Tras una larga espera, desde principios de abril ya conocemos todas y cada una de las especificaciones que nos ofrecerá la Nintendo Switch 2 cuando llegue al mercado a principios de junio, una consola que ha incrementado considerablemente el precio en comparación con la primera generación, pasando de los 329 euros que costó la Nintendo Switch de primera generación que se lanzó en 2017 a los 469 euros que cuesta la Nintendo Switch 2.
Si bien es cierto que la Nintendo Switch 2 incluye una importante serie de mejoras en comparación con los modelos de primera generación, excepto en la pantalla que es LCD y no OLED, este incremento de precio no parece haber sentado mal en la comunidad de usuarios, o al menos no se han revelado de forma masiva.
Lo primero que llamó la atención, conociendo como a Nintendo le gusta el dinero, y una vez se ha sabido que el hardware no es de última generación (algo a los que nos tiene acostumbrados) es el motivo que la compañía utilizaría para justificar el incrementar el precio de la consola en 140 euros en 8 años. Hemos tenido que esperar a que la compañía japonesa anuncie sus resultados financieros correspondientes al último trimestre fiscal para averiguarlo.
La Nintendo Switch 2 tiene menos margen de beneficio
Según afirma el presidente de Nintendo, Shuntaro Furukawa, en una sesión de preguntas con inversiones con respecto a las estimaciones de ingresos para el próximo año fiscal:
La razón por la que esperamos que el índice de beneficio operativo disminuya año tras año en nuestro pronóstico de ganancias consolidadas es porque se prevé que la proporción de ventas de hardware aumente con el lanzamiento de Nintendo Switch 2 y esperamos que el índice de beneficio bruto disminuya debido a que el hardware de Nintendo Switch 2 tiene un margen de beneficio más bajo que el hardware de Nintendo Switch. Se espera que el ratio de beneficio operativo disminuya año tras año junto con la disminución del ratio de beneficio bruto
Para compensar la pérdida de ingresos que obtiene con la venta de casa consola, ahora se entiende perfectamente el motivo por el que los juegos para esta consola han subido de precio, que haya que pagar por versiones remasterizadas de los juegos ya disponibles para la Switch original, que la suscripción a Nintendo Switch Online sea prácticamente obligatoria (al igual que PlayStation) y que se haya adaptado un formato de llave para los juegos en lugar del tradicional cartucho de almacenamiento.
Todas estas medidas están destinadas a paliar los menores ingresos que obtendrá la compañía por cada venta y, al igual que haría también Sony, quiere exprimir a sus usuarios todo lo que pueda, un movimiento que, no podemos negar, haría cualquier otra empresa. A pesar de que muchos usuarios no lo vean así, las empresas están para ganar dinero, no son una ONG por lo que, aunque a nadie le guste que le obligan a pagar más por lo mismo, en muchas ocasiones, no hay más remedio.
Sony y Microsoft también han anunciado recientemente una subida de precio en sus consolas. Mientras que Sony solo ha incrementado el precio de la PS5 en formato digital, Microsoft ha subido el precio de ambos modelos, tanto de la Xbox Series S como de la Xbox Series X.