Microsoft explica por qué la Xbox Series X no usa velocidad variable
Estamos ya a falta de menos de cuatro meses para el teórico lanzamiento oficial de Xbox Series X y PS5, y a día de hoy todavía sigue habiendo controversia con respecto al hardware de las consolas. En este caso le toca a la velocidad variable de la GPU, una técnica que usa la PS5 para -según Microsoft- aumentar artificialmente los TFLOPs de la consola y que ahora la compañía ha explicado que no usan en Xbox Series X porque no les interesan las cifras de TFLOPs.
Como seguramente ya sabréis, Microsoft ha optado por mantener fijas las frecuencias de funcionamiento de su consola, mientras que SONY ha optado por una velocidad variable tanto en el procesador como en la GPU, una decisión que hizo que los 10.28 TFLOPs de la PS5 suenen un poco engañosos porque realmente no se ajustan a la realidad, sino que solo se refiere a los «mejores escenarios» cuando no hay un downclocking involucrado.
¿Por qué la Xbox Series X no usa velocidad variable?
En una entrevista, el director de gestión de programas para Xbox Series X, Jason Ronald, dijo que Microsoft fácilmente podría haber utilizado el mismo enfoque que SONY para alcanzar una cifra de TFLOPs teórica más elevada, pero eso habría dificultado que los desarrolladores optimicen sus juegos.
«Nos hemos enfocado en optimizar la experiencia del desarrollador para poder ofrecer la mejor experiencia posible a los jugadores, en lugar de tratar de «cazar» ciertos números récord. Siempre hemos hablado de un rendimiento constante y sostenido».
«Teníamos la opción de usar velocidades de funcionamiento fijas o velocidad variable: la realidad es que usar frecuencias variables hace que sea difícil para los desarrolladores el optimizar sus juegos a pensar de que nos hubiera permitido alardear de unos TFLOPs más altos de los que ya tenemos. Pero ya sabes, eso no es lo importante; lo importante son las experiencias de juego que los desarrolladores pueden llegar a construir en sus juegos».
El ejecutivo de Microsoft también sugirió que la simple velocidad de E/S de Xbox Series X (que es inferior a la de PS5 si nos atenemos a las especificaciones oficiales) no cuenta la historia completa.
«Las cosas van más allá de los números que podemos compartir o no. Por ejemplo, Sampler Feedback Streaming (SFS) nos permite cargar texturas y hace que la unidad SSD actúe como un multiplicador de memoria física que se agrega a la memoria que tiene la máquina. También tenemos una nueva API llamada Direct Storage que nos brinda acceso de bajo nivel al controlador NVMe para que podamos ser mucho más eficientes en esas operaciones de E/S».
Pasará algún tiempo antes de que podamos ver por nosotros mismos qué enfoque es el más eficaz, si la velocidad fija de la Xbox Series X o la velocidad variable de PS5, ya que al fin y al cabo hasta que no estén las consolas en nuestras manos y podamos comparar el rendimiento de la una frente a la otra, tan solo podemos hablar de términos teóricos.
La guerra de los TFLOPs, ¿otra vez en marcha?
En el pasado hemos hablado largo y tendido sobre esta «magnitud» que se ha tomado como referencia para evaluar la potencia bruta de una GPU. Hay que decir en favor de Microsoft que siempre han defendido el hecho de que no se debería usar para ello, y eso que su Xbox Series X puede presumir de tener más TFLOPs que la PS5.
La realidad es que los TFLOPs es la potencia bruta de una GPU a la hora de realizar cálculos de precisión simple FP32, pero cuando estamos hablando de la ejecución de un juego, esto es tan solo uno de los muchos indicadores que influyen en el rendimiento: hay muchos más tipos de cálculos diferentes, operaciones de E/S y mucho más, así que nuevamente debemos incidir en el hecho de que los TFLOPs no deberían de tomarse como una magnitud de potencia de una GPU, sino tan solo como uno de los muchos indicadores.
En cualquier caso, de esta noticia sacamos la curiosa conclusión de que según Microsoft, que la PS5 utilice velocidad variable en su CPU y su GPU es para aumentar artificialmente los TFLOPs de la consola, cuando ellos mismos siempre han defendido que no deberíamos tomar ese dato como absoluto.