Es una realidad que la calidad de los productos de Apple está en entredicho últimamente. Muchos de sus dispositivos están entrando en serios problemas de calidad o de funcionamiento (o incluso ambos) mientras que la marca los cobra a precio de oro, algo que no es justificable para una marca premium como la de la manzana. La última controversia llega con su MacBook Air 2020, donde las temperaturas son tan preocupantes que el sistema de disipación de los de Cupertino ha quedado en evidencia. ¿Es seguro comprar esta nueva versión?
Las últimas reviews han puesto de manifiesto que la versión de 2019 es bastante más fresca que la de este 2020 y eso que las especificaciones no han sido un salto tan grande como para justificar dicho incremento de temperatura.
La controversia vuelve a darse por el modo en el que Apple trata el sistema de refrigeración de su dispositivo, el cual como veremos a continuación, da una sensación totalmente errónea al usuario.
El MacBook Air 2020 puede llegar a los 100 grados
Si hay algo que un usuario no quiere es que su equipo sufra de altas temperaturas, ya que la degradación se acelera y todos los componentes sufren un estrés innecesario, sobre todo la batería.
El sistema de enfriamiento es por lo tanto clave en una serie de dispositivos como los MacBook donde el grosor y el tamaño son una seña de identidad como en sus competidores.
Esto es lógicamente una limitación para la refrigeración y en contra de todo el mercado, Apple no centra sus esfuerzos en disipar como tal el calor que generan CPU y GPU, sino que diseña un sistema de enfriamiento desacoplado de las mismas y que se centra en mejorar la circulación del aire por el chasis.
Evidentemente esto no es lo más óptimo para los componentes, pero sí para los usuarios. Es decir, el usuario inexperto lo que percibirá es que el MacBook Air 2020 nunca se calienta en su exterior, como mucho estará templado, pero la realidad es que en su interior las temperaturas pueden llegar al TJMax de la CPU (100 grados celsius).
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Pérdida de rendimiento por Throttling, ¿en qué estaba pensando Apple?
Llegados a esta temperatura donde el sistema de refrigeración va a disparar el ventilador hasta unas increíbles 8.100 RPM y donde la sonoridad se va a elevar cual turbina de reactor hasta casi los 46 dBA, la inoperancia del mismo provocará que la CPU Intel tenga que bajar la frecuencia para no comprometer su supervivencia. Es decir, sufrirá Throttling.
La caída de MHz se cifra, como mínimo, en 400 MHz, lo que da como resultado menor velocidad general en la tarea que estemos realizando. Por lo tanto y viendo los datos térmicos, está claro que a Apple poco le interesa que el procesador sufra, ya que prima la «experiencia de usuario» al garantizar que no habrá puntos calientes que el usuario pueda notar.
Como es normal y lógico en portátiles rivales, la salida del aire es un foco de altas temperaturas que precisamente están diseñadas así para preservar el hardware refrigerando CPU y GPU.
En resumen, Apple prefiere vender una falsa sensación de equipo premium, pero la realidad es que su sistema de disipación es claramente ineficiente y pone en serio riesgo la durabilidad futura del equipo, así que se puede decir que, efectivamente, los MacBook Air 2020 tienen un problema grave de sobrecalentamiento.