Una de las polémicas dentro del mundo del hardware es la comparación entre procesadores con set de registros e instrucciones x86, diseñados por Intel y AMD y utilizados en los PC de todo el mundo, y ARM, los cuales se encuentran en multitud de dispositivos. Esta se generó por la adopción de dicha ISA en sus ordenadores personales, sin embargo, mucho antes de que los de Cupertino hubiesen dado dicho salto, Windows para ARM ya existía. ¿Por qué los portátiles con procesador ARM no consiguen despegar excepto los de Apple? ¿Merece la pena tener uno?
De un tiempo a esta parte vemos en las tiendas muchos portátiles que ejecutan Windows o Linux como un PC convencional, sin embargo, no tienen un procesador Intel o AMD en sus entrañas. Son los llamados portátiles ARM, los cuales se crearon como una forma de conseguir tener ordenadores ultraligeros con un rendimiento en ciertos consumos superiores a un PC. Con la aparición de los MacBook con chips de Apple y bajo la misma ISA, el resultado no ha podido ser más deprimente.
La ventaja de Apple en portátiles ARM
El principal motivo no tiene que ver con el sistemas operativo, sino que es la potencia, no en vano, una de las causas por la cual Qualcomm acabo adquiriendo Nuvia para hacer una nueva generación de procesadores es por el hecho que en cuanto núcleos de CPU bajo ISA ARM se han quedado muy por detrás de Apple. Debido a que Windows para ARM solo es compatible con los Snapdragon 8CX, al final todos los portátiles de este tipo tienen todos el mismo procesador y son clones unos de otros con pequeñas variaciones.
- Pues bien, si miramos los resultados en Geekbench 5, la mayoría de estos ordenadores alcanzan un rendimiento de 1100 puntos a la hora de ejecutar código que solo se puede funcionar en un solo núcleo y 5700 puntos si hablamos de código multinúcleo. Todo ello en un chip con 8 núcleos a 2995 MHz de velocidad.
- En cambio, el chip Apple M1 del MacBook Air aparecido a finales de 2020, alcanza los 1700 puntos en mononúcleo y casi los 7600 puntos en multinúcleo, al igual que su rival es una configuración de 8 núcleos y funciona a 3.2 GHz.
- El M2 de Apple escala hasta los 1906 y 9017 puntos respectivamente, sin aumentar la cantidad de unidades de procesamiento general. Así como la velocidad de reloj de los núcleos de rendimiento a los 3.4 GHz
Claro está que hemos de tener en cuenta que en chips de este tipo la trampa es que utilizan configuraciones de núcleos heterogéneas, con unos que dan mayor rendimiento que otros, pero menos eficientes. Ambos tipos de procesadores comparten espacio en un mismo chip. De ahí a que el resultado multinúcleo se encuentre en los tres casos por debajo de lo esperado. Aunque la idea general es que existe una diferencia de rendimiento clara entre el chip de Apple y el de Qualcomm.
¿Y cómo se comparan con Intel y AMD?
Por desgracia, no existe el procesador universal que tenga el mismo rendimiento por vatio en todos los consumos. Los x86 tienen un rendimiento pésimo en consumos de teléfono móvil y es por ello que nadie los utiliza, en cambio, a medida que vamos subiendo los vatios del procesador vemos como las tornas se van cambiando. Por eso ninguno de los portátiles ARM tiene una CPU con un TDP de 45 W.
Sin embargo, existe un punto medio en el que se encuentran portátiles ultraligeros y, por tanto, de bajo consumo. Pues bien, uno de los procesadores más usados es el Intel Core i3-1215U, un chip de 6 núcleos (2 de rendimiento y 4 de eficiencia) pensado para portátiles ultraligeros como por ejemplo los ASUS Vivobook. Pues bien, a una velocidad de 2.5 GHz pueden alcanzar 1427 puntos en mononúcleo, sin embargo, en rendimiento multinúcleo se quedan por detrás por tener solamente 6 unidades, ¿la cifra? 4461 puntos.
El software vende hardware
En su historia Apple ha cambiado varias veces de procesador y su dominio completo sobre la estructura vertical de su plataforma les ha permitido marcar en todas ellas transiciones que de una ISA a otra sin problemas. Si cualquiera de nosotros ejecuta en su ordenador un programa escrito para PC en 1981, podrás ejecutarlo en tu ordenador actual sin que haya ninguna emulación ni traslado de código. En cambio, en Mac esto no pasa, en su historia han usado cuatro sets de registros de instrucciones distintos: 68K, PowerPC, x86 y ARM. ¿En PC? Solo una en todo este tiempo.
El problema en sí mismo no es trasladar el código fuente de un tipo de binario a otro, ya que si se han utilizado lenguajes de alto nivel que no tienen dependencias no son un problema. Más bien, la dificultad se encuentra en esas partes del código que sí que dependen de elementos propios de la ISA. Siendo los sistemas operativos los principales culpables de ello. Por no hablar de conceptos más complejos como la forma en la que cada set de registros e instrucciones maneja las zonas protegidas y no protegidas de la memoria.
Debido a que las aplicaciones a día de hoy se ejecutan sobre un sistema operativo, necesitamos que este se encuentre bien adaptado o no habrá un traslado de las aplicaciones de x86 a ARM. Sin embargo, la falta de las mismas hace que los portátiles ARM no se vendan y se puedan considerar un enorme fiasco.
Nadie quiere hacerse responsable del fiasco de los portátiles ARM
Mientras que Apple se encuentra en modo Don Palomo, en el caso de los portátiles ARM con Windows son Microsoft y Qualcomm teniendo que ponerse de acuerdo con una gran cantidad de fabricantes, quienes ven como los de Cupertino venden sus MacBook a altos precios y deciden emularlos ofreciendo un producto cuya percepción del valor es baja, incluso en comparación con otros portátiles con el sistema operativo de los de Redmond.
En realidad, todo se resume al hecho de que Qualcomm, pese a ser un excelente creador de chips para móviles, ha creado procesadores demasiado lentos y esto los usuarios lo notan. Apple ha sido capaz de que sus usuarios puedan ejecutar sin problemas las aplicaciones de sus Intel Mac y casi sin esfuerzo. En cambio, ver programas x86 siendo emulados en un Qualcomm Snapdragon 8CX es desesperante.
Es decir, los portátiles ARM con Windows deberían venderse a un precio muy por debajo de lo que se encuentran en estos momentos, dado que el valor que ofrecen no es suficientemente bueno como para justificar el coste para el usuario final. La culpa aquí no es de los ensambladores, sino más bien de Qualcomm y Microsoft por no ofrecer una dupla de procesador y sistema operativo competitiva.