Es posible que los nuevos Mac M1 hayan recibido muchos elogios por su rendimiento y eficiencia energética gracias al último chip de 5 nm de arquitectura ARM de Apple, pero los usuarios también están empezando a encontrar algunos inconvenientes de los que no se está hablando y que son más que preocupantes. En este caso se trata del SSD que integran estos Mac M1, que ofrece una durabilidad menor de lo que se esperaba y que puede dejar el dispositivo inutilizado permanentemente.
Como sabéis, los últimos Mac M1 de los de Cupertino tienen todos los componentes integrados o soldados, lo que significa que los usuarios no tienen la posibilidad de sustituir ninguno de ellos. Por lo tanto, cuando el SSD llegue al final de su vida útil y entre en modo de solo lectura, el equipo quedará irremediablemente inutilizado para su uso, algo bastante preocupante viendo el ritmo al que se desgasta la unidad que Apple ha integrado en los Mac M1 de nueva generación.
La durabilidad del SSD en los Mac M1 depende de su capacidad
Ya hay varios usuarios quejándose de que el desgaste en el SSD de estos dispositivos es inusualmente elevado, y a pesar de haber hecho un uso liviano del equipo tiene un desgaste extremadamente alto. Por ejemplo, un usuario afirma que su Mac M1 reporta un total de 600 GB escritos en el SSD sin apenas usarlo, u otro dice que su Mac con 256 GB de SSD ha escrito ya el 1% de las escrituras garantizadas tras solo dos meses de uso.
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Un propietario de un Mac M1 con 16 GB de RAM y 2 TB de SSD informa un 3% de bytes totales garantizados escritos, y especula que si fuera un SSD de 256 GB podría haber usado ya hasta el 30% de ese mismo valor. Según esos cálculos, el SSD se habría desgastado por completo en unos dos años, lo que requeriría que el cliente tuviera que comprar un nuevo Mac justamente cuando finaliza la garantía del producto.
Si bien los SSD PCIe son extremadamente rápidos, solo pueden manejar una finita cantidad de escrituras de datos antes de que la máquina comience a mostrar problemas. Cuanto mayor sea la capacidad mayor será el total de datos que se pueden escribir, y aunque la plataforma MacOS de Apple garantiza que los datos escritos se distribuyen de manera uniforme en los chips de memoria flash para prolongar su vida útil, a este ritmo de desgaste desde luego que los problemas van a comenzar a aparecer más pronto que tarde.
No se confirma si hay un error en el software que informa la cantidad total de bytes escritos o si macOS está causando este problema de forma involuntaria, eso sí.
¿Obsolescencia programada en los Mac?
En este punto, es inevitable pensar mal de Apple (especialmente si tenemos en cuenta los precedentes). Con una utilización más o menos intensiva de los nuevos Mac M1 se ha calculado que el SSD tendría una vida útil de unos dos años, justamente cuando se termina el periodo de garantía y el comprador ya no tiene derecho a reclamar (de todos modos, el desgaste del SSD muy probablemente no esté cubierto por la garantía porque valga la redundancia es un elemento de desgaste y no una pieza que está mal de fábrica), por lo que es inevitable pensar que hay algún tipo de obsolescencia programada.
Esto es especialmente cierto por el hecho de que cuando el SSD llegue al final de su vida útil, al estar integrado en el equipo resulta imposible cambiarlo por una nueva unidad, lo que da como resultado que el usuario no tenga más remedio que comprar otro equipo nuevo porque este quedará inutilizado.
Es de prever, como suele suceder en estas situaciones, que Apple vuelva a enfrentarse a una oleada de demandas por este hecho. No obstante, como hemos dicho antes también es posible que sea un simple fallo del software que mide las escrituras en el SSD, pero en cualquier caso Apple está ahora obligada a salir a la palestra para dar explicaciones y/o solucionar el problema.