Uno de los cambios más importantes que veremos en la siguiente generación de tarjetas gráficas de NVIDIA será el uso de la GDDR6X con una tasa de transferencia mucho más alta. No obstante, es posible hacerle overclocking a la GDDR6X de una RTX 3090 Ti para subirla de 21 Gbps a 24 Gbps. Con ello podemos saber si la más potente de las RTX 30 se encuentra limitada por el ancho de banda de su memoria.
No es ningún secreto que las GPU ya no son lo que eran en sus inicios, dado que su utilidad ha ido más allá de mostrar gráficos y se han convertido en sistemas capaces de realizar cálculos en muchos ámbitos a gran velocidad. Primero vimos su evolución de cara al mundo de la computación científica y últimamente esto ha evolucionado a la inteligencia artificial. Algo que a simple vista no debería afectarnos a los usuarios de los PC domésticos, pero es como decir que la tecnología desarrollada para la F1 no afectará a los PC de calle.
Todos los avances han llevado a un modelo de rendimiento en el que las mejoras en las tarjetas gráficas vienen por dos caminos distintos, dependiendo de cuál sea el factor limitante: ancho de banda o potencia de cálculo. Dado que no todo lo que ejecuta un procesador tiene los mismos costes. Por lo que siempre es interesante saber cómo mejora el potencial de cualquier GPU cuando actuamos una subida de velocidad de una de sus partes. En este caso se trata del overclocking a la GDDR6X de una RTX 3090 Ti.
¿Cómo afecta el overclocking de la GDDR6X a una RTX 3090 Ti?
La RTX 3090 Ti es una tarjeta gráfica que hace uso del nuevo conector para tarjetas gráficas, capaz de funcionar en cuatro modos de alimentación: 150 W, 300 W, 450 W y 600 W. De los cuatro pensamos que el conector solo usará los dos últimos y en concreto la última tarjeta de NVIDIA toma el modo de 450 W. A eso, claro está, debemos sumarle los 75 W adicionales que entrega el puerto PCI Express por sí mismo. ¿El consumo de base de los modelos que hay en la calle? 480 W, por lo que esto significa que hasta llegar hasta los 525 W de consumo hay cierto margen, lo cual permite realizar el overclocking.
Sin embargo, debido a la dificultad de subir la velocidad del procesador gráfico, se ha optado por hacerle overclocking a la GDDR6X para ponerla de 21 Gbps a 24 Gbps. Lo cual se traduce en que su ancho de banda sube por encima de los 1.1 TB/s de ancho de banda. No en vano, el hecho de hacer una subida del 6.2% a la velocidad de reloj de la GPU supone pasar de los 480 W a los 516 W tal y como podéis ver en la información de abajo.
Del aumento de consumo producto por haber subido la velocidad de la memoria de la gráfica no tenemos información, lo que estamos seguros es que no todas las RTX 3090 Ti soportan dicha subida, ya que están más bien diseñadas en enfriar el procesador central de la tarjeta gráfica. Por lo que para un ejercicio de este tipo es recomendable un sistema de refrigeración más avanzado.
El caso es que un tipo de aplicación que más se beneficia del aumento del ancho de banda es el minado de criptomonedas y en efecto, se puede ver como la RTX 3090 Ti con el overclocking a la GDDR6X tiene una tasa de minado de hasta 134 MH/s. Lo que demuestra, que, al menos, de cara a la minería, dicha tarjeta gráfica tiene un considerable cuello de botella.