NVIDIA se las prometía muy felices lanzando su oferta de compra sobre la británica ARM y aun sabiendo de las dificultades económicas y políticas de esto, no se amedrentó y se lanzó a la piscina. Pero aunque algunas reacciones del sector eran esperables, otras no lo habían sido y las cosas se complican, hasta el punto que el propio Jensen Huang ha tenido que salir a la palestra para admitir parte de lo que ya comentamos hace casi un mes, y de paso, aportar algo de luz al hecho de que NVIDIA compra ARM.
Parece una operación imposible, lo parecía desde antes de siquiera presentar la oferta y tras largos meses de tiras y aflojas la situación parece entrar en un punto crítico y el bloqueo es inminente. El CEO de NVIDIA tiene una particular opinión de lo que está pasando, pero las superpotencias mueven ficha y el tiempo se agota. ¿En qué punto está todo?
NVIDIA no lo tiene nada fácil: la oposición se hace fuerte
Las declaraciones de Jensen Huang son más definitorias que aclaratorias, puesto que lógicamente no va a desvelar lo que se dice entre bambalinas, pero diversos informes con fuentes protegidas ya avisaban de esto y ahora Huang lo confirma en The Financial Times:
«Nuestras discusiones con los reguladores están tomando más tiempo de lo que se pensaba inicialmente, por lo que se está presionando el cronograma. No es un retraso en particular, así que confiamos en el acuerdo, confiamos en que los reguladores deben reconocer los beneficios de la adquisición»
Parece que ni la propia NVIDIA pensaba que se encontraría con tal oposición frontal y que los cantos de sirena que emergían desde la compañía serían efectivos con los principales opositores. Igualmente, Huang ha declarado al mismo periódico que sigue inquebrantable en la idea y predicción de que la adquisición de su compañía se completará en marzo de 2022, pero…
¿Hay tiempo suficiente si todo falla? ¿Podrá NVIDIA comprar finalmente ARM?
El tiempo «normal» y predefinido para la adquisición de NVIDIA sobre ARM espira en apenas un mes. Los actores siguen en sus posturas y todo hace prever que habrá una prórroga por contrato. Esta cláusula ya prefijada de antemano tiene una fecha límite y de momento no específica ni revelada: finales de 2022.
Ese será el momento donde todo estalle si no se llega a un acuerdo entre las principales empresas de EE. UU, China y el propio gobierno británico. Todos están estudiando la compra desde un punto de vista específico, la seguridad, pero no se obvia los económicos lógicamente. El mejor ejemplo lo tenemos en el pasado, cuando Qualcomm intentó comprar al fabricante holandés NXP Semiconductors, donde China se opuso frontalmente.
NVIDIA garantiza que ARM será neutral como hasta ahora, Apple, Amazon, Google, Microsoft, Amazon y Qualcomm (casi nada), entre otras muchas, no lo ven nada claro. NVIDIA tiene al enemigo en las puertas de su casa, rodeando el perímetro y con un francotirador a punto de apretar el gatillo. ¿Logrará finalmente convencer y contentar a todas las partes, gobiernos incluidos? ¿Cómo de grande tiene que ser el botín de los chips ARM para que la oposición sea tan agresiva? El desenlace en poco más de 6 meses …