Hay veces en las que uno piensa que las cosas no son tan de coña como parecen, pero no, es la magia de las hordas de usuarios que apoyan sin pensar a un bando, el que sea. Como sabéis hay peceros, hay Xboxers, hay Sonyers y también Nintenderos. Y todos, a su manera, ayudan con su intransigencia y falta de miras a que el mundo de los videojuegos sea un pozo de enfrentamientos y polémicas sin apenas interés, y mucho menos fundamento o lógica videojueguil. Pero así están las cosas.
Lo último que ha ocurrido tiene como responsables a las hordas de Nintenderos que estos días están pasando facturas a todos los que pusieron en duda que Switch 2 fuera a ser, o bien una buena máquina, o simplemente que no iba a triunfar como lo ha hecho. Y en su afán por elevar a los cielos, no ya el nuevo hardware, sino todo lo que puede hacer, han provocado situaciones tan absurdas como la que os vamos a contar ahora y que han elevado a los cielos de 2025 al mismísimo The Legend of Zelda: Breath of the Wild.
Breath of the Wild no ha salido en 2025, pero casi
El caso es que The Legend of Zelda: Breath of the Wild se puso a la venta en marzo de 2017 como juego de lanzamiento de la primera Switch y ahí quedó en Metacritic recibiendo análisis y puntuaciones por parte de la prensa y valoraciones de los usuarios que se han podido ir subiendo sin limitación. ¿Qué ha ocurrido? Pues que con el lanzamiento de Switch 2 y la publicación de esa edición mejorada, muchos fans han vuelto a Metacritic y han dejado su nueva puntuación, que es superior incluso a la que pudieron haber dejado hace ocho años.
El resultado es que, dentro de la plataforma, esa riada de nuevas valoraciones, prácticamente todas de 10, han provocado que The Legend of Zelda: Breath of the Wild sea el juego que mejores valoraciones lleva recibidas en todo 2025, lo que le ha encumbrado a ese primer puesto de una manera absolutamente artificial. Es como un review bombing pero al revés, donde no se dejan malas notas sino las mejores posibles. Lo que está adulterando el resultado verdadero del año 2025 jugable que llevamos.
Obviamente ni Nintendo, ni Switch 2 ni The Legend of Zelda: Breath of the Wild tienen la culpa de que los usuarios se comporten así, pero dan una idea de lo volátil que pueden ser las cosas en plataformas colaborativas cuando la masa fanatizada hace de las suyas. Cambian sensiblemente y manipulan los resultados hasta hacerlos completamente inútiles, a los que es mejor no hacer demasiado caso. Y ojo, que eso no quita para que ese Zelda que llegó con la primera Switch siga siendo uno de los mejores de toda la historia. Pero cada cosa en su sitio y su momento.
Sea como fuere, ya sabéis: The Legend of Zelda: Breath of the Wild sigue triunfando en pleno 2025 como si hubiera salido hoy, gracias al éxito de una Nintendo que ha comprendido muy bien cómo debía afrontar la nueva generación de Switch 2. Bravo por ella, y no tanto por sus fanáticos.