Ayer era uno de esos días donde las presentaciones se lanzan por todo lo alto, pero en el caso de Apple, como nos tiene acostumbrados, esto se magnifica por su magnificencia. El caso es que realizar una presentación tan pomposa solo tiene sentido si lo que vas a presentar es la panacea, y en el día de ayer todo dejó más luces que sombras. Nuestras miradas se concentraron en el A14 Bionic, el SoC a 5 nm fabricado por TSMC, el cual ha decepcionado a lo grande.
Mucho iPad, mucho Watch y poca chicha bajo el capó. Así se podría definir en un titular contundente lo que Apple mostró ayer. Y es que los de Cupertino llevan meses dejando perlas sobre su nuevo SoC y cómo iba a cambiar la paradoja del rendimiento de las CPUs ARM frente a las todopoderosas X86.
Tras los rumores que hemos visto sobre todo durante 2020, la realidad se ha quedado tan escasa que todo supo a decepción y de la buena, sobre todo contando con la inestimable ventaja de los 5 nm de TSMC.
Apple A14 Bionic, un SoC que no está a la altura de Intel y AMD
Para comenzar y como suele ser habitual en Apple, al presentar los nuevos iPad, la estrategia giró en comparar este nuevo Apple A14 Bionic con el ya vetusto A12, saltándose por lo tanto el A13 y dejando cifras muy llamativas que no reflejan el salto que en realidad han dado.
¿Por qué no nombrar al A13 e incluirlo en la comparativa? Bueno, vamos a conocer los datos y entenderemos el poder del marketing en el día de ayer. Lo curioso es que en vez de revelar en que versión de Cortex se basa, Apple omitió el dato como tal y solo se limitó a decir que estamos ante una configuración de 6 núcleos en 2 + 4.
La primera cifra que se nos facilitó es el llamado aumento del 40% del rendimiento frente al A12, pero y aquí viene el primer debate que se está montando en Internet, ¿+40% en qué? ¿Single Thread, multi Thread? ¿en la configuración de 2 núcleos o en la de 4 núcleos, o en general?
El problema es que si comparamos los datos con el A13 en vez de con el A12, el salto litográfico tan pronunciado, los 11,8 billones de transistores (+38% de densidad) se quedan en nada cuando vemos que la mejora sería de un 16% si tomamos los datos como multithread, que sería lo común.
La GPU apenas aumenta de rendimiento y el resto de las áreas son muy controvertidas
En el apartado de la GPU es todavía más sangrante el aumento, que, aunque siempre es bienvenido, no corresponde con el salto litográfico ni con las mejoras esperadas de la arquitectura: apenas un 8% si lo comparamos con su predecesor.
El nuevo motor neuronal parece lo único salvable de este SoC, ya que logra un 83% aproximadamente más de rendimiento gracias a alcanzar los 11 TOP. Por otra parte, ni una palabra sobre las velocidades de reloj, el consumo o la eficiencia, más allá de garantizar la misma batería que en el iPad Air predecesor, es decir, 10 horas.
Para ir más allá, la realidad es que la batería de este nuevo iPad Air 2020 es de 28,6 Wh, mientras que la de su predecesor incluía 30,8 Wh, lo que nos deja un resultado de una mejora de eficiencia de un 8%. El problema ahora es discernir si esto es por la nueva pantalla, por el SoC o por una combinación de ambas.
En cualquier caso, muchos salimos de dicha presentación con más interrogantes que soluciones y con la sensación y pensamiento de: ¿esto es todo Apple? Después de conocer más a fondo este A14 Bionic, la idea de dejar a Intel para sus Macbook parece un error más que evidente, sobre todo cuando los azules están pisando el acelerador.