El 25 de febrero llegó al mercado Elden Ring para PC y consolas (salvo Nintendo Switch) y no hará falta decir que fue el título de mayor éxito de 2022. No solo por su impacto nada más poner pie en las tiendas, sino también por el reconocimiento general que le permitió alzarse con el Game Award al mejor título de todas las categorías. Ahora bien, ¿crees que sigue siendo un juego pensado para ti?
El postureo como modo de vida
Todos conocemos a FromSoftware y su querencia por los juegos complicados. Demon’s Souls, todos los Dark Souls o BloodBorne son la muestra de que sus desarrollos están enfocados hacia un tipo de usuario muy concreto que está encantado de sufrir y que convierte cada pequeño enfrentamiento con un enemigo, sea del nivel que sea, en una batalla contra un jefe final.
Solo hay que recordar cómo en BloodBorne, exclusivo de PS4, era una auténtica odisea intentar alcanzar la primera mitad del mapa de inicio y que cada enfrentamiento se transformaba en un viaje hacia la muerte. Esa dificultad de la que presumen se ha convertido en el último año en una especie de vara de medir que separa a los auténticos gamers de los que no lo son.
Ni qué decir tiene que esto no es así. Es obvio. Elden Ring se lanzó entre frases de los darksouleros de que esta vez FromSoftware había rebajado la dificultad, «que ya no sería tan complicado» y que podrían disfrutarlo una mayor cantidad de esos jugadores a los que una dificultad tan complicada les hace desistir a las primeras de cambio. ¿Te sientes identificado con ese perfil? Pues claro, como nos pasa a todos.
Elden Ring en el cajón
Por culpa de esas frases que escuché previas a su lanzamiento me confié. Pensé aquello de «esta vez sí, voy a demostrarles a los demás que soy un gamer con pixels en el pecho» y no tuve dudas. Me compré el juego en Xbox Series X|S y me puse a andar por sus campos. ¿Resultado? Que mi personaje pasó a mejor vida como 30 veces en apenas una hora. Llamadlo torpeza, impaciencia o nervios por estar rodeado de enemigos tan rocosos, pero lo cierto es que si FromSoftware había rebajado la dificultad, había sido muy, muy poquito.
Esta misma sensación la percibí en comentarios de amigos que también habían picado con Elden Ring. Se lo habían comprado, tuiteron algunas fotos todo contentos adentrándose en el juego pero luego nada más se supo. Les pregunté para saber qué había ocurrido y las respuestas fueron vagas: «bueno, ahora no tengo tiempo», «a ver si le meto un empujón de horas», «blablabla». ¿Os resumo lo que pasaba? Que la dificultad les había expulsado del juego, no iban a intentar ser unos héroes gamers intentando demostrarse que están a la altura de FromSoftware.
Así que un año después, Elden Ring sigue sin ser un juego para ti. A pesar de su éxito, de sus unidades vendidas y de todos los premios que ha cosechado. Sigue siendo un producto de FromSoftware y no han rebajado nada de dificultad, al menos para un usuario medio que quiere las complicaciones justas, por lo que si todavía no lo has probado… déjalo pasar. Aunque haya cumplido un año en las tiendas y todo el mundo diga que es la séptima maravilla.
¿Te gusta masticar piedras?