Todo parecía ir viento en popa, las noticias sobre el mayor volumen de envíos de procesadores y tarjetas gráficas así lo respaldaban y de repente, cuando menos lo esperábamos y tras declaraciones de las mayores empresas del mundo sobre el fin de la crisis de los semiconductores… Boom, no hay materiales ni personal suficiente para afrontar la escalada del sector. ¿Cómo es posible que esto esté ocurriendo tras la planificación de las mejores compañías del mundo? ¿Está empeorando la crisis de los semiconductores por los materiales y el personal?
Miles y miles y miles de millones gastados en total por todo el globo, proyectos mastodónticos que incluyen millones de puestos de trabajo directos e indirectos, casi año y medio de planificación y todo está fallando y el problema es que no es que volvamos al punto de partida, es que la situación podría ser peor que cuando todo estalló.
La crisis de los semiconductores: sin materiales ni personal
La noticia podría resumirse con un titular tan llamativo como alarmante: los planes de expansión de la industria de los chips están en riesgo. Intel, Samsung y TSMC han invertido cientos de miles de millones de dólares en total para mejorar la capacidad de producción de chips mundial y terminar con ello el problema de abastecimiento general, pero se han encontrado con un problema clave: hay una escasez de piezas sin precedentes y las nuevas restricciones de suministro desde China son ahora más estrictas que cuando empezó la pandemia del COVID-19.
¿Cómo puede haber escasez de piezas clave en este momento? Es sencillo de explicar: para aumentar la capacidad de producción se necesitan curiosamente una capacidad enorme de semiconductores, lo cual significa que para poder mejorar la producción futura se ha necesitado restringir el suministro actual y enfocarlo y dirigirlo a las FAB.
Pero esto no solo afecta a estas, sino que en la cadena de suministro todo ocurre de igual forma. ASML está teniendo serias dificultades para poder fabricar sus escáneres porque hay escasez de componentes clave como lentes, válvulas o bombas, pasando por microcontroladores o simplemente plásticos específicos para piezas fundamentales, eso por no contar con componentes electrónicos.
El declive de una industria… ¿Antes de renacer?
La crisis de los semiconductores y los materiales es solo la punta del iceberg realmente. En sectores anexos como los sustratos el periodo de entrega pasó de 12 meses a 18 meses y ahora ya está en 30 meses, una auténtica locura que es el principio del problema del futuro, porque ¿para qué terminas unas FAB punteras a nivel mundial si no hay sustratos suficientes? ¿Para qué comprar escáneres de ASML si están parados o a baja producción?
Pero hay más, TSMC y su nueva planta en Arizona ya tiene retrasos en la construcción porque no encuentran trabajadores para el proyecto, es decir, falta mano de obra para levantarla y esto es en pleno EE.UU, no imaginemos en Asia donde la variante Ómicron está haciendo muchos más estragos que en occidente.
Está claro que las grandes compañías pueden solventar esto en mayor o menor tiempo a golpe de talonario con contratos que son cada vez en mejores condiciones y pagados, pero el resto de la industria no opina igual.
Y es que los actores secundarios están viendo cómo los pedidos aumentan al mismo tiempo que ven los datos de demanda de productos electrónicos a la baja. El boom de la alta demanda terminó y estas empresas son reticentes a aumentar su capacidad mediante inversión porque no saben dónde estará el punto de equilibrio entre oferta y demanda, lo cual puede desbalancear sus cuentas y por lo tanto son cautelosos.
En definitiva, es un problema mundial donde nadie quiere arriesgar demasiado, faltan todo tipo de componentes, materiales y personal, lo que está ampliando y no reduciendo los plazos fijados por la industria y hará que la crisis dure mucho más de lo esperado.