Con todo lo expuesto, hubo un momento clave que pudo terminar con el Blu-ray: la aparición del HD-DVD. Si os fijáis, falta un gigante tecnológico japonés en la lista de empresas que fundaron el BDA: Toshiba. Ésta se unió a Microsoft para sacar al mercado el formato HD-DVD, el cual reemplazaría al DVD. Xbox 360, rival de PS3, apostó por el HD-DVD con los nefastos resultados que todos recordamos.
De todas formas, la clave estaba en la industria cinematográfica, que se quedó dividida en dos: unas eligieron HD-DVD y otras Blu-ray. Finalmente, el último terminó imponiéndose frente al primero.
¿Qué es el Blu-ray?
Con todo esto, llega el momento de decir qué es exactamente el disco Blu-ray. Viene a ser un disco óptico de 12 centímetros de diámetro que se lanzó para la reproducción de vídeo en alta definición (HD).
En comparación con un DVD (o un HD-DVD) la capa de datos de un disco Blu-Ray se coloca más cerca de la lente del láser, creando menos distorsión. Esto hace posible una mayor precisión y unas densidades de almacenamiento muy altas que ofrecen la prinicpal ventaja de ser capaces de almacenar más información.
El Blu-ray se fabrica como un disco de sustrato único, al contrario de lo que ocurre con el proceso de fabricación de un DVD. Dicho hecho trae dos consecuencias principales: menores costes de producción por disco y menor tiempo de producción. Algo paradójico si pensamos que, en comparación, tienen una capacidad que multiplica por cinco un DVD de principios de los 2000 y por diez si es de doble capa.
Si echamos un vistazo a este disco, veremos que sus dimensiones son idénticas a las de los CD y DVD. Esta pequeña similitud fue la que permitió una transición suave y sin complicaciones porque estaba adecuada a los equipos. El problema no era el tamaño, sino que requería de lectores específicos para poder reproducir el disco.
¿Qué contenidos pueden almacenarse?
Los usos principales del Blu-ray son la grabación de televisión en alta definición, la distribución del vídeo de alta definición, el almacenamiento de datos y la gestión de activos digitales. Por otro lado, uno de los usos más recurrentes son los videojuegos, ya que Sony sigue utilizando dicho formato. Curiosamente, el Blu-ray ha sobrevivido porque se ha adaptado a las necesidades sociales, ofreciendo soporte al vídeo 4K gracias a la capacidad de sus discos.
¿Ha llegado el fin del Blu-Ray?
El Blu-Ray a día de hoy es un formato en extinción, nunca llegó a implementarse en el PC por el hecho que en PC no se llegó a estandarizar jamás, ya que no es un buen medio para búsquedas aleatorias en el disco. Eso sí, es muy bueno para medios continuos como las películas, pero para saltos aleatorios a los datos no rinde como se espera. Es por ello que en consolas con Blu-Ray se suele requerir la instalación.
Además, el mercado de los juegos no necesitaba de soportes físicos porque todo nos llegaba vía descarga a través de tiendas digitales. Y el contenido multimedia pronto quedó descartado, así como lugar de almacenamiento de datos: la nube comenzaba a extenderse y los soportes de estado sólido –SSD, etc.– superaban en capacidad y velocidad a los propios discos Blu-ray, por lo que nunca fue una alternativa real.
A eso hay que sumarle la aparición de las plataformas de streaming a la carta, las cuales permiten ver películas de manera más cómoda para los usuarios, sin tener que comprar ninguna película y desde la comodidad del sofá o de la silla. ¿El futuro del disco óptico? Negro, están desapareciendo poco a poco de los PC y no hay sustituto a la vista porque todos han comprendido que la distribución pasa por formatos exclusivamente online.
En consolas cada vez serán menos habituales
La llegada del formato digital es algo que ha cambiado en gran medida la forma en la que funcionan todos los dispositivos de almacenamiento y similares, tanto que incluso algunos de los dispositivos que a día de hoy siguen teniendo funciones para poder utilizar discos cada vez tratan más de abandonarlos. En este aspecto, podemos ver cómo las consolas de videojuegos tienen dos formatos, el físico y el digital, algo que ya hemos comentado antes, pero que tiene un aspecto realmente importante y es el hecho de que las compañías están tratando de eliminar el formato físico.
En estos dispositivos es algo realmente importante por temas de coleccionismo, ya que permite poder utilizar un juego, guardarlo, poder crear una colección y cuando nos cansemos de él, terminar revendiéndolo para lograr conseguir de vuelta un poco del dinero que invertimos en su momento. Esto para las compañías es algo bastante malo ya que ofrece la posibilidad de evitar que las personas gasten más dinero a la hora de comprar juegos, siendo uno de los principales motivos por los que están tratando de implementar el formato digital como el estándar también en este tipo de sistemas.
En este caso podemos verlo con un ejemplo bastante reciente, la PS5 Pro, un modelo que se ha lanzado de base sin lector de discos, y que en caso de querer incorporarlo llega a sobrepasar los 900€, algo que no se había visto nunca en el mercado de consolas. Esto incita a muchas más personas a abandonar el formato físico para optar por el digital, ya que el mero hecho de que incorporar el lector de discos cueste prácticamente 100€ más, es una estrategia para que sean menos las personas que compran esta versión, perjudicando a su vez a aquellas personas que tenían juegos físicos de PS5 y quieren utilizarlos en la versión Pro.