Cualquier PC moderno (y esto incluye a los portátiles) cuenta con una tarjeta de red integrada «Gigabit«, lo que significa que tiene un ancho de banda máximo de 1.000 Mbps. Sin embargo, hay muchas circunstancias por las que podríamos toparnos con Internet capado a 100 Mbps en Windows, una velocidad 10 veces inferior a la que debería y que, por supuesto, provocará que todo vaya más lento. En este artículo te enseñamos cómo solucionar el problema.
Obviamente, si tienes una tarjeta de red Gigabit, pero Windows te dice que está conectada a 100 Mbps, es que hay un problema. Esta situación es más frecuente de lo que piensas, y hay varios motivos que pueden provocarla. Vamos a verlos uno a uno y qué es lo que debes hacer en cada situación (si tienes este problema, te recomendamos ir en orden y comenzar a probar por lo primero que te vamos a poner a continuación).
Comprueba el cable (conexiones, velocidad y estado)
El primer responsable de que Internet funcione a 100 Mbps en el PC suele ser el propio cable, así que es lo primero que deberás comprobar. Por supuesto, comienza comprobando que está bien conectado en los dos extremos (vamos a asumir que tienes conectado el PC directamente al router), y también deberás comprobar que tu cable soporta velocidad Gigabit. Para ello, mira en el propio cable puesto que todos ellos deben tener escritas una serie de características, incluyendo su categoría que es lo que nos importa para esto.
No vamos a entrar a mostrarte todas las categorías de cable de red que hay; simplemente debes tener en cuenta que para que pueda funcionar a 1.000 Mbps, el cable tiene que ser Cat. 5e, Cat. 6 o superior. Dicho de otra manera, si el cable es Cat. 5 no es compatible con conexiones Gigabit y por lo tanto ya habrás encontrado el culpable de que tu Internet esté limitado a 100 Mbps.
Después de comprobar esto, aunque tu cable sea Cat. 5e o superior deberías comprobar su estado, ya que un cable de alta velocidad en mal estado también puede funcionar a 100 Mbps a causa de ello. Especialmente si tienes un cable Cat. 7 o Cat. 8, las dobleces violentas (giros de 90 grados o más en el cable), el cable aplastado o que se haya pelado la funda son motivo para que baje su velocidad de funcionamiento. Si es así, cambia el cable por uno nuevo y en buen estado y el problema debería quedar solucionado.
Si cable cumple con todos los requisitos para ser compatible con conexiones Gigabit, debemos analizar cuál es el recorrido que hace desde el router hasta el equipo. Este tipo de cables es susceptible a interferencias electromagnéticas producidas por dispositivos electrónicos y que pueden afectar tanto a la calidad de la señal como su velocidad. Siempre que sea posible, es recomendable que el trayecto del router al cable sea lo más corto posible y que no pase cerca de ningún electrodoméstico como neveras, hornos o microondas que puedan afectar a la calidad de la señal.
El cable es más importante de lo que crees
A la hora de elegir el cable perfecto para nuestro ordenador siempre debemos tener en cuenta todo lo que hemos comentado anteriormente, y es que realmente es algo que no muchas personas suelen conocer, por lo que a la hora de comprar un cable es posible que se equivoquen y terminen con uno que no ofrece lo que necesitan. Esto es algo que puede suceder de forma más común de lo que pensamos, ya que es posible que tengamos la falsa idea de que el cable no importa siempre y cuando tengamos una buena conexión y un buen ordenador.
En general siempre debemos conocer todos los aspectos de cualquier conexión que realicemos en nuestro PC, ya que de ello depende si lo podremos utilizar con las especificaciones que realmente es capaz de ofrecer o de si por el contrario habremos gastado el dinero en vano. Siempre que queramos cambiar de cable debemos verificar que mínimo es de una categoría que nos permita tener 1 Gigabit, ya que actualmente no es demasiado complicado encontrar operadores que ofrecen este tipo de velocidades mediante fibra óptica.
Comprueba la tarjeta de red
El segundo punto a comprobar es tu propia tarjeta de red. Empieza por asegurarte de que efectivamente es capaz de manejar conexiones a 1000 Mbps (en las especificaciones de la placa), y cuando estés seguro, vamos a ver que no haya un problema de configuración en el software. Para ello, accede a Configuración (clic sobre Inicio y luego sobre el icono de la rueda dentada) y dirígete a la sección «Red e Internet». Ahí, pulsa sobre «Configuración de red avanzada».
En la siguiente ventana, deberás seleccionar «Más opciones del adaptador de red», que abrirá una nueva ventana. En esta, haz clic derecho sobre tu adaptador de Ethernet y selecciona Propiedades.
Se abrirá de nuevo otra ventana, en la que arriba del todo a la derecha verás un botón que pone «Configurar». Púlsalo y se abrirá otra ventana más, en la que deberás ir a la pestaña Opciones avanzadas y en la lista que aparece, debes buscar abajo del todo «Velocidad y dúplex».
Asegúrate de que, tal y como te mostramos en la captura de pantalla, el Valor está seleccionado «Negociación automática«, ya que este valor asegura que Windows negociará con la tarjeta de red la velocidad máxima que admita el cable. No es recomendable seleccionar otro valor que no sea negociación automática, aunque no debería pasar nada si marcas Dúplex completo a 1,0 Gbps.
Tras comprobar esto, en la misma ventana busca en la lista «Suspensión selectiva», y asegúrate de que está Deshabilitado.
Hecho esto, pulsa sobre Aceptar y ya puedes cerrar el resto de las ventanas; comprueba si ahora Internet ya funciona a 1.000 Mbps o si por el contrario el problema persiste.
Otras consideraciones si Internet funciona a 100 Mbps
Si tras haber comprobado tanto el cable físicamente como la configuración de tu tarjeta de red Internet sigue capado a 100 Mbps, hay algunas otras cosas que puedes probar, y como siempre la primera es asegurarte de que los drivers de la tarjeta de red están actualizados. Normalmente esto podrás hacerlo desde el Administrador de dispositivos de Windows (clic derecho sobre el botón de Inicio -> Administrador de dispositivos), donde en la sección «Adaptadores de red» solo tendrás que hacer clic derecho sobre tu tarjeta de red, pulsar sobre Actualizar controlador y seguir el asistente para que Windows trate de actualizarlo.
No obstante, en estos casos hacerlo por este método rara vez logra solventar el problema, así que lo mejor que puedes hacer es acceder a la página web del fabricante de tu placa base, buscar tu modelo y descargar el controlador de la tarjeta de red desde ahí.
Finalmente, y aunque casi nunca es culpa de esto, también puedes acceder a la configuración de tu router (no vamos a entrar ahí porque cada router es distinto, pero normalmente basta con poner 192.168.1.1 en un navegador de Internet para ello), y en el apartado Internet (o WAN, o algo similar) comprueba que la conexión es 1000 Mbps Full Dúplex (o un nombre similar, ya que como decíamos cambia dependiendo del router). Si no es así, reinicia el router y comprueba si ahora sí que coge la conexión correctamente.
Si tras comprobar todo esto nada ha funcionado, cabe la posibilidad de que haya algún elemento que está fallando: cambia el cable, prueba ese mismo cable en otro PC, reinicia el router, etc. y si sigue sin funcionar, lo mejor que puedes hacer es llamar a tu operador de Internet para preguntarles si te pueden cambiar el router o te pueden ayudar de alguna manera, aunque «buena suerte» con eso porque, la verdad, la persona que te conteste al teléfono probablemente sea un simple teleoperador y no un técnico.
Descargar los drivers del fabricante
Independientemente de si se trata de una tarjeta de red integrada en la placa base como si se trata de una tarjeta de red conectada a un puerto PCIe, si no conseguimos dar con el problema, debemos descargar los drivers del fabricante. De forma predeterminada, Windows utiliza la base de datos Windows Update con drivers genéricos, drivers que, en ocasiones, no son capaces de reconocer las capacidades de hardware de un componente o dispositivo.
¿El problema es de tu router?
En muchas ocasiones nos volvemos locos porque no superamos ese número 100 y creemos que es problema de configuración, ordenador o incluso de nuestra compañía que nos está «engañando». Sin embargo, tienes que saber que la mayoría de routers, al menos lo más antiguos, solo pueden ofrecernos 100 megas. Incluso a veces no superan los 50 de subida.
Esto será un problema, ya que hagamos lo que hagamos no conseguiremos nada. En ese momento, después de verificar qué router tenemos y comprobar por internet su límite, tendremos que llamar a la compañía y decirles el problema. Suelen tener en cuenta el router que tienes al aumentarte la velocidad, pero no siempre ocurre. Te lo cambiarán gratis por uno nuevo con mayores prestaciones, así que ya sabes, igual antes de probar con todo lo anterior, tendrías que verificar esto.
Nuestra conexión a Internet
Si no encontramos el problema después de probar las opciones que hemos mostrado más arriba, cabe la posibilidad de que el problema no esté presente en nuestro ordenador, sino que se encuentra en nuestro proveedor ISP, es decir, en la empresa que nos ofrece la señal de Internet en nuestro hogar. Cabe la posibilidad de que los servidores de nuestro ISP estén sufriendo alguna una sobrecarga en los servidores por una demanda puntual que estén afectando negativamente a la velocidad de conexión.
Para salir de dudas, lo primero que debemos hacer es ponernos en contacto con nuestro operador para que hagan una prueba de velocidad de nuestra línea. Si no detectan ningún problema, lo más probable es que la tarjeta de red haya dejado de funcionar o lo haga de forma errática, por lo que la solución más barata y sencilla pasa por comprar una nueva y condenar la antigua que tenga nuestro equipo.
Reinstala Windows
Si después de probar todos los métodos que os hemos indicado más arriba, seguimos sin poder disfrutar de una mayor velocidad y estamos completamente seguros de que la placa base de nuestro PC o la tarjeta de red es compatible con 1 GB, lo único que nos queda para solucionar el problema es formatear el equipo y volver a instalar Windows de cero. En ocasiones, Windows efectúa cambios en el sistema que no hay forma de revertirlos de ninguna forma sin volver a instalar el sistema operativo.