La industria de los videojuegos tiene muchos actores por medio que dificultan en varias ocasiones el devenir de un título. A esto hay que sumarle los problemas propios que incluya el juego y sobre todo la opinión de la comunidad. A raíz de las críticas a The Last of Us Part II y todo el conglomerado que se ha montado alrededor, el ex presidente de SONY ha realizado unas declaraciones que echan más leña al fuego. ¿Son los juegos AAA insostenibles para la industria?
La industria de los videojuegos para PC, por norma general, no tiene en cuenta el hardware medio que puede tener cualquier usuario por el simple hecho de que puede ajustar la calidad gráfica a su antojo para premiar o rendimiento o el aspecto visual. Ello saca de la ecuación el hecho de que el hardware cada vez cuesta más dinero y centra el debate en el costo del juego, obviando donde va ejecutado.
Juegos más largos, completos y caros, o más cortos y más baratos
La industria del hardware busca los beneficios de manera totalmente distinta a la de los videojuegos. El debate se centra en esta ocasión sobre el coste que tiene un juego Triple A en la actualidad frente a lo que ofrece el mismo. Desarrollar un juego cuesta dos veces más en la actualidad que hace entre 7 y 10 años, algo que el ex presidente de SONY no ve con buenos ojos.
Shawn Layden va más allá y afirma que agradecería juegos que se pudiesen completar en 12 o 15 horas, ya que hay muchos juegos que no llegan a completarse debido a la gran cantidad de horas que entrañan y eso es un problema para el jugador y para el estudio que lo desarrolla.
El problema, como habremos podido intuir, son los costes y los beneficios. El precio de los juegos apenas ha crecido 10 dólares desde que se lanzase la PlayStation 3, pero el costo puede ser el doble para el estudio. Layden afirma que este modelo actual no es sostenible y que la balanza se romperá en algún momento.
Costes por las nubes, mucho tiempo de desarrollo, trabajadores exhaustos
El usuario final solo ve dos cosas: el precio del juego y la calidad del mismo cuando lo juega. Pero detrás hay una serie de factores económicos y humanos que están en riesgo. Desarrollar un juego triple A cuesta más o menos unos 115 millones de dólares, sin marketing de por medio, y actualmente tienen tiempos de desarrollo de entre 3 a 5 años.
Layden opina que la próxima generación de juegos no puede coger estos números y multiplicarlos de nuevo por dos para que la rueda siga girando, no es sostenible. Si el apartado económico está en serio riesgo para todos, usuarios incluidos que podríamos pagar mucho más si esto sigue así, hay que contar con el factor humano.
Los desarrolladores enfrentan jornadas de 14 a 16 horas para cumplir plazos en muchas ocasiones, lo que significa un estrés mental, físico y problemas dentro del núcleo familiar. La solución, según Layden, es simple: volver a los días donde los juegos eran más cortos:
«En lugar de pasar cinco años para hacer un juego de 80 horas, ¿por qué no hacerlo en tres años y un juego que dure 15 horas? ¿Cuáles son los costos en torno a eso? Podría hacernos más estrictos, contenido más convincente. Sería algo a lo que me gustaría retornar».
¿Es este el modelo a seguir? ¿prefieren los usuarios juegos más cortos y más baratos o seguir pagando los precios actuales por más horas de campaña? ¿cómo afecta esto a la industria del PC? Menos gasto en juegos significa que el usuario puede gastar esa diferencia en más juegos o en mejorar su hardware, principalmente su tarjeta gráfica o procesador, fortaleciendo ambas industrias. Quizá Layden no vaya tan mal desencaminado después de todo …