Seguro que no conocías este Easter Egg sobre las CPU antiguas de Intel

Intel es una compañía reconocida por los procesadores que ha creado a lo largo de los años así como por ser una de las grandes marcas que ha permitido que la informática se convirtiese en una de las industrias más grandes del mundo junto con otros de los grandes gigantes tecnológicos. Pero esto no les impedía incluir algún que otro secreto o Easter Egg en sus productos, ya que las CPU antiguas de la marca incorporaban algo que muchas personas no sabían y que ahora no se puede encontrar en ningún modelo actual.
Uno de los objetivos que tiene Intel en el mercado está en ofrecer una serie de procesadores orientados a cumplir un propósito general que combina rendimiento con eficiencia, aunque en muchas ocasiones han hablado de cómo quieren centrarse en fabricar CPU con el objetivo de que cualquier usuario pueda utilizarlas esto no implica que todo lo relacionado con esta pieza de hardware tuviese que ser orientado al público general, ya que uno de los secretos que por desgracia ya no continúan haciendo solo lo comprendían algunas personas que conocen todo lo relacionado con un procesador.
Un secreto que ya no volverá a aparecer en los procesadores de Intel
Las CPU de Intel siempre han ofrecido una serie de formas de identificarlas pero la más sencilla y a la que la mayoría de las personas (que igual desconocen cómo hacerlo mediante el SO) recurren cuando quieren saber tanto la generación como el modelo suele tener que ver con la pegatina o la caja en la que viene este hardware. Esto hace que resulte bastante sencillo identificar a simple vista la SKU, algo que podemos encontrar también en portátiles, pero aunque parezca extraño estos adhesivos no siempre han estado creados para que estuviesen pegados para siempre.
Y es que uno de los grandes secretos o Easter Egg que Intel ocultaba en sus modelos más antiguos tenía que ver con esta pegatina, a diferencia de lo que la mayoría de las personas pueden pensar no era simplemente para ver el modelo de procesador. Al despegar el adhesivo que incluía la caja del procesador en caso de los modelos de sobremesa o el que se incorporaba en el chasis del portátil los usuarios podían ver cómo en la parte trasera incluía un diseño holográfico que representaba la arquitectura del CPU, es decir, que hasta hace unos años Intel implementaba un «die shot» en las propias pegatinas de sus procesadores.
Aunque como bien hemos comentado anteriormente este tipo de Easter Egg ya no aparece en ningún producto de la marca, ni en el caso de sus procesadores ni en el de las tarjetas gráficas dedicadas que han lanzado en los últimos años. Realmente hasta la décima generación la compañía continuaba implementando esta foto holográfica de cómo estaba construido el procesador en la pegatina que marcaba a qué familia de procesadores pertenecía el modelo, aunque es algo que no tiene una utilidad demasiado grande es cierto que era bastante curioso además de ser todo un éxito entre la comunidad que conocía este secreto.