Intel vuelve a sus inicios, en 2025 tendremos procesadores solo con P-Cores

Después de muchos años recurriendo a núcleos de menor rendimiento para poder alcanzar un punto medio entre potencia y consumo, Intel volverá a la carga en 2025 con una propuesta muy diferente a lo que ha estado ofreciendo en sus últimas generaciones. La mayor novedad que veremos durante el año que viene por parte de Intel estaría relacionada con el uso de únicamente núcleos de rendimiento en sus procesadores, dejando de lado los E-Cores que la compañía puso de moda.
Uno de los grandes problemas que han tenido los procesadores de Intel en los últimos años para aquellas personas que buscan la mayor potencia a base de núcleos «reales» fue la implementación de una arquitectura híbrida que combinaba dos tipos de núcleos distintos, los P (Performance) y los E (Efficiency). En aplicaciones que requieren el máximo rendimiento, el paso de un proceso de un P-Core a un E-Core podía significar una bajada de rendimiento, algo que en programas como juegos o similares, puede resultar en tirones o freezeos, lo que ha llevado a muchos usuarios a cambiar de Intel a AMD.
Los procesadores de Intel buscarán competir otra vez contra AMD
Muchas de las novedades que nos ha traído Intel en los últimos años han pasado por intentar glorificar la eficiencia que ofrecen sus E-Cores en tareas de alto rendimiento, y si bien es cierto que es una tecnología que resulta útil para ofrecer un aumento de potencia en ciertos casos, no a todo el mundo le ha terminado agradando. Los procesadores de esta compañía siempre se han situado entre los más potentes del mundo, y es que hay muchos modelos que han logrado ofrecer un aumento de rendimiento con respecto a los anteriores que no podemos negar.
Pero en la mayoría de los casos, conseguir una gran puntuación en los benchmarks o una serie de logros por haber creado el procesador que tiene la mayor capacidad de overclock (bajo condiciones especiales) no es realmente lo que buscan su público principal, los usuarios que utilizan estos procesadores para sus actividades del día a día. Ahora, desde Intel saben que están desaprovechando una gran cuota de mercado por no ofrecer procesadores que no incorporan únicamente P-Cores, y al parecer, a mediados o finales de 2025 podríamos ver cómo la compañía vuelve a sus raíces.
Un cambio que nadie esperaba, pero que llegará en el momento adecuado
Los rumores y filtraciones sobre los nuevos productos que va a ofrecer Intel durante los próximos años cada vez apuntan más a que la compañía quiere tratar de conseguir la mayor cuota de mercado posible, ofreciendo un gran número de CPU para todo tipo de dispositivos. Estos nuevos procesadores tienen como objetivo aumentar la vida útil del socket LGA1700, y es que esta nueva serie de componentes denominados como «Bartlett» ofrecerá tres configuraciones completamente distintas, entre las que no veremos un i3, ya que solo serán i5, i7 y un i9 que será el de mayor rendimiento, como podemos imaginar.
Las configuraciones de núcleos que tendrán estos procesadores ofrecerán un mínimo de 8 núcleos, y es que la gama más baja, que sería el i5 tendrá esta cantidad de P-Cores, mientras que cada una de las versiones de mayor gama aumentará el número de núcleos en 2 con respecto a la anterior. Esto implica que el i7 llegaría con un total de 10 núcleos de rendimiento, mientras que el i9 ofrecería hasta 12 P-Cores, destacando además, que todos ellos llegarán con configuraciones de TDP de 125W, 65W y 45W.
Hay que mencionar el hecho de que los núcleos heterogéneos no se llevan del todo bien con algunos juegos. Por ejemplo, os podemos hablar por experiencia personal de Black Desert Online, que literalmente coge los seis primeros núcleos del procesador, sean E-Cores o P-Cores, y con ellos funciona dejando los demás inactivos. Hay un truco para crear un acceso directo modificando las afinidades para que utilice los núcleos P, pero con estos procesadores que ahora hemos sabido que Intel planea lanzar, el problema no existiría siquiera.