A pesar de que la tecnología ha evolucionado muchísimo en los últimos años, si nos atenemos a la estructura interna que tienen los ordenadores de hoy en día, podemos afirmar que no ha habido demasiados cambios significativos con respecto a los PC que teníamos hace 20 años pero, ¿es esto necesariamente algo malo? Vamos a verlo.
Por supuesto, hay cosas en la industria del hardware que sí que han cambiado significativamente, especialmente en términos de rendimiento. Sin embargo, la base, la estructura y la forma de funcionar de los ordenadores no ha cambiado casi nada en más de dos décadas…
La forma y la estructura de los ordenadores no cambia
Procesador montado en la placa base, que a su vez está refrigerado por un disipador. Memoria RAM «pinchada» en la placa base, ranuras de expansión para la tarjeta gráfica y otros dispositivos, puertos de conexión, fuente de alimentación, ventiladores… todo metido en una caja. Esta estructura o forma de montar un PC no ha cambiado apenas en los últimos años, y nada apunta a que vaya a hacerlo a corto o medio plazo.
Si echamos un poco la vista atrás, sí que ha habido algunos cambios interesantes en la forma en la que conocemos los ordenadores de sobremesa. Por ejemplo, la tendencia ahora es que las unidades de almacenamiento se conecten directamente a la placa base (formato M.2) en lugar de tener un rack para discos duros que había que conectar tanto con cable de alimentación como con cable de datos (SATA), al igual que ha cambiado la tendencia de instalar la fuente de alimentación en la parte de arriba (ahora se instala abajo para fomentar una mejor refrigeración y para bajar el centro de gravedad del conjunto).
Pero, aparte de esto, ¿qué más ha cambiado en el PC? De hecho, tampoco es que esto varíe mucho la forma en la que construimos un PC, porque realmente sigue siendo lo mismo: una caja con su refrigeración, placa base, fuente, componentes… todo interconectado.
Sin embargo, tampoco podemos decir que esto sea algo malo, fundamentalmente porque se ha estandarizado hasta el punto de que todos los ordenadores son modulares, pudiendo el usuario elegir y cambiar cuando quiera cualquiera de sus componentes, como el procesador, el disipador, la RAM, la fuente de alimentación, etc. (siempre y cuando sean compatibles, ya sabéis).
Por lo tanto, consideramos que esto no es una mala noticia, y de hecho el que por ejemplo el almacenamiento ahora se conecte directamente a la placa es una muy buena ventaja que no nos priva de esta modularidad o libertad a la hora de conectar, desconectar y cambiar dispositivos en el interior de nuestros ordenadores.
Cambios sustanciales nos privarían de versatilidad
Obviamente, todos esperamos que esto evolucione antes o después, y de hecho ya lo ha hecho en otros segmentos del mercado. Existen lógicamente los ordenadores portátiles en los que todo va integrado (si bien es cierto que, fundamentalmente, siguen siendo una placa base con su procesador, su memoria, su sistema de refrigeración, etc. aunque vaya todo soldado e integrado de alguna manera), así como muchos PC OEM o mini PC que también integran todo o casi todo el hardware.
Pero claro, si hicieran esto mismo en los ordenadores de sobremesa tendríamos los mismos problemas que en un portátil o en un mini PC que lleva todo integrado: perderíamos mucha versatilidad. A pesar de que en muchos de estos dispositivos sí que podemos cambiar algunas cosas como el almacenamiento o la RAM, hay otros componentes que no podemos tocar como el procesador, el sistema de refrigeración o la misma carcasa, algo que nos hace perder esa modularidad que tenemos en los ordenadores de sobremesa de hoy en día.
Por lo tanto y respondiendo a la pregunta del titular: ¿es esto una buena o mala noticia? ¿Deberían cambiar de forma radical los ordenadores? Personalmente, creemos que es una buena noticia precisamente por la estandarización que hay en el mercado, algo que nos da mucha libertad a los usuarios para poder elegir. De esta manera, siempre podremos por ejemplo adquirir un disipador barato y luego comprar uno mejor, podremos añadir memoria RAM o comprar un kit más rápido, o podremos añadir SSD o instalar modelos de mayor capacidad siempre que queramos.
Y tú, ¿qué opinas al respecto?