Hace ya meses que se viene rumoreando que Microsoft quiere dar un volantazo a su estrategia en el mercado de los videojuegos y, además de convertirse en una third party de forma casi oficial, parece que tiene interés en desarrollar una máquina portátil Xbox. Y cuando decimos eso de Xbox, ¿estamos entendiendo todos que nos referimos a la parte de las consolas? Tendría todo el sentido porque es la que más problemas tiene para sobrevivir con la competencia de Sony y Nintendo ya que en PC lucha contra la todopoderosa Valve.
Así que cuando escuchamos «máquina portátil Xbox» convendremos que nos viene a la cabeza una máquina con formato handheld PC pero con un sistema operativo que podría replicar el dashboard de sus Xbox series X|S con el objetivo de ofrecer una experiencia de consola 100%: facilidad de uso, sistema operativo enfocado al gaming exclusivamente y un golpe en la mesa que lo mismo puede hacer tambalear a Sony, que no está en ese mismo camino de cara a los próximos años.
Microsoft y su portátil Xbox que sería una handheld PC
Pero esta semana nos hemos enterado de que lo que podría llegar este mismo año es una handheld PC pura y dura con Windows 11. De la mano de un fabricante reconocido del mercado y donde podríamos jugar con Xbox Game Pass, amén de los títulos de aplicación Xbox. Como diría el clásico «para este viaje no hacen falta esas alforjas». ¿Qué sentido tiene que Microsoft ponga a la venta su propia Steam Deck si luego vamos a tener una experiencia idéntica a la que nos pueda ofrecer Asus con sus ROG Ally o Lenovo con las Legion Go?
Desconocemos a día de hoy si esta información será real o no, la fuente desde luego es solvente (Windows Central), pero nos cuesta mucho pensar que en la división de Microsoft puedan ser tan torpes como parece si atendemos a estas noticias. Si Microsoft nos revela finalmente que aquella portátil Xbox se ha transformado en una handheld PC con Windows 11, estaríamos ante el error más garrafal y definitivo de los últimos años de la industria, un paso tan inútil que casi es mejor no poner nada a la venta.
Como os decimos, suena ridículo que aquellos rumores sobre una Xbox portátil queden en esto que nos han contado, porque no movería nada, no revolucionaría nada, sería como una pequeña onda microscópica avazando por un enorme océano antes de morir en la irrelevancia a los pocos segundos. Nadie está esperando una máquina de Microsoft para tener Windows 11 en la mano. Si algo esperamos de esa ¿consola? es un sistema operativo dedicado, que exprima el hardware y que tenga el look and feel de las Xbox Series X|S para que podamos tener nuestro catálogo (Xbox Game Pass o no) disponible dentro de ella.
Lanzar este artefacto, una handheld PC, sería la demostración de que la división de consolas está muerta, que los de Phil Spencer han tirado la toalla… o que simplemente no se enteran de lo que hacen, son muy torpes e incompetentes y no hay nadie al volante. Y cualquiera de las dos alternativas es igual de inquietante, sobre todo para los que nos consideramos xboxers de Pro desde hace muchos años.