Esta mañana hablábamos sobre el hecho de que los tres principales actores de la industria de los semiconductores en cuanto a creación de chips van a subir sus precios entre un 10% y un 20%. Pues bien, esto viene dado por una consecuencia del resto de la industria, porque tanto TSMC como Samsung (Intel no, por suerte) dependen de empresas que les faciliten las obleas. Sumco es una de ellas y ha aportado ahora datos que evidencian un problema: la demanda está desbordada y la producción está reservada hasta 2026.
Desbordados, todos y cada uno de los actores de la industria de los semiconductores, todos con el agua al cuello e invirtiendo en lo que ya se conoce como la inflación de los chips. Los gastos como hemos comentado antes están disparados, principalmente en inversión para nuevas FAB, algo que confirmó el presidente de Sumco, Mako Hashimoto, el cual también ofreció una serie de datos que no hacen sino preocuparnos más, puesto que deja claro que la crisis actual está lejos de terminar.
FABs a pleno rendimiento, producción completa hasta 2026
No solamente se está haciendo esfuerzos por producir 24/7 en las fábricas existentes donde no se da abasto para satisfacer la demanda, es que la producción está reservada incluso para las nuevas que se creen en estos años hasta el punto de que, quizás, no se pueda dar suministro a los niveles que se exigen en 2026.
Las primeras FAB de nueva creación y tecnología llegarán en 2024 y durante ese año le seguirán algunas más que posiblemente estén disponibles en 2025, pero el problema es que aun contando con la capacidad de estas no se igualaría la oferta con la demanda hasta bien entrado 2026.
Hashimoto ha dicho públicamente que este hecho es inaudito, que en 40 años que tiene su empresa y sus filiales no ha visto nada igual. Pero es que esto solo es un segmento medio en la industria, así que vayamos más abajo en la pirámide.
Sustratos y materias primas: desbordados
Los contratos a largo plazo de Sumco se han fijado hasta 2026 y el alcance de volumen de los mismos no ha dejado opción al fabricante asiático que cerrar los pedidos de reservas para comenzar a planificar el futuro a partir del citado año. En otras palabras, no hay oferta de obleas, todo está cerrado incluso lo que a día de hoy está en un plano en blanco.
El problema es tal que no es seguro que en 2026 esto se solucione, puesto que como muestra el gráfico las previsiones comunes son de un desajuste, menor eso sí, pero seguirían por debajo de lo que TSMC y Samsung les reclamarían.
Pero el problema es mayor, puesto que Sumco necesita sustratos y materias primas para sus cilindros de silicio, los cuales están también en su propia crisis interna. Unimicron es uno de los mayores fabricantes de PCB y están con un déficit del 20% ya de cara al año que viene, donde sus cifras son peores para este 2022.
Han crecido en ventas un 30% y se espera que sus ingresos se tripliquen para ese 2026, pero esto evidencia otro problema: no crecen al ritmo que necesita la industria, puesto que aunque tienen 14 FABs de producción tanto de sustratos ABF como de materias primas por toda Asia no pueden satisfacer lo que empresas como Sumco les piden en cuanto a volumen se refiere.
En definitiva, los mensajes de optimismo de Intel, AMD y NVIDIA se resquebrajan, el aumento de precios de los tres mosqueteros solo evidencia que este año seguiremos en la senda del empeoramiento y que 2023 no será un punto de inflexión ni mucho menos el fin, a menos que todo gire bruscamente y visto lo visto no lo parece.