SONY muestra por fin el interior de su consola PS5: así es por dentro
En el momento menos esperado, SONY publicó un vídeo en el que nos muestra ya no solo cómo es el interior de su consola PS5 que llegará a las tiendas el mes que viene, sino también cómo desmontarla. Por fin podemos ver cómo es por dentro y lo más importante, cómo es su sistema de refrigeración, ya que era algo que nos preocupaba bastante.
De buenas a primeras, ahora sí que podemos ver el tamaño real de la consola en comparación con una persona, y realmente es que es bastante grande como ya suponíamos. En el siguiente vídeo podemos ver cómo se desmonta la consola, qué herramientas hacen falta para ello, y la curiosa base que nos permitirá tener la consola tanto en vertical como en horizontal, dejando hueco para «respirar» en este último caso.
Desmontar la PS5: laborioso pero poco complicado
En primer lugar, debemos desatornillar la base para poder quitarla. Esto es algo que entendemos que de buenas a primeras ya tendrá que hacer el usuario ya que lo normal es que no venga montado cuando compras la consola. Se puede ver que la base tiene un compartimento para guardar el tornillo de anclaje y que no se pierda, así como una goma para tapar el agujero en la consola y que no quede estéticamente mal. Muchos pequeños detalles muy interesantes.
Esta misma base podremos anclarla sin necesidad de tornillos ni herramientas en la parte posterior de la consola para mantenerla en horizontal ligeramente levantada del suelo, de manera que pueda circular el aire por debajo de la consola para fomentar su refrigeración.
Tras quitarle la base, haciendo un poco de presión deberemos presionar y deslizar ambos paneles laterales de color blanco. Este es un proceso sencillo y que se hace sin herramientas, y nos da acceso a los agujeros de ventilación en ambas caras.
Esto ya nos deja la consola «desnuda» para comenzar a manipular su interior. Lo primero que deberemos hacer si queremos desmantelarla es desatornillar la tapa para poder instalar un SSD en formato M.2 adicional. Esto es muy bueno porque literalmente con quitar dos tornillos (el de la base y el de la tapa) podremos instalar almacenamiento adicional.
Instalar un SSD en la PS5 no anula la garantía porque no tenemos que quitar ningún precinto y la bahía tiene espacio para instalar una unidad M.2 NVMe así como su disipador, pero a partir de este punto sí que tenemos que romper un precinto que anulará la garantía de la consola, así que ojo con eso. Este precinto nos da acceso a unos tornillos que nos permitirán quitar unas tapas que dan acceso al cableado del ventilador tipo blower que integra la PS5, y que es el siguiente componente a desmontar justo después de quitarle los embellecedores de plástico laterales.
Tras esto se desatornilla y retira una cubierta de plástico superior y la unidad óptica, ubicada en uno de los lados. Esta unidad, por cierto, viene embutida en una carcasa de metal que también se puede desmontar para sustituir la unidad de Blu Ray, algo importante por si se estropea y hay que sustituirla.
El siguiente paso para desmantelar el interior de la PS5 es desconectar los cables de la WiFi, y tras ello se puede retirar una cubierta de metal que tapa toda la placa base, luego el anclaje del socket del SoC de la consola, y eso ya nos permitirá sacar la placa base al completo.
En la placa base podemos ver también, en el lado opuesto, los chips GDDR6 dispuestos en forma circular, todos equidistantes al SoC para tener exactamente los mismos tiempos de acceso, mostrando que el interior de la PS5 es toda una obra de ingeniería bien pensada hasta el último detalle.
También tenemos el famoso SSD personalizado de la consola en tres chips que rodean un enorme chip, la controladora SSD de la PS5.
Tras desmontar el disipador (el cual vamos a ver en seguida para dedicarle una sección especial), se puede desmontar también la fuente de alimentación, de 350 vatios.
El sistema de refrigeración en el interior de la PS5
Hay varios componentes menores que no vamos a mencionar aquí porque se nos haría una noticia demasiado larga, pero sí que debemos dedicarle un apartado especial a la refrigeración porque nos ha parecido muy interesante, y se nota que SONY ha puesto un especial énfasis en éste ya que muchos se quejaron de que la PS4 se calentaba mucho y era demasiado ruidosa, problemas que pretenden evitar en la PS5.
Para comenzar, nos muestran que el IHS del SoC tiene pasta de metal líquido para garantizar la mejor transferencia de calor.
Por otro lado, se ha incorporado un gigantesco disipador compuesto por toda una placa inferior de cobre y numerosas zonas de láminas de aluminio con tecnología de caleoductos. Por la disposición del disipador tipo blower que vimos antes, el interior de la PS5 está diseñado para que el aire entre solo por un sitio pero que salga por todas las rejillas de ventilación de la consola, refrigerando todos los componentes de manera simultánea. Es como el diseño de aquel Mac Pro «cubo de basura» pero en horizontal, muy bien pensado.
Este disipador tiene seis heatpipes de cobre en total, y unas dimensiones y superficie de disipación de calor bastante más grandes de lo que estamos acostumbrados a ver tanto en CPU como en GPU de ordenadores de sobremesa. SONY no ha escatimado aquí.
Tras retirar un par de embellecedores y el panel de conexión posterior, ya está la consola totalmente desmontada y nos permitiría acceder a cualquiera de sus componentes.
Hemos de decir que estamos impresionados tanto por la facilidad de desmontaje y por lo tanto de reparación que tiene la PS5 de SONY, como por la disposición de su interior, su sistema de refrigeración y también por el hecho de que den acceso al zócalo M.2 para instalar un SSD por nuestra cuenta sin invalidar la garantía, todo un detalle para aquellos usuarios a los que el espacio de almacenamiento interno de la consola se les quede corto en seguida.