Es innegable que los SSD modernos son cada vez más rápidos y de mayor capacidad -aunque también más caros-, y desde hace tiempo la temperatura está comenzando a ser un problema, obligando a usuarios y fabricantes a utilizar un disipador para mantener a raya la temperatura del SSD. Sin embargo, parece que la cosa va a ir más allá con la próxima generación de SSD PCIe 5.0, y el fabricante Phison ha afirmado que la refrigeración activa será prácticamente obligatoria… ¿hasta qué punto es esto verdad?
Muchos SSD modernos y especialmente los de gama alta necesitan un disipador; la diferencia con lo que ahora nos dice Phison es que en la enorme mayoría de casos, con un disipador pasivo es más que suficiente, mientras que el famoso fabricante de controladoras de SSD ahora dice que necesitaremos refrigeración activa, lo que significa utilizar un disipador con un ventilador para que ayude a evacuar el calor de manera más efectiva.
Disipador con ventilador para los SSD PCIe 5.0, ¿por qué?
Las palabras textuales de Sebastien Jean, CTO de Phison, fueron las siguientes (traducción propia): «Hay muchas cosas en las que estamos trabajando para mantener a raya el consumo de los SSD, pero una cosa es segura y es que los SSD cada vez van a calentarse más, del mismo modo que las CPU y GPU lo hicieron en los 90, y cuando nos movamos de la Gen5 a la Gen6, nos veremos obligados a considerar la refrigeración activa».
Uno de los principales motivos que explica Phison para este hecho es que según los SSD van teniendo mayor rendimiento y capacidad, son necesarias controladoras de SSD más complejas y que por ello se calientan más, especialmente debido a sus sistemas de corrección de errores que cada vez tienen que adoptar algoritmos que requieren mayor potencia de cálculo (y cuando un chip está calculando ya sabéis que se calienta, exactamente de la misma manera que le pasa al procesador del PC).
La mayoría de nuestros lectores sabrá que un procesador o una tarjeta gráfica pueden trabajar a temperaturas bastante altas, de en torno a 100ºC, sin sufrir degradación o problemas. Lo mismo sucede con la controladora del SSD, que en este caso es capaz de soportar temperaturas de hasta 120ºC sin problemas, pero donde sí que hay problemas es que si la controladora llega a estas temperaturas también calentará los chips aledaños, es decir, los chips de memoria NAND, y estos solo soportan hasta 70ºC hasta que comienza el protocolo de Thermal Throttling, un mecanismo de seguridad que reduce el rendimiento del SSD para mantener la temperatura a niveles soportables.
Así pues, todo lo que os hemos contado hasta ahora viene a significar que es necesario utilizar algún método para mantener a raya la temperatura de funcionamiento de los SSD modernos, al menos si queremos que se mantengan a una temperatura que no cause degradación tanto en su integridad como en su rendimiento. Y, si Phison ha dicho que será necesaria refrigeración activa, es porque ya han comprobado que con los disipadores pasivos que se utilizan ahora mismo en los SSD PCIe 4.0 no es suficiente, y será necesario introducir un ventilador que ayude a mover el aire para fomentar una refrigeración más efectiva.
Algunos fabricantes, de hecho, ya han comenzado a lanzar al mercado disipadores activos para SSD, como el de Elecgear que podéis ver en la imagen de arriba o el de XPG (ADATA) que ya habréis visto en la imagen de portada. El problema es que estos disipadores requieren conectar el ventilador a la placa base (como si fuera un ventilador de caja), aunque si finalmente se hace imperativo usar refrigeración activa en los SSD, muy probablemente veremos modelos que ya tomen la energía necesaria del propio conector del dispositivo.