La primera impresora 3D basada en chips del mundo es más pequeña que una moneda

Inicialmente, tuvieron mucho interés, pero, las impresoras 3D han ido cayendo en popularidad de manera significativa. Siguen siendo un producto muy interesante, sobre todo, para la fabricación de prototipos de una manera rápida y sencilla. Ahora, la Universidad de Texas en Estados Unidos ha creado un prototipo de impresora 3D del tamaño de una moneda.
Podemos encontrar en el mercado una enorme variedad de impresoras 3D. Algunas tienen un precio bajo y pueden servir para pequeños proyectos, prototipos y cosas similares. Cuanto más calidad y precisión queramos, más aumenta el precio de este producto.
No son para todo el mundo, ya que se requiere de conocimientos en el uso de herramientas CAD para el diseño de los prototipos. También requiere conocimientos técnicos para realizar un correcto mantenimiento de las mismas. Se deben realizar tareas de mantenimiento y ajuste para que siempre la impresión sea lo más perfecta posible.
Crean una impresora 3D del tamaño de una moneda
Las impresoras 3D suelen tener diferentes dimensiones, siendo la mayoría bastante voluminosa y pesadas. Un equipo de investigadores de la Universidad de Texas, Austin, Estados Unidos, ha creado un prototipo de impresora 3D del tamaño de una pequeña moneda.
Hablamos de un pequeño chip fotónico que enfoca su haz en un cubo de resina que se cura rápidamente cuando es golpeado por una longitud de onda de luz concreta emitida por el chip.
Una de las grandes particularidades, es que este chip no necesita partes móviles para el funcionamiento. Se eliminan elementos innecesarios y que dan problemas, como el cabezal, los brazos y los motores. Ahora solo tenemos un haz de luz generado por unas pequeñas antenas ópticas que se mueven para generar el objeto deseado.
Solamente es un prototipo, pero si se consigue convertir en un producto viable, supondría una solución de fabricación instantánea brutal. La portabilidad y la velocidad de impresión de este chip que cabe en la palma es genial para ingenieros, médicos y otros ámbitos, pudiendo crear soluciones a medida en minutos.
Un ejemplo sería un cirujano que debe operar ante una fractura complicada. Mediante un escáner 3D, podría realizar un escaneado del o de los huesos rotos del paciente. Gracias a este proceso, un ingeniero biomédico podría crear un implante óseo personalizado que ayude en la cura de las fracturas. Finalmente, la impresora en unos minutos podría imprimir la prótesis en resina biomédica en unos minutos.
Podría incorporarse, por otro lado, al programa de exploración lunar Artemisa. Sería viable por ser extremadamente liviana y altamente compacta. Tendría la capacidad de crear herramientas a medida para la tripulación según se requieran.
Debes saber que las impresoras 3D serán vitales en las misiones de colonización de la Luna y Marte. Ambos proyectos plantean este tipo de soluciones para crear herramientas y repuestos a medida que se vayan necesitando.
Jelena Notaros, profesora del MIT, destaca que «este sistema replantea por completo lo que es una impresora 3D. Ya no es una gran caja colocada en un banco de un laboratorio creando objetos, sino algo que es portátil y portable. Es emocionante pensar en las nuevas aplicaciones que podrían surgir de esto y en cómo podría cambiar el campo de la impresión 3D.»