Una de las grandes incógnitas de la industria de los portátiles es sin duda el hecho de que es imposible juntar un procesador Intel con una tarjeta gráfica AMD. Pero, si ambas compañías se abren a usar una tercera empresa como NVIDIA y sus GPU, ¿Por qué no vemos un portátil Intel con una GPU AMD RX para portátiles gaming?
La respuesta a la pregunta hace que nos tengamos que ir hasta el año 2009, donde la historia comienza. Y es que Intel, AMD y NVIDIA tienen una relación muy peculiar que va en función de quién esté por encima de quién, ya que el que dictamina la mayor parte de las normas es el más rápido en la teoría y en la práctica. En 2009 Intel y NVIDIA estaban inmersos en peleas en los tribunales por ciertos acuerdos de patentes y mercado por los nForce de los verdes y tras saldar la cuenta con un balance negativo de 1.500 millones, Intel ponía fin a la relación de NVIDIA con un acuerdo por dicha cantidad en nada menos que 6 años.
¿Por qué pagar si supuestamente llevas razón? La libertad tiene un precio
Intel no quería seguir con NVIDIA y los acuerdos firmados acusándola de varias artimañas para mantener el monopolio y otras minucias de por medio. Básicamente, el equipo azul quería romper con el verde por un motivo muy simple: con dicho acuerdo no podían montar otra GPU que no fuese NVIDIA.
La ruptura dejó abierta la puerta para los de Pat Gelsinger y como tal, Intel y AMD comenzaron a trabajar juntos poco después y siguieron colaborando en una alianza muy curiosa que ha tenido un desenlace por todos conocido. El último procesador Intel con iGPU AMD fue el i7-8809G, una CPU de 4 núcleos y 8 hilos en 14 nm con arquitectura Kaby Lake-G que incluía una Radeon RX Vega M GH a 1190 MHz con 24 CU, donde además se daba el caso de que había una segunda iGPU Intel HD 630 en el encapsulado.
Aquella ruptura con NVIDIA propició la estrategia de Intel para dominar el mercado de las GPU global a día de hoy, ya que los azules aprendieron de sus rivales, adquirieron los conocimientos, contrataron al personal adecuado y comenzaron a investigar y diseñar una arquitectura modular a futuro mientras poco a poco se iban poniendo a la par de los de Lisa Su en este apartado.
Portátil Intel con GPU AMD, NVIDIA tuvo que abandonar
El resultado fue simple: NVIDIA dejó las iGPU como tal y los chipsets, Intel se hizo con ese hueco, diseñó los suyos, los integró en el procesador a modo de APU en toda regla, se alió con su rival para aprender de él y ahora no depende de nadie y piensa asestar un golpe definitivo al equipo rojo y plantar cara al verde.
Por lo tanto, Intel no tiene la necesidad de adquirir GPUs RX 6000 actualmente para los equipos que monten sus CPU. Actualmente tienen mejor iGPU que AMD y los de Lisa Su tampoco compiten en rendimiento/vatio/unidades con NVIDIA. Las RX 6000 son competentes, son eficientes y son más baratas que una GPU rival, pero el stock es muy limitado.
La respuesta a esto es, supuestamente, contratos firmados en secreto entre Intel y NVIDIA para desplazar a AMD del mercado. Ambas compañías han negado esto multitud de veces, pero bien es cierto que no vamos a ver una CPU Intel frente a una GPU AMD en un mismo portátil… Si a esto le sumamos la cantidad de modelos y variantes de NVIDIA y los 4 modelos disponibles en AMD, ¿por qué Intel optaría por el equipo rojo si compite directamente con ellos y encima tienen un producto en gaming igual de rápido?