Los ordenadores de escritorio en los que todos los componentes se encuentran integrados en la pantalla reciben el nombre de All-In-One u ordenadores de concepto iMac en honor al sistema de Apple que popularizo este tipo de diseños. Pues bien, de un tiempo a esta parte han desaparecido por completo del mapa. Al menos con respecto al usuario de a pie. ¿Se trata de un fracaso o más bien han encontrado su nicho limitado?
El primer ordenador con pantalla integrada fue el primer Macintosh, el cual en su hardware era bastante sencillo. Su pantalla estaba integrada, pero era monocroma, carecía de tarjetas gráficas y de sonido y todo lo llevaba a cabo la CPU. Sin embargo, su concepto era vender la novísima interfaz gráfica. Su factor forma requería de tantos sacrificios que acabo siendo un fiasco comercial enorme. Esto hizo que tres años después Apple lanzará sus Macintosh II con capacidades más parecidas a las del PC y el Amiga. Una tendencia que continuaron hasta 1998, año en que llego el iMac que es donde empezó todo.
Los orígenes del concepto iMac
14 años después, estando a punto de desaparecer como empresa, Apple dio en la tecla con su Internet Mac o acortado como iMac. Un ordenador pensado para navegar por internet de serie en una era donde el modem era algo opcional y con la facilidad de uso de las plataformas de la empresa de Cupertino. Tal fue el éxito que incluso le salió un clon como el Gateway Astro, sin embargo, el concepto se encontraba tan limitado respecto a los PC de torre como el primer Macintosh.
Con tal de caber en ese reducido espacio, la circuitería tenía que ser cuanto menos sencilla, sin capacidades de ampliación y todo en una era dorada del PC, donde no solo las torres se habían puesto a tiro para todo el mundo, sino que la llegada de las tarjetas 3D hizo que de cara a jugar a videojuegos este tipo de ordenadores fueran de nuevo un fiasco. Si bien la cuota de mercado de Apple por el uso de su sistema operativo exclusivo ha sido siempre limitada, se ha de decir que el mismo concepto en PC ha sido siempre un fiasco para el usuario doméstico.
En un PC con concepto iMac pagas más por menos
Los portátiles por aquel entonces no eran tan populares como a día de hoy, pero se entendía su sobreprecio por el hecho que era necesario crear procesos industriales y plantas enteras con sus trabajadores para lanzar un modelo. No era tan sencillo como montar las piezas en casa y para conseguir ciertos diseños eran necesarias máquinas muy especializadas. Sin embargo, el hecho de tener un ordenador que llevar a cualquier parte lo justificaba de sobras.
En cambio, los ordenadores con concepto iMac eran piezas de escritorio que costaban mucho más por el hardware que ofrecían que una torre normal y sin capacidad de ampliación más allá que la de un portátil. Todo ello se mantuvo incluso con el paso a las pantallas planas. Es decir, lo que obtenía el usuario final era un sistema más caro que una torre con la máxima potencia y sin capacidad de ampliación. Eso sí, para los amantes de los espacios sin tantos cachivaches encima del escritorio era ideal y quedaba muy bien en las fotos. Hasta que en el uso diario echabas en falta la capacidad de ampliación.
Por otro lado, en Apple han tenido éxito por el hecho que los usuarios de la plataforma nunca tuvieron una torre asequible en su día y ahora ya ni existen. Por lo que era comprarte un iMac o pagar tres veces más por tener la capacidad de poder montar tu ordenador al gusto pagando el doble o incluso el mismo precio que en el PC. Es decir, nunca hubo opción para los usuarios de la empresa de Cupertino.
Se han visto relegados a las oficinas
El efecto Halo de los iPod primero y los iPhone después llevo la marca de Apple del ostracismo a estar en primera fila, era la marca de moda y los ensamblares sabiendo esto empezaron a copiar sus productos. Los All-in-One empezaron a ser ofertados de nuevo con la esperanza de que su similitud en concepto que los iMac de Apple les hiciera tener de nuevo el éxito que no habían tenido años atrás. ¿El resultado? Una historia que se repite y el público en general rechazándolos.
No obstante, el mercado donde han tenido éxito es en escuelas, oficinas y tiendas, donde la limitación técnica por el diseño industrial generalizado de este tipo de ordenadores no es una limitación. Es decir, han terminado siendo un ordenador de nicho en realidad. Lo más seguro es que si has ido a un centro comercial verás una gran cantidad de terminales de venta que son este tipo de ordenadores, o la persona que te atendió cuando fuiste a pedir un préstamo.
En conclusión, los PC con concepto iMac no han desaparecido del mapa, se siguen vendiendo, pero para el usuario de a pie sus limitaciones están claras y es mucho mejor el uso de un ordenador de torre de toda la vida para el usuario de a pie. Es más, si eres una gran empresa o la administración y los quieres comprar para tu personal, no vas a usar los mismos canales comerciales para conseguirlos.