Puede que te hayas preguntado el por qué hay placas base específicas para procesadores Intel y placas base para procesadores AMD. Pese a que la respuesta es bastante simple y corta en un principio, pero se extiende algo más si tenemos en cuenta el punto de vista de la arquitectura. ¿Por qué no se puede instalar procesadores de Intel o AMD en una misma placa base?
Hace muchos años era posible instalar un procesador Intel en una placa base AMD y viceversa. El motivo es que ambas compañías compartían el mismo tipo de socket, es más, hubo un tiempo en que AMD fabricaba los procesadores de Intel. Los procesadores Intel 8086, 8088, 80286, 80386 y 80486 podían instalarse en placas base de AMD, al compartir el mismo socket.
Estamos hablando de los principios de la informática, las cosas han cambiado muchísimo. Actualmente, Intel fabrica sus procesadores y AMD es cliente de TSMC, uno de los mayores fabricantes de procesadores. Los dos tienen sus propias arquitecturas, gestión de voltajes y otros parámetros que veremos que impiden que compartan el mismo socket.
Una placa base, dos opciones distintas, ¿por qué nunca se dará?
Poder instalar un procesador AMD en una placa base Intel o un procesador Intel en una placa AMD no es algo que vaya a pasar en los sistemas modernos. El principal motivo es que legalmente no está permitido. Intel y AMD se cubren las espaldas con cláusulas para que ningún fabricante de placas base le dé por lanzar una placa con dos sockets distintos en un intento de llevarse el mercado, ya que al final se trata de una competición que tiene lugar desde hace mucho tiempo, por lo que es normal que existan diversas cláusulas que impiden este tipo de situaciones.
Además, esto es realmente complicado de fabricar. Implica doblar las conexiones eléctricas internas hacia dos sistemas que gestionan los voltajes de maneras completamente opuestas. La gestión de la memoria RAM también es diferente pese a que pueden usar los mismos slots. Si hablamos del apartado físico, lógicamente ningún socket de AMD o Intel se parece. Eso requiere la instalación de dos de ellos, porque ninguna CPU tiene ni la forma ni el pinout del otro, por no hablar de las diferencias entre los sockets LGA y PGA.
Por otra parte, está claro que, al tratarse de compañías rivales, lo que buscan es que el cambio de una marca a otra sea lo más complicado posible, al final también se trata de una estrategia de marketing que suele hacer que cuando mejoramos un procesador, tengamos principalmente en cuenta si es compatible con nuestra placa base. Esto implica que uno de los mayores cambios que podemos hacer es cuando pasamos de un procesador que utiliza un socket a otro que resulta ser una versión mejorada, siendo cuando realmente nos planteamos la cuestión de cambiar una marca por la otra, ya que nos fuerza realmente a cambiar también la placa base.
La arquitectura y el nodo litográfico, el clavo definitivo en el ataúd
No podemos olvidar que la forma de los procesadores y, por ende, del socket que los alberga viene dada por requerimientos de arquitectura y nodo litográfico. Si partimos de una arquitectura mono-DIE con gran número de núcleos en su configuración máxima, el PCB, el sustrato o el interposer que los albergue tendrá por norma general un tamaño más grande que con el paso de las generaciones y pese a que el nodo acompañe por densidad, suele hacer los procesadores más grandes.
Además, si como pasa ahora, Intel sigue con mono-DIE y AMD sigue con MCM, la disposición interna de los componentes, chiplets y resistencias será totalmente distinta, pinouts diferentes y, por lo tanto, al final son dos conceptos que se parecen como una naranja a una pera: son frutas, pero tienen poco más que ver.
En consecuencia, y dado el enclave de Intel actual con procesadores monolíticos y arquitectura heterogénea, con un diseño rectangular de gran tamaño y un pinout superior al de AMD, jamás podremos instalar un procesador del equipo azul en una placa base AM4. ¡Ni siquiera tienen el mismo tipo de pines! Así que mejor ni lo intentéis, puesto que es como intentar colar un cuadrado en un triángulo.
En resumen, a pesar de que no sabemos que nos deparará el futuro, a día de hoy, si estabas buscando una forma de instalar un procesador de AMD o Intel en la placa contraria, que sepas que es imposible, no busques la forma ya que no hay tutoriales que te vayan a dar una respuesta. Así que ya lo sabes, si estás en busca de un procesador específico, mira antes que placa comprar o viceversa, y no te lleves el susto después de hacerlo, ya que al final, a nadie le gusta comprar algo que no puede utilizar.
Cuáles son los sockets más utilizados en 2025
A la hora comprar una placa base de Intel, podemos encontrar hasta 3 modelos diferentes:
- LGA 1851. Nuevo socket que corresponde a la 15ª generación de procesadores de Intel conocida como Intel Core Ultra Serie 200.
- LGA 1700. Este es el socket que utilizan los procesadores de 12ª (Alder Lake), 13ª (Raptor Lake) y 14ª generación (Raptor Lake Refresh) de procesadores de Intel.
- LGA 1200. La gama de entrada más económica para procesadores de Intel la encontramos en ese zócalo compatible con los procesadores de 11ª generación (Rocket Lake) y 12ª generación (Alder Lake), aunque algunos de estos procesadores utilizan el socket 1700, por lo que debemos comprobar su compatibilidad antes de comprar una placa base.
En cuanto a los sockets que utiliza AMD, únicamente tenemos que hablar de dos opciones:
- AM4. Este zócalo se presentó en 2017 y con 8 años a sus espaldas, sigue recibiendo el cariño de AMD ya que sigue lanzando procesadores para este zócalo. Es la opción de gama de entrada para un equipo con AMD y es compatible con los procesadores Ryzen 1000 a Ryzen 5000.
- AM5. Llegó al mercado en 2022 y es compatible con los Ryzen 7000 en adelante y está destinado a los procesadores de gama alta como los Ryzen con tecnología X3D.
¿Realmente hay necesidad de que sean compatibles?
Es probable que estemos pensando que sería un gran avance el hecho de que prácticamente todos los sockets fuesen compatibles con los procesadores de cada una de las marcas, pero no es algo que pensemos que sea realmente necesario, ya que traería más problemas que soluciones. Cada socket al final como bien sabemos está ligado al funcionamiento completo del procesador, junto con otros factores importantes como el chipset y demás, por lo que una unificación terminaría siendo un problema para los fabricantes de procesadores debido a que no podrían implementar las diversas mejoras y tecnologías que tienen tal y como querrían.
Además de esto, podría haber bastantes más fallos relacionados con la optimización de cada uno de los procesadores, ya que al no tener los mismos ciclos de desarrollo, implica que no se parecen en nada, por lo que sería un problema que tendrían que solucionar los desarrolladores de placas base, lo que sería añadir todavía más trabajo a un tercer fabricante, que aumentaría la cantidad de fallos que pueden llegar a tener.